El diario secreto de Sara.

(8)

Sara.

Día 43.

Hoy me han dado una grandísima noticia, la mejor hasta ahora.
El médico al que le habían asignado mi caso ha dimitido... la verdad, no digo que yo sea el motivo, sí digo que pueden haber posibilidades de que así sea.
En este mes y medio cada vez se le veía peor; más encabezonado, más ofuscado... pero de nada le ha servido, ya que me he mantenido igual que el primer día.

No sé lo que va a pasar a partir de mañana, supongo que vendrá alguien nuevo, ¿no? Aquí las cosas, por lo que he visto hasta ahora, funcionan así. Lo que se dice de toda la vida; a rey muerto, rey puesto.

Por la tarde, justo después de comer, ha venido por primera vez en mes y medio el director del hospital. Creo que ni me conocía, pero hoy lo ha hecho. Parecía un hombre agradable... junto con Héctor, las dos personas que mejor impresión me han dado en este sitio. Es risueño y alegre, pero eso tampoco me ha ayudado mucho, es otro médico al fin y al cabo.

Respecto a mis padres, he recaído, o bueno, era lo esperado.
Creo que estaba en una especie de burbuja sin dejar que me afectara lo que había sucedido, pero al fin lo ha hecho. Un golpe en mi interior ha producido algo que no me imaginaba; mucho dolor.

Antes no paraba de pensar en ellos, pero ahora me duele mucho más hacerlo, hace días que casi no puedo dejar de llorar, quiero que vuelvan conmigo, es demasiado pronto y demasiado repentina la forma en la que se han ido.

Nadie más de mi familia ha vuelto a venir, pero el otro día Héctor me dijo que alguien había preguntado por mi estado. Mis mejores amigas y David, mi novio, o eso creo... después de este tiempo no sé qué estará pasando fuera, aunque no creo que lo descubra, al menos de momento. Me gustaría verlos, al menos eso, verlos. Saber que mi anterior vida ha existido y no es solo un recuerdo en el olvido.

Aquí todo es tan distinto al exterior, que parece que todo lo de fuera ha desaparecido al completo. Ya no solo mi familia, que ellos sí que lo han hecho, si no todo lo que antes formaba parte de mi vida: el instituto, mi casa, la calle donde vivía... diría que la ciudad en general. Como si un agujero negro lo hubiera absorbido todo y me hubiera dejado a mí aquí plantada.

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¡¡Hooola!!

Bueno, este el primer capítulo de los dos que subiré hoy.

¡Gracias por leer!