Capitulo 24

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Emma

-Hay!, HAY!, Me duele - Dije apretando la almohada que llevaba en brazos.

-Idiota, ¿Por que diablos hiciste eso? - Dijo mi Hermano regalandome.

-No lo sé, me arrepiento de lo que hice.

-Como sea, supongo que te debo una. - Dijo riéndose.

-Me debes una grande.

-Si, si, te compensaré, solo no le digas a mamá.

-No planeaba decirle... HAY! DESPACIO! - Me dolía sentir el ardor del alcohol en mi labio.

-Ya! Dios que niñita. - Dijo dando suaves toques con el algodón.

-Soy una niñita genio. - Rodé los ojos ante su ignorancia.

Nathaniel

Regresé a casa muy fuera de sí, me costaba creer lo que Jesús había dicho, ¿Miranda en la ciudad? Imposible, no puede ser cierto, no justo ahora.

-Volviste - Dijo Helena recibiendo mí con un corto beso. - ¿Donde estabas?

-Con Jesús. - Dije firme.

-¿Enserio?, ¿Como está Alice?, ¿La viste? - Helena estaba muy curiosa por saber acerca de Alice, no me sorprendía ya que las dos son tan unidas.

-Esta bien, hermosa como siempre, pero no tanto como tú.

-Ya basta para harás que me sonroje. - Dijo hundiendo su rostro en mi camisa.

-Me gusta verte así de sonrojada, te ves realmente hermosa así.

Helena estuvo apunto de contestar pero fue interrumpida por un fuerte sonido de palmas provenir de las escaleras.

Ambos nos giramos a ver, era Gabriel quien se encontraba aplaudiendo de forma lenta y anticuada.

-Si siguen así me darán ganas de vomitar. - Dijo de mala gana.

-Por que mejor no te largas. - Dije casi gritando.

-Nathaniel cálmate. - Escuché susurrar a Helena.

Y es que no me podía calmar de solo pensar que gracias a una de sus estupideces golpee a Emma.

-Papá volviste. - Oí decir a mi pequeña mientras bajaba por las escaleras hasta llegar a la altura de su hermano.

No sabía ni como mirarla a los ojos después de lo que le hice, me sentía culpable.

-Vamos Emma, no hay que interrumpirlos, mamá y papá estarán fabricando un hermanito. - Agrego Gabriel sujetándolo​ a Emma del brazo.

Definitivamente este chico no tenía remedio.

Emma sonrió y tomo la mano de su hermano para subir nuevamente las escaleras dejándome a solas con Helena.

Emma

-Si que te gusta meterte en problema. - Dije abriendo la puesta de mi habitación.

-Es un don. - Agregó tirándose en la cama.

-¿Mañana irás a la Universidad?

-Tengo que ir, muero de curiosidad por saber que fue con el gato de Alex.

-¿Crees que su madre le permita conservarlo? - Dije sentándome en la cama.

-No lo sé, probablemente no, aunque... ¿Quien sabe?

Me quedé en silencio pensando en la posible respuesta de su madre, solo esperaba que nada malo sucediera con el y con el gato.

-¿Crees que nos dejen dormir? - Agregó Gabriel.

-¿Que? - No entendía a lo que se refería, normalmente Gabriel hablaba en doble sentido así que se me dificultaba el poder entenderlo.

-Nuestros padres... Quizá hagan mucho ruido en la fabricación de nuestro hermano.

<<¡QUE ASCO!>>. - Dios ¿que hice para merecer un hermano cómo tú? - Dije lanzándole una almohada en el rostro.

Gabriel comenzó a burlarse descontroladamente de mi.

-No es gracioso. - Dije molesta.

-Si lo es. - Dijo entre carcajada. - No puedo creer lo que voy a decir pero... Eres tierna.

Su cumplido hizo que una pequeña sonrisa escapara de mi, era la primera vez que Gabriel me hacía un cumplido de ese tipo.

-Oye

-¿Que quieres? - Dije fingiendo seguir molesta.

-¿Recuerdas cuando dormíamos juntos?

-Si ¿Por que? - Dije girándome a ver su figura aún echada en mi cama.

Se quitó la almohada que tenía en la cara y miro hacia el techo mientras comenzaba a hablar. - En ese entonces tenías 10 y yo 9.

-Si es verdad, ha pasado mucho desde entonces.

-Yo... ¿Puedo dormir contigo? - Sus palabras me dejaron fría, no esperaba para nada esa pregunta provenir de Gabriel.

-Pues... Yo... Supongo que si. - Dije tímida.

-¡GENIAL! - Dijo levantándose de golpe de mi cama con una gran sonrisa. - Yo dormiré en la cama. - Dijo orgulloso.

Miré la cama, está solo era de una plaza y media, no había suficiente espacio para dos personas.

-¿Como? ¿Y yo dónde dormiré? - Dije confundida.

-Pues... - Dijo tocándose la barbilla. - El sofá de ahí es muy cómodo. - Dijo señalando un pequeño sofá al pie de mi cama.

-Estás loco si crees que voy a dormir ahí, Porque mejor tu no duermes ahí.

-Nah... Mi espalda se merece lo mejor.

-¿Y la mía no?

-De supone que eres la mayor, debes sacrificarte por mi.

- Ni lo sueñes. - Dije levantándome de la cama.

-Ahs! - Dijo chasqueando la lengua. - Está bien, de todos modos no quería dormir en esa cama. - Dijo acomodándose en el sofá.

Sonreí en forma de Victoria.

Saqué de mi armario un pequeño edredón y se lo di para que se protegiera del frío. Apagué la luz y me acomode en mi cama dispuesta a dormir.

Estábamos en silencio, un silencio tranquilo y bueno para descansar.

-Emma... - Mencionó mi nombre en voz baja.

-¿Si?

- ¿Que le dice un pato a otro pato?

-¿Un pato a otro pato? - Dije confusa, <<¿Otra vez hablado en doble sentido?>>

- Nada, por que los patos no hablan. - Dijo echándose a reír descontroladamente.

Gabriel si que estaba mal de la cabeza, parecía un loco sin control, y no sabía contar chistes.

-Mejor duerme. - Sugerí cortante y sin gracia.

Gabriel

Me desperté al sentir mi celular vibrar en el bolsillo de mi pantalón, lo saque y observé la hora, eran las 7 de la mañana, hora de alistarse para ir a la Universidad.

Me levanté tratando de no hacer ruido, no quería despertar a Emma, quería que llegase tarde a la Universidad.

Me acerque a ella para verla dormir, llevaba el cabello alborotado, se veía realmente graciosa.

Tome un pequeño plumón de su escritorio y escribí en su frente "Me gusta Alex", Sabía que eso la haría enfadar y era lo que realmente quería lograr.

Me acerque a ella y le di un pequeño beso en la mejilla, no tenía idea el por qué lo hice, pero supongo que era por que me sentía en deuda con ella después de lo que hizo por mi.... Pero claro del hecho que me sienta en deuda con ella no significa que dejaré de molestarla.

Maldita SensaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora