Helena
Me encontraba acostada en la cama mientas veía la televisión. La puerta abrirse llamó mi atención revelando la presencia de Nathaniel. Su rostro era serio, me imagino el por qué.
-Pudiste acompañarme a la reunion- dijo colocándose frente al Televisor.
-Ya sabrás el porque no lo hice - dije sería
-Helena, te juro que no sabía que la reunión era con la empresa se ella.
-Como sea, solo quiero volver a mi casa.
-Nuestra casa.
-Si, eso.
-Helena- dijo acercándose a mí- te amo, no lo olvides, era la única mujer en mi vida.
-Lo sé pero- dije un poco melancolíca.
-¿Pero?
Nathaniel comenzó a acariciar mi cabello con ternura.
-Es solo que... Ver a esa mujer me...
-¿Incómoda?
-Si.
-Helena, olvidala, tenemos algo muy hermoso esperándonos en esa casa y en este vientre tuyo- dijo acariciando mi vientre- No dejes que la presencia de esa mujer arruine esto.
Sonreí. Como siempre Nathaniel logrando sonrojandome, y aún más estando en este estado.
-¿Cuando les diremos la noticia?
-Al regresar a casa.
-Emma se pondrá celosa. Tendrá que compartir tu cariño.
-Emma tendrá que entender que ahora tendré dos princesas.
-¿Y yo que soy?- pregunté sonríendo.
-Tu, eres mi Reyna- dijo dándome un corto beso en los labios.
-¿Y Gabriel?
-El... Pues... El es mi bufón.
Me hizo reír demasiado su comentario. Nathaniel decía cualquier ocurrencia cuando se trata de Gabriel. Mi pobre bebé, apesar de que tiene 16 aún lo sigo considerando como si fuera un bebé de apenas 6 meses.
Emma
Desperté al escuchar un jarrón romperse. Pensé que podría tratarse de un robo,pero ¿A esta hora?. ¿Quien roba una casa a plena luz del dia? Me levante de la cama un poco asustada. Tomé mi móvil y mientras bajaba las escaleras comencé a marcar a la Policía.
Al llegar a la sala me tope con el rostro de mi hermano. Dejé el móvil a un lado, me sentí aliviada de que fuera mi hermano y no un robo.
-Me asustaste-dije con la mano en el pecho, mi corazón aun seguía agitado.
-Ni que fuera tan feo.
-¿Dónde estabas? ¿Dónde pasaste la noche?
-En casa de Angel.
-No mientas-dije enfadada- llamé a Angel y me dijo que no te vio en todo el dia ¿Dónde estabas?
La expresión de mi hermano cambió. Estaba nervioso, lo noté al ver como jugaba con sus manos.
-Estaba en casa de un amigo.
-¿Qué amigo?
-Emma, deja el interrogatorio si- dijo esquivandome - no eres mi madre.
-Necesito una explicación- dije caminando tras de él.
-Ya te la dí, ahora déjame descansar, estoy agotado.
-¿Agotado por que? ¿Que hiciste anoche?
-¡NADA! solo no pude dormir, es todo- dijo casi corriendo por las escaleras con dirección a su habitación.
Dejé de seguirlo, pues tenía mejores cosas que hacer cómo para perder mi tiempo con Gabriel.
Gabriel
Me quité la ropa y me metí a la ducha. Las gotas de agua hacían que mi cuerpo se refrescará. Cada que el jabón tocaba mi piel no dejaba de pensar en las manos de Violetta acariciándome. Mi corazón latía al pensarla. Y algo ahí abajo comenzaba a dolerme. Sí, me dolía el pene. Fue mi primera vez.
Al salir de la ducha me vestí y llamé a Violetta.
-Hola rubia falsa- dije tras la línea.
-¿Ya empezaste con eso?
-Lo siento, es la costumbre.
-Te amo.
-Yo también, ¿Cuando podré verte?
-Aun no es apropiado.
-¿Por qué?
-Necesito tiempo para contarle a Emma.
-No te preocupes, yo se lo diré.
-¡NO! -alejé el móvil de mi oreja al escuchar su grito- Prefiero ser yo quien se lo diga, conociéndote será mejor que se lo diga yo.
-Bueno como quieras.
Escuché la puerta, seguramente era Emma.
-Te llamó luego - dije susurrando para luego cortar la llamada.
Me levanté de la cama y abrí la puerta.
-La cena está lista- dijo.
-Uy que emoción- dije tratando una risa.
-Solo baja y come - dijo bajando por las escaleras.