Gabriel
El maldito perro comenzó a jugar con las mangas de la polera. Me arrastro por toda la entrada sujetandome de la capucha con los dientes. De casualidad tire una pequeña mesa con mi codo. El ruido llamo la atención de una pequeña.
La niña me miró asustada y confundida. A los pocos segundos apareció Jane. Lo sujeto del collar y lo aparto de mi.
—¿Quién eres?—preguntó la niña.
—Molly, llevate a Tobby—ordeno Jane.
La niña la obedecíó y se llevo al perro consigo dejándonos a solas. Me levante del suelo y acomode la capucha de la polera para que no se vea tan mal como me la había dejado el maldito perro segundos atrás.
—Yo... Hola—dije sonriendo para tratar de sonar inocente.
—Lárgate—dijo fría.
—Si, ya me iba—dije señalando la puerta a espaldas de mi—. Por cierto... Linda casa.
—¿Te estas burlando?—preguntó enfadada. No la culpo que piense así, ya que en pocas palabras su casa es un asco.
—No, no claro que no. Yo solo... Ah, mejor me voy.
—Adios—dijo con voz firme.
—Gracías por la botella.
—Solo vete.
—Ya okey, tranquila... Relajate—dije abriendo la puerta pero accidentalmente no medí ni fuerza y rompí parte de la puerta—Yo... Lo–lo siento.
Si la mirada de Jane hablara me estaría diciendo *Hijo de puta*. Pero como no habría de romperla si la casa esta en pesimas condiciones, parece corral.
—¿Qué hiciste?—preguntó irritada.
—Yo... —admito que el carácter de Jane me asustaba un poco—Lo reparare.
—¿Sabes de carpinteria?
—Pues no... Pero... Puedo intentar.
—Mejor lárgate.
—Pero...
—Que te vayas, ahora—dijo echándome de su casa.
Me sentía mal por haberla dejado sin puerta después de haberme salvado de morir de sed. Pero no podía hacer nada por ella así que... Ni modo.
Helena
Los niños habian salido. Nathaniel y yo estábamos solos en casa. Quería tratar de llevarme bien con Nathaniel por Emma, Gabriel y la bebe que se venia. Aun que el rostro de esa mujer no dejaba de atormentarme cada vez que lo veía cerca mio.
—¿Quieres que te ayude?—pregunto Nathaniel al verme con un bote de crema para la piel.
Le di el bote y comenzó a frotar por toda mi espalda y hombros. Sinceramente mi vientre me impedía hacer muchas cosas, un poco de ayuda me venia bien en este estado.
—Extrañaba esto—dijo.
—¿Que cosa?
—Tocar tu piel.
—Nathaniel...
—Quisiera que todo vuelva a hacer como antes, que volvamos a ser la familia que éramos.
—Ya nada es como antes.
—¿Por que no?
—Nathaniel, no arruinaste a todos. Me arruinaste, que te costó contarme que tenías un hijo.
—No lo sabia, te juro que no lo sabia.
—Ya lo quiero escuchar mas. Estoy cansada, buenas noches—dije acomodandome en la cama.
Nathaniel me observó por un buena rato y luego se marchó de la habitación.
Gabriel
Al volver al karaoke vi que todos dormían, miré la hora eran las 2 de la mañana. Era el único despierto, estaba aburrido. El celular de Emma sonó, lo tomé era un mensaje de Violetta.
“Si piensas que podrás separarnos estas muy equivocada. Deja de enviar a tu hermano a hacer el trabajo sucio por ti”
Me llené se cólera al leerlo. No quería que Emma lo viera así que lo borré.
Revise su galeria, aun tenia fotos al lado de Violetta. Le hice un gran favor y las eliminé una por una.
Los odiaba, odiaba a todos, todos los que se burlaron de mi, todos los que nos dieron la espalda. Me vengaria de ellos, estaba mas que seguro que lo haría. Pero necesitaba ayuda, y dudo mucho que Emma quiera colaborar, pero no me rendiré hasta ver a Violetta suplicar.