Perdonen mi ausencia, se que muchos de ustedes me quieren matar por hacerlos esperar tanto... Espero les guste este capitulo 💛
Emma
Había que admitir que fue la cena más incómoda que pude llegar a tener. Para empezar, la mujer que tanto daño nos había hecho estaba presente, y al parecer el tío de Alex parece llevarse muy bien con ella. Por otro lado estaba Violeta, quien no dejaba de lanzarle miradas a mi hermano como si Jane no estuviera presente.
Una vez en el auto, la única vocecita que se podía oír era la de mi pequeña hermana tratando de decir mamá, los demás parecían estar ausentes.
-Me gustó la comida-comentó Gabriel rompiendo el silencio.
-¿Seguro que solo eso?-preguntó Jane seria con la vista fija a la ventanilla.
Gabriel no sabía qué responder, probablemente por la vergüenza. Buen hecho Gabriel.
Al llegar a casa, me despedí de Andrés con un beso en los labios. Mis padres entraron junto a la pequeña Camila para darnos privacidad a los cuatro.
-¿Te acompaño a casa de mis abuelos? -le dijo Gabriel a Jane.
-No hace falta- respondió.
-Pero…-titubeo Gabriel.
-Yo la acompaño- se ofreció Andrés.
-Genial-dijo Jane empezando a caminar.
Andrés rió de la expresión de mi hermano al ver como su novia lo rechazaba. Se lo merecía.
-Vamos-le dije a Gabriel para entrar a casa.
Gabriel me siguió con expresión culpable.
-Después de todo lo que pasamos juntos…-se quejo mi hermano al subir hacia su habitación.
-Eso te pasa por idiota-le dije.
-¿Idiota?
-Si, sabias muy bien lo que hacías y no te importó.
Mi hermano hizo cara de inocente.
-¿En serio crees que dejaría al amor de mi vida por una rubia falsa?
Le hice una mueca, e ignorando sus quejas subí a mi habitación.
Al cerrar la puerta empecé a desvestirme, y al quedar en ropa interior recibí un mensaje. Supuse que era Andrés deseandome buenas noches, pero no fue así. Mi sorpresa fue grande al ver el nombre del contacto registrado.
Era Alex.
-¿Podemos vernos? -decía el mensaje.
No podía creerlo. Es decir; era algo estúpido y extraño. Las cosas entre nosotros no estaban mal, pero vernos era algo que simplemente no podía darse.
Quise ignorar el mensaje, pero enseguida me mando otro.
-Es muy importante para mi.
Surgieron muchas dudas dentro de mi. Tal vez estaba ebrio o algo así.
-Lo siento, no puedo- le escribí.
-Por favor. Necesito verte, es urgente.
Se que estaba mal, pero tenia curiosidad.
-¿Cuando?
-Mañana, a las ocho, en el parque cerca a tu casa.
-Bien.
Creo poder ser capaz de enfrentar lo que tenía por decirme. Esperaba que no sea nada malo. En serio lo esperaba.
Helena
