Capitulo 80

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Emma

Mañana mamá volvería a casa, por fin saldría de ese hospital, por fin estaríamos nuevamente juntos. La llegada de la bebe emociono a toda la familia, incluyendo a los amigos de nuestros padres, quienes estuvieron toda la tarde en el hospital para poder conocer a la pequeña Camila.

El nombre era lindo, aun que a Gabriel no le agradaba tanto la idea, ya que estaba emocionado por ser él quien eligiera el nombre de nuestra pequeña hermana.

Era Viernes, mañana la tía Alice le organizaria una cena de bienvenida. Lamentarte Andrés y sus hermanos podrán asistir debido al trabajo en la empresa, es muy triste, ya que son muy pocas las veces que suelo verme con Andrés, pero entiendo, al igual que mi padre, Andrés es ahora un hombre de negocios.

Las clases en la universidad comenzaban a incomodarme ya que mayormente pasaba todo eo día sola, Gabriel empezaba a faltar a clases y me da un poco de vergüenza estés con Ángel, ya que podría ser mal visto.

—No sé por que no me sorprende verte sola—oí decir detrás mío. Trate de ignorarla y seguí escribiendo en mi cuaderno los últimos apuntes que el profesor había escrito antes de irse—Te sienta bien la soledad.

Las amigas de Violetta me molestaban demasiado,  esto se estaba viendo una tortura para mi, ya que nunca les hice nada malo.

—¿Podrías hacer silencio por favor?—dije amablemente mientras seguía con los apuntes.

—Es una zorra—oí decir de otra chica.

—Déjala Fanny—dijo la otra—No vale la pena perder el tiempo con ella,  ahora entiendo porque todos la dejaron.

No puede evitarlo,  me levante de mi silla y les di la cara.

—¿Quien te crees para hablarme así?

—Uy, la zorra esta amenazandonos—dijo la joven comenzando a caminar junto a su amiga.

Esto me estaba empezando a hartar, a tal punto que reaccione de mala manera.

En un rápido impulso tome a la joven de los cabellos y la golpee contra la pizarra. Los demás alumnos solo miraba asombrados mientras algunos sacaban sus móviles para gabrar.
—Me tienes harta—dije drogandome.

Jamás había actuado de esa manera pero esa tipa me estaba provocando desde tiempo.

—¡Suéltame!—grito la joven.

—Ya sueltala—dijo la tal Fanny. Pero era inútil, ya que no pararia hasta escucharla pedirme perdón.

Gabriel

Miraba a Jane detrás de aquel poste de electricidad, repartía volantes a las personas que pasaban, ¿que no se supone que deberia estar en la universidad?. No se ni porque digo eso, si yo tampoco voy a la universidad.

No pude evitar reír al ver como sonreía a las personas, eso es algo que no se ve todos los días.

Sin que se de cuenta camine hasta llegar tras de ella. La sorprendí tocándole levemente el hombro.  Jane dio un sobre salto y al verme su sonrisa desaparecido y empezó a golpearme en el pecho.

—Idiota—dijo—Me asustaste.

No pude evitar reír.

—¿Qué haces?

—Que te importa.

—¿Repartes volantes?

—¿Si ya sabes para que preguntas?—dijo rodando los ojos.

—¿Cuanto es la paga?

—No es mucho, pero es suficiente para mi.

—¿Tus padres saben que haces esto?

—¿Qué haces aquí?—dijo cambiando mi pregunta.

—Nada,  solo pasaba por aquí...

—¿No deberías estar en la universidad?

—Si, pero... Estar ahí comienza a agobiarme...  ¿Necesitas ayuda?

—No.

—No seas modesta, déjame ayuarte—dije quitándole la mitad de los anuncios que le quedaban.

—Gabriel...

Me acerqué a las personas y a cada una de ellas comence a entregarles los anuncios. Jane solo me observaba mientras conservaba su distancia.

—¡Vengan a este restaurante de comida, donde venden comida a las personas que quieren comer comida!—empecé a gritar.

A lo lejos escuchaba las risas de las personas, y entre todas la de Jane. Me giré a verla, ella no pudo ni siquiera ocultar su sonrisa, era la primera vez que reía de algo que yo hacia.

Al terminar de repartir los anuncios un señor se acarco y le dio algunos billetes a Jane.

—Gracias—dijo.

—Esta bien, me debes un helado, compramelo.

Jane asintió y caminamos hacia la tienda de helados. Donde ella pidió uno de vainilla y yo de mora. Salimos de la tienda a sentarnos en una de las bancas del parque para poder comer el helado.

—Oye

—¿Si?

—¿Te puedo hacer una pregunta?

Jane se quedó en silencio para luego responderme.

—No.

Diciendo esto se levantó de la banca y caminó en dirección. Esta mujer esta volviendose mi dolor de cabeza.  Apesar de haberla ayudado se atreve a tratarme así. Ah!  Bueno amenos me compró un helano.

Nathaniel

Me encontraba atendiendo unas cosas en la oficina cuando el teléfono suena. Era una llamada del director es la universidad.

—Ay no—dije para mi—¿Ahora en que lio se habrá metido Gabriel?

Tome el teléfono y la voz de la secretaria me comento sobre un accidente con Emma. Me preocupó pensar que ella podría estar enferma o algo así, pero casi me da un infarto al escuchar que Emma había golpeado a una compañera a tal grado de dejarla  inconsciente.

Tenia que ser una broma, Emma seria incapaz de hacer algo así, de Gabriel lo podía esperar, pero de Emma jamás.

Tome las llaves del auto, me levante de la silla en dirección a la puerta pero al momento de tomar la manilla esta se abrió permitiéndome ver la figura de Miranda.

Maldita SensaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora