Emma
—¿A donde van?—preguntó Andrés sentándose a mi lado.
—No lo se.
Andrés tomo mi mano por debajo de la mesa, se inclinó hacia mi y me dio un corto, pero dulce beso en la mejilla.
—Emma... —dijo mi padre al vernos.
—Déjalos—dijo la tía Alice interrumpiendolo.
Gabriel
Camine con el celular de Jane en la mano, este se encontraba sin batería, era de esos antiguo que solo sirven para llamadas. Su celular es aburrido al igual que ella.
Jugaba con el celular lanzandalo hacia mi otra mano, me sentía acróbata. Seria una pena si... Ah, rayos se callo al suelo. Espero no se haya roto la pantalla, de lo contrario Jane me mataría.
Me agache para recoger el celular, pero al estar cerca de tomarlo unos tenis se interpusieron entre mi mano y el celular. Al levantar la mirada la vi, maldita sea.
—¿Gabriel?—dijo la rubia falsa—¿Qué estas haciendo?
Me levante hasta quedar a su altura. La mire fijamente a los ojos. Vestía pantalones, cosa que jamás le había visto antes.
—Me disculpas, estas pisando mi celular.
Violetta miro al suelo, movió su pie y se agachó a recogerlo.
—Lo siento—dijo entregándome el celular. Mire la pantalla, estaba rota.
—Me matará—hable para mi.
—¿Quién?—preguntó confundida.
—Nadie. Ya me voy—dije empezando a caminar.
—Espera—dijo tomándome del brazo—Mañana es mi cumpleaños, y... Quiero que tu y Emma vengan.
—Ya vere—dije sabiéndome de su agarre para seguir caminando.
Su cumpleaños... Claro que no iré.
Emma
La cena termino, pero el tío Jesús y mi padre salieron al jardín para tomar algo de alcohol mientras la tía Alice y mi madre entraron a una de las habitaciones para pasar mas tiempo con la bebe.
—Chicos me aburro—dijo Michael.
—Duerme—aconsejo Andrés desde el sofá.
—Yo iré por unos tragos con mi padre y mi tío—dijo Daniel empezando a caminar.
—Buena idea—dijo Michael caminando tras de él.
Ahora solo estábamos Andrés y yo. Esto se volvía algo incomodo ya que la televisión estaba de por medio.
—¿Quieres ir a otro lugar?—dijo Andrés sin quitar la mirada de la pantalla.
—Si—dije.
Se levantó del sofá, tomo mi mano y me llevo por la puerta trasera.
—Será mejor salir por aquí, así nos ahorramos las preguntas—explico mientras abría la puerta.
—¿A donde iremos?
—No lo se, solo quiero pasar mas tiempo contigo.
Dicho esto empezamos a caminar, me aferre de su brazo recostando no cabeza en su hombro mientras caminabamos por las calles.
Nos detuvimos al escuchar el timbre del celular de Andrés. Me separé de el para que pueda tomar la llamada. Sacó de su bolsillo el móvil y contestó. Se apartó un poco mientras hablaba, al parecer era Carmen contándole cosas sobre la oficina.
—¿Emma?—escuche decir, la voz me era tan familiar. Voltee la mirada y fue ahí cuando supe de quien se trataba—Si, Emma, eres tu.Violetta se acercó a abrazarme pero me aparte de ella.
—¿Qué haces aquí?
—La calle es libre Emma—comentó riéndose.
—Listo, solo eran cosas de la oficina, nada importante...—dijo Andres acercándose a nosotros. Se quedo mudo al ver a Violetta. Y es que Andrés jamás olvidaría aquella noche en la que Alex y Violetta me rompieron el corazón.
—¿Y tu eres?—preguntó Violetta con la mirada fija en Andrés.
—¿Que se te ofrece Violetta?—dije cambiando de tema. La verdad que no quisiera que Violetta siga metida en mis asuntos personales.
—Pues nada en especial... De todos modos Gabriel te lo dirá.
—¿Gabriel? ¿Decirme que?
—Es sobre mañana, ¿ya te olvidaste que dia es mañana?—preguntó risueña.
—Domingo —respondí obvia.
Violetta empezó a reírse, probablemente de la vergüenza.
—Es mi cumpleaños tontita. Bueno ahora si debo irme... Si gustas puedes venir con él, a Alex y a mi nos encanta conocer personas nuevas.
—Violetta, agradezco la invitación pero, ni mi hermano ni yo estamos interesados en asistir, que lastima, será en otra ocasión—dije tomando la mano de Andrés y empezando a caminar dejando a Violetta atrás.
Gabriel
La puerta se abrió, permitiéndome ver el rostro enfadado de Jane. Aun que su mirada diera miedo decidí sonreír.
—Eres realmente hermosa—dije en intención burlona, ya que Jane parecía una de esas mendigas que paran pidiendo limosna en los súper mercados.
—¿Te das cuenta la hora que es?—dijo irritada—Son las 11 de la noche.
—¿Y eso qué? Vine a devolverte esta cosa—dije mostrándole el celular.
—¿Qué haces con eso? Creía que lo había perdido—dijo arrebatandome el celular de la mano.
—Oye calma, solo lo tome prestado—Me miró con señales de muerte en sus ojos, lo primero que pensé fue que se está no saldría vivo—Ven vayamos a caminar—dije tomándola de la mano.
Al salir caminamos hacia el parque y nos sentamos en la banca. No había nadie más que nosotros, todo estaba en silencio.
Podría permanecer en esta tranquilidad por toda la vida, pero como siempre algo lo interrunpia.—¡Jane!—oí gritar a lo lejos.
Aquel grito llamó nuestra atención. A lo lejos venia Juan corriendo hacia nosotros. Por impulso me levante de la banca confundido tras verlo. Juan corrió directamente a mi. Me dio un fuerte golpe en la cara logrando tirarme al suelo.
—¿Estas con él?—pude ver como Juan le gritaba a Jane sosteniendola por los hombros con brusquedad—Eres una maldita Zo...—no lo deje terminar la frase ya que me abalancé sobre él.
Lo sujetaba de la camiza con una una mano mientras que con la otra no dejaba de golpearlo. Estaba tan ebrio que apenas podía defenderse. Lo empuje haciendo que se alejara de mi.
—¡Lárgate!—ordene.
Juan sin decir nada mas se alejó. La verdad que la pelea se hubiera puesto peor si Jaun no hubiera estado ebrio.
Me giré a ver a Jane, ella me miraba asustada. Y claro, como no iba a estarlo, ni siquiera sabía lo que ocurría.
—Será mejor que vuelvas a casa—sujeri.
Jane asintió y corrió a casa. Yo también haría lo mismo, y no por miedo a Jaun, si no por no seguir dándole problemas a Jane. Aun que había conseguido darle una lección a Juan, el logró dejarme el labio roto y el ojo hinchado. ¿Ahora como se supone que iré a casa?