Capítulo 115

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Dedicado a todos aquellos que pierden la paciencia al ver qué no actualizo. 😂😂😂❤


Nathaniel

Conduje según la dirección que Emma me había dado. Era un pueblo apartado de la ciudad, uno muy pequeño, no me seria difícil de hayarlo. Decidí ir solo, Jesús se había negado a acompañarme, pues me dijo que esto es algo que tenía que hacer solo. Conduje por al rededor de 5 horas, al llegar, y como me esperada, el pueblo me dio un profundo asco por lo demacrado que se encontraban las casas y lo marchitas que estaban las plantas de la zona. Era un pueblo olvidado, perfecto para alguien que huye de su pasado. 

-Disculpe-dije bajando la ventanilla del auto.

El policía se acercó pendiente del aspecto de mi cara.

-Dígame

-Estoy buscando a mi hijo, tengo entendido de que esta aquí.

-Bueno si es su hijo el que busca no puede pasar desapercibido, apuesto que seria el único con ropa y zapatos de marca.

No me gusto su comentario pero lo tome como una pequeña esperanza.

-¿Sabe los lugares mas frecuentes que los jóvenes suelen recurrir? 

-Mire-me dijo señalando el bosque-. Ay carreras clandestinas en lo profundo del bosque,  no quiero decir que su hijo este ahí,  pero normalmente la mayoría de jóvenes van a esos lugares. 

-Entiendo,  gracias.

Subí la ventanilla  de mi auto, y me adentre en el bosque. Eran las 3 de la tarde. Imaginaba que a esa hora no encontraría a ningún joven, así que decidí esperar.

Emma

Me encontraba en casa ayudando a mi madre a lavar los trastes. Permaneciamos mudas, el único sonido que se escuchaba era el de la bebe jugando con unos muñequitos de plástico.

-Mamá- dije-. ¿crees que mi padre lo encuentre? 

-Sera mejor que lo haga.

Mi madre estaba decidida a obtener a mi hermano, yo también, esperaba que mi padre pudiera hacer algo.


Gabriel

Eran las 7 de la noche, el lugar empezaba a llenarse,  Víctor me había dicho que si ganaba esta carrera obtendría el doble de mis ganancias en las anteriores. Estaba ahorrado, quería juntar lo suficiente para salir de este pueblo y buscar uno mejor. Era conciente de lo preocupada que se encontraba Jane en este lugar, y quería ofrecerle algo mucho mejor que esto.

-Tu puedes 17-me dijo Victor entregandome el casco-. Esta carrera es toda tuya.

Me coloque el casco y entre al auto. Víctor me había dado uno mucho mejor que el anterior, estaba emocionado, yo sería el primero en conducir una belleza como esa.

Empezó la carrera, les llevaba la delantera a los demás autos,  tenia esta carrera ganada, solo era cuestión de cruzar la linea para hacer oficial mi victoria. Al cruzar la linea todos los espectadores comenzaron a gritar 17. 

-Alto-grito Victor dirigiéndose a las barras-. Nuestro querido 17 tiene un nombre, vamos todos griten Gabriel. 

No pude evitar sonreír,  me sentía avergonzado y alagado a la vez.

Todos gritaron mi nombre. Cuando era pequeño recuerdo haberle dicho a Emma que algún día todos clamarian mi nombre, ella se rió, quisiera que este presente para poder reírme en su cara.

-Lo hice-le dije a Víctor devolviendole las llaves del auto.

-Oye no-me dijo negandose a recibirlas-. Son tuyas. Te lo mereces.

No podía creerlo, al fin un auto,  y mucho mejor que los de mi padre.


Nathaniel

Se escucharon gritos, asegure mi auto y entre al lugar. Todo estaba lleno de grafitis y colillas de cigarro. Oía a humedad,  y las paredes parecían deteriorarse. 

-¡Gabriel! -me sorprendí al oír ese nombre.

Me acerque. Y vi a dos jóvenes vestidos de Naranja en medio de toda la pista. Conocía esa silueta, y esa forma en que uno de ellos se paraba. Me acerque mas, y sin mucho que pensar toque en hombro del chico que tenía un casco en las manos.


Gabriel

Alguien toco mi hombro, me voltee y pude sentir mi corazón detenerse al a ver a mi padre.

-Pa...-quise decir, pero el me interrumpió al abrázame fuertemente.

No sabia que hacer, no me atrevía a decirle algo o a corresponderle el abrazo.

-¿Gabriel?-dijo Victor confundido ante la escena.

Por poco me olvidaba de que Victor y los espectadores se encontraban ahí. Avergonzado me separe de mi padre. El quedó frente a mi, me esforzaba demasiado por no dejar que una lágrima corriera por mi mejilla.

-Hablemos-me dijo.

-No tengo tiempo- dije girándome.

-Gabriel- me tomo del brazo haciendo que volviera a mirarlo.

-Esta bien pero aquí no-le dije apartando su mano de mi brazo.

Salimos en dirección al bosque. Apenas podía controlar los pasos que daba debido a la impresión que me había dado al verlo. Respire tratando de calmarme. Sabía que Emma tenía que ver en esto.

-Habla rápido- le dije.

-He venido para llevarte a casa.

-Esa no es mi casa-le dije.

-Lo es.

-¡No lo es!-grite, debía hacerlo-. Si lo fuera entonces porque estoy aquí.

-Cometiste errores, yo también, pero estamos aquí para remediarlos.

-¿Es lo que te dijo mi madre que digas?

-Gabriel no agotes mi paciencia.

-Y tú no agotes la mía. No volveré, así que acostúmbrate a mi ausencia.

Estaba por irme, pero al voltear note la presencia de Jane, temía que hubiera llegado escuchar todo. Parecía asustada, ver a mi padre también la afectada por el hecho de haber estado presente en el momento en que me cacheteo y me hipo de casa.

-Jane-dije acercándome para abrazarla- No te preocupes, todo estará bien-tome sus mejillas.

-No Gabriel- dijo separándose de mí-. Debemos volver.

-Gabriel- insistió mi padre.

-No voy a volver-le dije.

Mi padre suspiró. Caminó hacia su auto y antes de entrar me dijo:

-No importa si es hoy, mañana o cualquier día, esa es tu casa y podrás ir cuando quieras.

Diciéndome eso, subió y se marchó.

Maldita SensaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora