Capitulo 42

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Gabriel 

Al salir del restaurante volvimos al estacionamiento por el auto, claro que esta ves Violetta conduciría el auto. Durante todo el recorrido ninguno se atrevía a hablar, estaba aburrido pero tampoco quería ser quien rompiera el silencio.

- Me divertí - dijo Violetta sin quitar la vista de la carretera.

- ¿Y que esperabas? Conmigo todo es divertido.

- Si tu lo dices.

Al llegar a su casa Violetta comenzó a mover ambas piernas como si estuviera nerviosa. 

- ¿Estas bien? - pregunté.

- Si, ¿Por que no habría de estarlo? - dijo jugando con sus manos.

- ¿Te pongo nerviosa? - pregunte sonriendo.

- Mejor largarte - dijo casi gritándome.

- No me quiero ir - exprese firme y con la mirada centrada en ella. Ella dirigió su mirada hacia mí, sentí como su respiración se volvía agitada - quiero pasar la noche contigo.

- Yo también.   


Emma

Eras más de las 10 de la noche y Gabriel aún no llegaba, supuse que estaría con Angel pero al llamarlo Angel me dijo que no había visto a Gabriel en todo el día, empiezo a preocuparme ¿Y si le pasó algo? Intento llamarlo pero no me contesta las llamadas, no sé que hacer, quizá se quedó sin batería. Solo espero que nada malo le pase.   


Gabriel

Al entrar a la casa Violetta me condujo hacia su habitación, era la primera vez que entro a la habitación de una mujer aparte de la de mi hermana. 

Violetta me empujo y caí de espaldas en su cama, ella se sentó sobre mis piernas y comenzó a quitarse la blusa dejándome ver su sujetador.

- Ay por Dios esto es muy rápido - dije con dificultad, ya que me encontraba muy nervioso. Yo solo quería dormir junto a ella pero al parecer ella quiere otra cosa. 

- Shhh - dijo colocando su dedo indice sobre sus labios - no digas nada, solo gozalo.

Bueno si tu lo dices. Levanté mi torso y coloqué mis labios sobre los de ella mientras acariciaba su espalda, su piel era suave ademas de oler bien. Sentí como ella bajaba sus manos hasta llegar al borde de mi pantalón, lentamente comenzó a desabrochar el botón para luego irse a desabrochar los botones de mi camisa.

Hice lo mismo con su sujetador, al desabrocharlo tire de ella hasta que las puntas de sus senos tocaran mi pecho. Ella reveló un pequeño gemido al sentir mis manos acariciarlos lentamente mientras besaba su cuello.

Quise ser quien llevara el control de esto, así que sin pensar la empuje hasta quedar sobre ella, me apoye sobre mis rodillas y me terminé de sacar la camisa, luego baje a sacarle la falda que llevaba. Al deshacerme de ella comencé con suaves caricias en sus muslos mientas la besaba, por otra parte ella acariciaba mi cabello.  

Lentamente me fui deshaciendo de la ultima prenda que le quedaba. Al quedar sin prenda alguna me uní a ella con una penetración, no dejaba de arañarme la espalda, sabia que la estaba lastimando pero no podía detenerme.

No dejaba de mover las caderas, sus gemidos me incitaban a profundizarme más en ella. Sentía que me venia y al mismo tiempo recordé que no tenia protección, esa era excusa suficiente para poder salir de ella, me deje caer a un lado en la cama tenia que encargarme de mi problema así que me dirige al baño a liberarme.

Al regresar Violetta ya estaba con la pijama puesta esperándome sentada sobre la cama mientras abrazaba una almohada.

- ¿Estas bien? - preguntó.

- Si, lo estoy - dije comenzando a vestirme

- Te amo - dijo tímida.

- Yo también - bueno jamas creí que le diría esto, pero bueno, siempre hay una primera vez para todo.   



Maldita SensaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora