Capítulo 46

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-¿Estás segura? -jadea y veo la incertidumbre en sus cristalinos ojos claros. 

-Sí, estoy segura -digo.

-Te amo, lo sabes, ¿verdad?

-Sí -aprieto los labios contra los suyos- Te amo, Brando -le digo sin separarme de su boca.

Sus dedos continúan, dentro y fuera, muy despacio, y su boca se cierra sobre mi cuello. Chupa con fuerza y luego lame para aliviar el dolor. Lo repite una y otra vez, y es como si todo mi cuerpo estuviera en llamas.

-Brando...voy a... -comienzo a decir, y me saca los dedos al instante.

Me besa cuando gimoteo en protesta. Se echa un poco atrás, enrosca los dedos en mis bragas y me las baja. Luego me pone las manos en los muslos y me da un apretón antes de besarme el vientre y soplar con delicadeza mi sexo húmedo. Mi cuerpo se arquea sin que yo se lo ordene, y su lengua se mueve de arriba a abajo mientras él tiene los brazos enroscados en mis muslos, para mantenerme bien abierta. A los pocos segundos comienza a temblar mi cuerpo, me agarro de las sábanas mientras él sigue dibujando círculos con su lengua.

-Dime lo mucho que te gusta, Bonita -me pide, sin apartar la boca.

De mis labios se escapan sonidos guturales, intento decir algo, lo que sea. Brando sigue soltando guarradas y lamiéndome entre una y otra. 

-¿Estás....?

-Calla...sí, estoy segura -le digo y lo beso con ganas.

Le clavo las uñas en la espalda y le bajo el bóxer, suspira al verse libre y ambos gemimos cuando nuestras pieles vuelven a estar en contacto.

-¿Estás...? -dice con voz ronca.

-Si me lo preguntas otra vez, te mato.

Me sonríe y agita el preservativo que sostiene entre el índice y el pulgar.

-Iba a preguntarte si quieres ayudarme a ponérmelo o lo hago yo solo...

Me muerdo el labio.

-Ah. Me gustaría hacerlo yo, pero...vas a tener que enseñarme cómo se hace.

-Bien.

Se sienta en la cama y yo cruzo las piernas. Me da un beso rápido en mi frente. Rasga el envoltorio y alargo la mano, pero él larga una carcajada y menea la cabeza.

-Ahora verás -me toma la mano, saca el pequeño disco y usa nuestras manos entrelazadas para colocarse el condón en la punta- ahora hay que desenrrollarlo -dice.

Nuestras manos deslizan el condón por su piel firme. Entorna los ojos y su erección crece un poco más.
Cambia la postura y se pone encima de mí. Con una rodilla me abre las piernas y luego me acaricia con los dedos. 

-Estás muy mojada, eso lo hará más fácil -dice y toma aire.

Nuestras bocas se encuentran, nuestras lenguas juegan, me besa las comisuras, la nariz y otra vez en los labios. Lo abrazo, intentando sentirlo más cerca.

-Despacio Bonita, tenemos que ir despacio -me susurra al oído- al principio te va a doler. Si quieres que pare, dímelo. Lo digo en serio -dice con ternura, mientras me mira a los ojos esperando mis respuesta.

-Bien -asiento y trago saliva.

He oído que perder la virginidad duele, pero no puede ser tan malo. O al menos eso espero.

Brando me besa una y otra vez. Noto el roce del condón en mi piel y me estremecí. Un segundo después intenta metermela. Es una sensación muy rara...cierro los ojos y me oigo jadear.

BONITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora