First time kissing a guy. ↪klance

27. Bailando. (klance al máximo)

Después de pasar horas y horas en el museo de artes en La Habana, Lance y Keith regresaron a su hotel para darse una buena ducha para poder descansar un poco su anatomía y mente, el azabache y el albino no habían creado ningún tipo de problemas ni menos mantuvieron miradas, habían propuesto estar tranquilos si no pasaban el límite que se habían establecido entre los dos, incluyendo un poco a Lance en el problema para que éste mismo pudiera intervenir por si llegara a pasar algo. Los tres jóvenes se encontraban a las afueras de un gigantesco local, el cual era decorado por varias luces llamativas en sus bordes, muchísimos carteles de cosas variadas, el aroma del alcohol se presentaba y sin duda alguna la música se escuchaba desde dos cuadras, varios jóvenes ya se encontraban haciendo fila para poder entrar, corren los rumores que es el mejor de los lugares donde el alcoholismo y el sexo predominan más, algo que a Keith no le gustaba mucho como digamos, le aturdía el volumen de la música y aborrecía el alcohol, dependiendo de su cantidad.

- Ya me quiero ir.- Habló el azabache, quien se encontraba recargado en la pared con una pierna cruzada con la otra, sosteniéndose con la punta de su pie, cruzándose de brazos.- Capaz y entramos a la una de la mañana, prefería quedarme en la habitación viendo algunas películas.

- Eso es muy cliché en las parejas.- Comentó el albino, girándose hacia ambos.- Disfruta una sola noche, niñito, no todo el día te la pasas encerrado en tu cueva, ¿o sí? Eso es muy estúpido, deberías de empezar a vivir la vida, vaya la ironía de la frase.

- Creo que tienes razón.- Y fueron las palabras que impactaron al moreno y al albino, Keith no era de esas personas que le daba la razón a otras.- Debería dejar fluir esto y... ya.

- Te prometo que te vas a divertir.- Sonrió el moreno, acercándose al azabache para rodearlo con su brazo por sus hombros, apegándolo a su cuerpo.- Y te bailaré tal y como lo hice aquella vez...- Esas palabras las había murmurando cerca de su oído, alcanzando a morder su lóbulo con lentitud, alejándose un poco.- ¿Te parece bien?

- Puta madre, me vas a ir dando un paro cardíaco con eso, tu caderas son perfectas.- Se llevó una mano a su rostro, cerrando sus ojos en esos instantes para evitar cualquier contacto con el moreno, aunque sea por unos segundos.- Ya es un trato, Lance.

- Sabes que cumplo todos mis acuerdos.- Sonrió, solamente mostrando un fina línea curvada en sus labios, desviando su vista después hacia la fila.- Ya vamos a entrar, faltan cinco personas, jamás he sentido tanta felicidad y emoción en mi vida.

Al pasar los minutos los tres jóvenes habían ingresado al local, el albino se había dirigido hacia el otro bar donde servían las bebidas más fuertes del lugar, mientras que el moreno y el azabache se dirigieron al otro que se hallaba en la esquina opuesta, Keith había pedido una simple limonada mineral, mientras que Lance había ordenado una extraña combinación de whisky y ron, tan sólo pensar el saber de aquella bebida revolvía el estómago del azabache. La pareja se limitó a sentarse en una de las mesas, dejando al albino para que pudiera coquetear o lo que sea que haga en un lugar de estos.

- Si con otro pasas el rato, vamos a ser feliz, vamos a ser feliz, felices los cuatro...- Comenzó a canturrear el moreno, moviendo de un lado a otro con suavidad su anatomía, bebiendo de su vaso.- Yo te acepto el trato...

- Uhm...- Rodó sus ojos, sabiendo un poco lo que la letra de la canción decía, convivir con el moreno y que éste le enseñara un poco más de español le vino bastante bien.- Es una porquería de canción, ¿por qué diablos no ponen Queen o The Rolling Stone? Algo bueno, no eso...

- Eso no decías cuando escuchabas una canción de Travis Scott.- Se burló, riendo por lo bajo.- Tranquilo, es casi lo mismo, pero en tu idioma. Ambos géneros hablas sobre sexo, alcohol, drogas y dinero, Keith, pero uno tiene ritmos diferentes y el otro no.