Emma
–¿Estas lista?
Suspiré y respondí el mensaje de la tía Alice. «Vamos Emma, tu puedes». Salí de mi habitación y baje las escaleras con dirección a la puerta principal. Estaba mas que nerviosa, en ovaciones así temo hacer el ridículo frente a todos. Abrí la puerta, la tía Alice me esperaba dentro del auto. Sonreí al verla y entre en el.
—Te vez preciosa—dijo.
—Gracias.
—Tranquila, nada malo te pasará—dijo notando mis nervios.
Asentí, ella tenia razón, nada malo me pasaría, estaría con Andrés, nada malo me susederá.
La tía Alice condujo hasta llegar a una hermosa recepción. Esto me recordó cuando mamá me solía contar que papá la llevaba a este tipo de fiestas, supongo que ahora es mi turno.
—Tranquila si, te vez muy hermosa.
Esas palabras me alentaron. Sonreí y salí del auto. Le agradecí una vez más por el vestido y entre a la recepción.
Todas las personas vestían de manera elegante, el lugar parecía ser un castillo, era muy hermoso. Puede que suene infantil, pero me hacia sentir como si fuera una princesa en busca de su principe azul.
Busque a Andrés entre todas esas personas pero me resultaba muy difícil ya que habían muchas personas. Comenzaba a preocuparme, pues las miradas de apoco se iban centrando en mi.
Esa sensación de que alguien me miraba me hizo levantar la mirada junto a una de las columnas del lugar, era Andrés. Me observaba a lo lejos junto a un grupo de amigos. Sonreí nerviosa y se fue acercando cada vas mas a mi.
—Emma—sonrió—¿Qué estas haciendo aquí?
—Vine a verte.
—No puede ser, ¿Enserio eres tu? No puedo creer que estés aquí.
—Quería estar contigo.
—Wou, si que me sorprendiste—no pude evitar abrazarlo, me moría de ganas de hacerlo. Lo estrañaba tanto, no lo veo muy seguido a causa de su trabajo y mis clases en la universidad—Ven, te presentaré a mis amigos—dijo tomándome de la mano.
Me puse nerviosa, conocería a sus amigos, probablemente todos sean mayores que yo.
—¿Y esta hermosa joven quien es?—preguntó uno de los jóvenes.
—Emma, quiero presentarte a Jhoan, fue mi compañero de apartamento en la universidad.
—Es un placer.
—Igualmente señorita—dijo Jhoan.
—Ella es Carmen—ese nombre me sonaba—Es mi secretaria—ah, claro, la chica que Daniel había mencionado aquella vez.
—Hola Emma—dijo Carmen, si que era bonita.
—Hola Carmen.
—Y él, él es Marck, es hijo de un amigo de mi padre.
—Es un placer—dije.
Marck me extendió la mano y la tome en forma de saludo. Estaba sentado en una silla de ruedas, me preguntaba si se debía a un accidente o había nacido así.
Gabriel
Emma había salido, mis padres aun no llegaban del trabajo, estaba aburrido, muy aburrido. Me levanté de la cama y decidí ir a comprar algo de comer. Me dirige al mismo supermercado de siempre, entre y fui en busca de alguna sopa instantánea. Mientras caminaba por los pasillos me topé con la persona menos indicada.