9. Chantaje coqueto.

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Se dejó caer sobre el cómodo sofá de su departamento, apoyando su pierna sobre el apoyabrazos de este mismo, teniendo el dije entre sus dedos, admirando este con una gran sonrisa pintada en su rostro, sin poder creer que en verdad Keith le había regalado una cosa tan significativa al igual que escuchar esas palabras, causándole nuevamente un sonrojo sobre sus mejillas al recordar la perfecta imagen del joven con un rubor sobre sus pómulos acompañado de un tierno peluche que había ganado para él. Sentía que tarde o temprano sufriría de una hemorragia nasal a causa del azabache y su grandísima ternura.

– Lance, ¿Keith vive por aquí?– Preguntó el albino, pasando una mano por su largo y sedoso cabello albino, avanzando hasta donde se encontraba el moreno para tomar asiento, mirándolo.– Sé que todos viven juntos, o sea, en el edificio. Nunca pensé que fueran muy divertidos.

– Por eso son mis amigos.– Sonrió levemente, sin dejar de mirar el dije entre sus dedos con un gran brillo en sus ojos hasta que el albino carraspeó, esfumando todo pensamiento de su mente.– ¿Qué tienes?

– ¿Quién te lo dio? ¿Acaso son novios?– Alzó levemente una ceja el hombre, teniendo su atención sobre el moreno.

– ¿¡Qué!? No, no, no, para nada, no soy su novio.- Negó con la cabeza, sujetándose del apoyabrazos al sentir que caería al suelo.– Keith nunca me gustaría, jamás de los jamases andaría con ese tonto. Pff... estás loco, estás delirando, ¡es un emo! ¡nadie se fija en eso! No, para nada, aparte no soy gay porque él me volvió así, pff...– Se cruzó de brazos, recargándose en el respaldo del sofá, nervioso.

– Hey, solamente te pregunté si te gustaban los hombres, no me tenías que decir esas cosas que me importan un quiznak.– Afirmó, rodando sus ojos para después levantarse un poco del cómodo sofá, acercándose más al moreno con unas pequeñas intenciones que no parecían tan malas para él.– Sabes una cosa, no creo que Keith te esté siendo sincero con sus palabras ni con ese collar que te regaló... ¿Qué tal si la otra mitad nunca la usaría y la tira? Te vería la cara de idiota enamorado y se burlaría de ti...

– Keith no es así.– Dudaba de sus palabras.

– ¿Y si en verdad te ha estado mintiendo? No sería nada nuevo que estuviese jugando contigo, morenito.– Sonrió levemente, pasando con suavidad su mano por el mentón del moreno, mirándolo con suavidad.– Keith es una de esas personas que demuestra corazón de piedra, que no siente piedad por nadie, y allá vas tú, creyendo cada una de sus palabras como si fueran verídico.

– No lo conoces...

– Tú tampoco lo conoces, lindo.– Esas palabras lo hicieron dudar por completo, dudaba si conocía por completo al azabache, dudaba si decía toda la verdad, dudaba de él como amigo.– Nadie conoce a una persona lo suficiente, no importa los años que hayas compartido a su lado, nunca se podrá conocer a la persona de pies a cabeza.– Aparte, no te mereces a alguien así de frío, de que siempre arme discusiones contigo sin que tengas la culpa... Es un chico desastroso, es un chico abandonado por completo, solamente su egoísmo y orgullo lo hace patentar lo que es, pero si lo analizas más a fondo descubres a un chico muy diferente... Tal vez tiene novia y nadie sabe...

– No, Keith no es de relaciones.– Afirmó, pero en su tono de voz se demostró lo contrario, sintiendo cada caricia de albino en su rostro con goce.– No está interesado.

– Él quiere que piensen en eso, desinteresado al amor. Keith sabe jugar con sus mentes a la perfección, tal vez con tu corazón y sentimientos también.– Fue acercando levemente su rostro sin dejar sus acaricia sobre la cálida y suave piel de moreno.

– Keith es misterioso y... algunas veces miente...- Murmuró, elevando su vista para encontrarse con los bellísimos orbes de un color negro profundo y más que oscuro que las mismísimos profundidades.

First time kissing a guy. ↪klanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora