Emma
Regrese temprano a casa, no me moleste en esperara Gabriel, sinceramente quería que regresara caminando así que le dije al chófer que iría casa de un amigo.
Me encontraba en la cocina preparando el almuerzo, aunque este molesta con Gabriel no podía dejarlo morir de hambre.
Escuche la puerta abrirse, supuse que era Gabriel.
-¿Por qué no me esperaste? - Dijo entrando a la cocina.
-No te lo mereces.
-Si estas molesta por lo de esta mañana te prometo que te compensaré.
-No necesito nada de ti. - Dije colocando la ensalada en la mesa.
-Vamos, Emma no te pongas así conmigo. - Dijo Abrasándome por detrás. - Recuerda que soy tu hermanito menor y tienes que cuidarme.
-Hermanito mi trasero. - Dije dándole un empujón haciendo que se apartara de mí.
-¡Ya ves como eres!, Esa es la razón por la cual Ángel te dejo.
-¿Qué dijiste? - Dije tomando un cuchillo.
-Nada. - Dijo corriendo hacia las escaleras.
Ahora si estaba dispuesta en dejarlo morir de hambre. No entendía el porqué me molestaba tanto, es realmente ridículo pensar que Gabriel por fin dejara de portarse así conmigo.
Mientras terminaba de servir el almuerzo recibí una llamada, tome el teléfono con dirección a mi oído.
-¿Sí? - Pregunte.
-Hola, ¿Se encuentra Gabriel? - Pregunto una voz poco familiar.
-Si, ¿De parte de quien? - Pregunte extrañada, realmente no reconocía esa voz.
-Emma, soy Andrés, ¿No me reconoces?
-¿Andrés? - Me tome un tiempo en recordar ese nombre, cuando reconocí ese nombre di un pequeño salto de alegría. - ¡Andrés!, cuanto tiempo...
-Si, al parecer te olvidaste de mí fácilmente.
-Claro que no, jamás lo haría. - Dije avergonzada, realmente me había olvidado de él. - Ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez que nos vimos, deberíamos salir con Gabriel algún día.
-Bueno entonces abre la puerta, estoy afuera. - Me sorprendí al escuchar eso, rápidamente me acerque a la puerta sigilosamente para mirar tras el pequeño mirador de la puerta.
Al ver la figura de Andrés abrí la puerta para saltar a abrazarlo, él correspondió mi abrazo con una sonrisa y cargándome.
-¡Andrés! - Dije totalmente emocionada. - ¿Qué haces aquí? - Pregunte dejando de abrazarlo.
-¿No querías volver a verme? - Pregunto sonriendo.
-Pues si, pasa. - Dije asiéndome a un lado permitiéndole entrar.
Andres entro y tomo asinto en uno de los sofas de la casa.
-Iré por Gabriel. - Dije señalando la escalera. El asintió con la cabeza sin dejar de mostrar su hermosa sonrisa.
Andrés era uno de los hijos del mejor amigo de papá, no lo veía a el ni a sus hermanos desde los 14 años, solo supe que los tres se fueron al extranjero a estudiar, es más, ni siquiera tenía idea de que habían regresado.
-Gabriel - Dije abriendo la puerta de su habitación haciendo que diera un pequeño salto desde su escritorio.
-Dime ¿por qué nunca tocas la puerta antes de entrar? - Dijo llevándose una mano a la frente.
-Adivina quien esta abajo. - Dije con una sonrisa en los labios.
-No lo se. - Dijo obvio.
-Vamos, intenta adivinar. - Dije acercándome a el.
-Bien, ¿Mama? - Negué con la cabeza. - ¿Papa? - Volví a negar pero esta vez con una sonrisa. - No sé, me rindo.
-Andrés.
-¿Andrés? - Dijo levantándose de golpe de la silla.
-Sí. - Dije sin dejar de sonreír.
Gabriel salio de su habitación con dirección a la sala en busca de Andrés, al parecer también se encontraba feliz por su llegada.
-¡Andrés! - Dijo Gabriel abalanzándose contra Andrés.
Gabriel había imitado mi reacción al ver a Andrés, me dio mucha risa ver a Andrés cargando a mi hermano.
-¿Viniste por mí? - Dijo Gabriel sin dejar de abrazar a Andrés.
Andrés rió ante su pregunta. - Si, vine por ti. - Respondió.
Recuerdo que Gabriel seguía a Andrés a todas partes, siempre estaban juntos, aveces Gabriel actuaba como si fuera Gay cada vez que estaba junto a Andrés, no es que mi hermano sea Gay, es solo que le gustaba bromearse de esa manera con él.
