Gabriel si que era una molestia. Siempre buscaba la manera de avergonzarme, pero definitivamente me vengare de el.
Subí las escaleras con dirección al cuarto de Gabriel, al estar ahí abrí la puerta sin previo aviso.
Quizá debí tocar antes la puerta.
- ¡¿QUE RAYOS?!, ¡LÁRGATE!
Mi hermano estaba en ropa interior, rápidamente se tiro al suelo para esconderse entre las sabanas de su cama.
- No te enseñaron a tocar antes de entrar
- No exageres, ni que tuvieras un buen cuerpo que esconder
- Te sorprenderías si lo vieras
- Paso....
- No me digas que estas aquí por lo de tu "novio" - Dijo haciendo comillas con las manos
- Alex no es mi novio
- Ah!, así que se llama Alex
-Solo deja de meterte en mis asuntos si
- Como sea, sal de mi habitación, necesito cambiarme
- ¿Vas a salir?
- No es de tu incumbencia hermana
Rodé los ojos y salí de su habitación sin antes hacer que esta sonara fuerte al cerrarla.
Mientras caminaba con dirección a mi habitación mi celular comenzó a sonar. Era Violetta.
- Hola - Conteste
- ¿Qué tal va tu cita?
- Se fue
- ¿Qué?
- Mi hermano le dijo lo había engañado
- ¿Enserio?... ese chico sí que no tiene remedio
- Si... ¡Hay Violetta ayúdame, no sé qué hacer!
- Oye cálmate no es para tanto
- Lo dices por que no fuiste avergonzada frente al chico que te gusta
- Acabas de admitir que te gusta
- No, ósea, no es un gusto, bueno si, no, es decir....
- Jaja ahora sí que estás loca
- ¿Lo crees?
- Mañana será un nuevo día, descuida todo estará bien
- Eso espero
Colgué la llamada.
Al entrar a mi habitación me coloque los audífonos y puse música a alto volumen, lo necesitaba.
Me tire en mi cama, las luces estaban apagadas y las ventanas cubiertas por las cortinas.
Cerré los ojos tratando de que la sensación sea mejor. No tengo idea por cuanto tiempo mantuve los ojos cerrados, pues solo me concentraba en la música.
Mientras escuchaba sentía una respiración caliente recorrer por mi cuello, rápidamente abrí mis ojos y me topé con la cara sonriente de mi hermano.
- ¿Qué quieres? - Pregunte disgustada
- Solo vine a decirte que llegare a las 7 pm, así que quiero que la cena este lista
- ¿Algo más?
- Ya que preguntas... si mis padres llegan antes diles que estoy en casa de Ángel estudiando
- Jaja, ¿Crees que se la creerán?
- Puede que si
- Ok, no te preocupes... ahora sal de mi vista
Mi hermano me dio un pequeño golpe en la frente antes de irse.
A los pocos minutos me quede dormida. Al abrir los ojos mire la hora y esta apuntaba las 9:30. Rápidamente me levante y me dirige a la cocina a preparar la cena.
Mientras cocinaba oír la puerta abrirse, seguramente era mi madre que regresaba de su trabajo.
Al girarme me topé con la figura de mi hermano sentándose en la mesa.
- No se supone que llegarías a las 7
- Si, es que hubo fiesta en casa de Ángel
- ¿Fiesta?
- Si, solo era una pequeña fiesta entre los primos de Ángel
- Oh... ya veo
- ¿Y mis padres?
- Aun no llegan
- Ya es tarde no crees... - Dijo entre risas - Se supone que deberían haber llegado antes
Me gire a ver a mi hermano, el llevaba la las mejillas rojas y la mirada agacha sin mencionar la coqueta sonrisa que se dibujaba en su rostro.
<<Conozco esa expresión, de seguro está pensando en cosas obscenas de nuevo>>
- ¿Qué es lo que estás pensando?
- ¿YO?, nada...
- Si como no, vamos dime, ¿En qué piensas?
- No es nada... es solo que... creo que se la razón por la cual no han regresado aun
- ¿Cuál?
- Vamos Emma, no te hagas la inocente
- Dime, ¿Qué crees que sea la razón por la cual no llegan?
- Quizá estén fabricándonos un hermanito
Sin embargo las ocurrencias de Gabriel no tenían límites.
Para la mal suerte de mi hermano mi padre había llegado justo en el preciso momento en el cual mi hermano había dicho aquella oración.
- ¿Un qué?
La voz de mi padre hizo que mi hermano diera un brinco del susto.
- Pa..Papá - Dijo mi hermano
- Desde cuándo tan pervertido mocoso - Dijo dándole un golpe en la cabeza
No pude evitar reírme, la cara de mi hermano era realmente graciosa.
Mi hermano estaba más que asustado y avergonzado.
- Bueno será mejor que los deje para que hablen - Dije entre risas
- No - Dijo mi hermano - Quédate a cenar con nosotros
- No tengo hambre - Dije alejándome - Adiós hermanito
- ¡Emma!
Se lo merece, eso le pasa por meterse en donde no lo llaman.