Capitulo 27

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Gabriel

Andres había regresado a la ciudad, admito que lo extrañé. Andres me solía tarar como su hermano menor, espero que esa costumbre no haya quedado en el pasado y siga considerándome de igual manera.

-¿Entonces por cuanto tipo de quedaras? - Pregunte.

-Ya no me iré, planeo quedarme. - Dijo sonriendo.

-Eso es fantástico. - Dijo Emma agregándose a la conversación.

-¿Cuándo salimos? - Pregunte.

-No lo sé, cualquier día.

-Cualquiera menos el sábado. - Dijo Emma. - No podre ese día.

-Emma.... querida, no te metas. - Dije ordenándole guardar silencio con mi dedo. 

Andres empezó a reírse tras mi acción. - Parece que no has cambiado para nada. - Dijo entre risas.

-De echo si ha cambiado. - Dijo Emma. - De mal en peor.

Hice una mueca ante su comentario. - Y tu no dejas de ser la misma niñita quejona de siempre.

-Ya no peleen. - Protesto Andres. - Que les parece si mañana voy por ambos a la universidad.

-Wau que tierno Andres, iras por mi a la universidad. - Dije haciéndole ojitos, a lo que Andres correspondió con una sonrisa burlona. 



Emma

Me encontraba en el pasillo de la universidad guardando mis libros en el casillero.

-Entonces... tu amigo de la infancia esta de nuevo en la ciudad. - Dijo Violetta recostara en uno de los casilleros.

-De hecho, es como un hermano para Gabriel y para mí. - Dije cerrando mi casillero.

-¿Y es guapo?

-Oye, no te acerques a él, me pondré muy celosa si lo haces. - Dije comenzando a caminar.

-Eso quiere decir que es muy guapo. - Dijo Violetta.

-Él es... - No termine la frase, ya que mi nombre fue mencionado en ese instante.

-¡Emma! - Era mi hermano, quien corría con dirección a mi. 

-Gabriel... ¿Qué sucedió? - Dije al verlo con la respiración agitada.

-Es... es... - Guardo silencio para poder tomara bocanadas de aire.

-Tranquilo. - Dije acariciando su espalda.

-Es papá. esta aquí, está hablando con el director.

-¿Qué? - <<¿Papá aquí?>>

-Tienes que cuidarme Emma, estoy seguro de que me matara.

-Que exagerado. - Comento Violetta bufándose de la condición de Gabriel.

-No te matas rubia falsa. - Dijo Gabriel. Violetta se indignó ante su comentario y termino marchándose dejándome a solas con mi hermano.

-No tenias que ser tan grosero. - Dije regañándolo. 

-Ella empezó. - Dijo. - Emma ¿qué haré ahora?, estoy seguro de que el director le contara todo acerca de mi comportamiento y terminaré muerto.

-Gabriel cálmate, eso no pasara. - Dije tratando de calmarlo.

-¿Cómo estás tan segura?

-Estamos en la universidad, nada malo te pasara. Ahora regresa a tu salón, trataré de pensar en algo.

Gabriel asintió y se marchó. Solo esperaba que se tranquilizara un poco, trataré de pensar en una solución para que papá no termine matando a Gabriel. 


Gabriel

Durante toda la clase, mis piernas no dejaban de temblar pensando en lo que el director pudiera estar hablando con mi papá. <<Oker Gabriel, cálmate.>>

Quizá Emma tenga razón. Estaba en la universidad, nada malo me pasaría. Papá no podía hacerme nada estando aquí.

El sonido de alguien llamando a la puerta llamo mi atención. El profesor se acercó a abrir la puerta. Mis ideas de estar a salvo en la universidad se esfumaron al ver la figura de mi padre parada en el marco de la pared.

Trate de taparme la cara con mi brazo, mientras mi mente me advertía el final de mi vida. 

-Estoy buscando a mi hijo. - Dijo. - Tengo asuntos que hablar con él.

Sentí como las miradas de mis compañeros se centraron en mí mientras que mis compañeros hacían ruidos indeseables haciendo notar los problemas en los que me había metido.

-Es que estas ahí Gabriel. - Dijo con seriedad. - Será mejor que salgas.

-Ah... aquí estoy bien. - Dije sin bajar la mano que cubría mi rostro.

Sentí como me tomaban de la capucha de mi casaca haciendo que me levantara de mi asiento. Las burlas de mis compañeros no tardaron en aparecer al ver a mi padre sacándome del salón de clases. 

Al salir del salón, mi padre me llevo de esa forma a su auto.

Estando ahí dentro comencé a rezar a todos los santos que me concedan un milagro y me sacaran de ese lugar.

-Papi... ¿Te he mencionado lo mucho que te quiero? - Dije sonriendo.

Mi padre se bufó. - Considérate muerto. - Dijo con voz gruesa y firme. <<Dios, no sé cómo es que mamá se enamoró de ti con ese carácter>>


Emma

Era salida, me dirige al salón en busca de Gabriel. Pero al estar ahí sus amigos me contaron que mi padre lo había sacado temprano a la fuerza.

Me sentía preocupada por Gabriel, después de todo yo fui quien le dio falsas esperanzas en que papá no vendría.

Al llegar a la puerta principal de la universidad me tope con la figura de Andres reposada a un auto de color azul.

Corrí hacia él mientras le regalaba una sonrisa. - Hola. - Dije.

-Hola, ¿Y tu hermano?

-Papá vino por él. - Dije con la mira al suelo.

-¿Y eso es malo? - Pregunto. 

-Pues si, papá suele ser muy estricto con el por la...

-¿Compañía? - Dijo completando mi frase. 

-Pues sí. - Dije sonriendo.

-Entonces... ya que Gabriel no está aquí, ¿Nos vamos?

-Sí. - Dije con ánimos. 

Maldita SensaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora