First time kissing a guy. ↪klance

35. Inesperado.

Ya era la segunda vez que el azabache apartaba las manos del moreno de su cabello, ya que éste pasaba parte de su mano por su lengua, algo que le daba más que asco a Keith al saber que su saliva quedaría en sus cabellos, optando por alejarse un poco más de él, aunque no había tanto espacio al estar en el vehículo del mayor, quien los veía por el retrovisor, riendo por la actitud de ambos jóvenes.

— Deja de reírte.— Habló el azabache al notar que el mayor no dejaba de reírse en bajo, dándole un manotazo al moreno al ver de reojo que quería poner sus manos sobre su cabello.— No voy a una maldita cita de trabajo como para que me haya vestido así, puta madre.

— Vas a ver a tu hermano después de quince años de estar lejos de él, Keith, es importantísimo que vayas así.— Sonrió levemente, mirando a su pareja.— Estoy emocionado, más que tú.

— Ya Keith, quita ese gesto de amargado.— Mencionó Shiro con una pequeña risa al ver el gesto del azabache por el retrovisor.— Ah, no, no puedes, así tienes la cara.

— Vete al diablo...— Murmuró ante su comentario, cruzándose nuevamente de brazos, desviando su vista hacia la ventana cuando el mayor estacionó el vehículo en el lugar acordado por el moreno y el albino.— Mejor me mato y ustedes dos hablan con él, adiós.— Se quitó su cinturón de seguridad para después abrir la puerta del vehículo, y antes de que sacara un pie al exterior, el moreno lo detuvo.— Suéltame, no quiero ver a ese niñato.

— Hicimos un acuerdo, Keith, no lo rompas.— Alzó levemente ambas cejas, soltó el brazo del azabache con suavidad para desabrochar su cinturón de seguridad y abrir la puerta del vehículo.— Todo saldrá bien, Shiro y yo te lo aseguramos.

— ...— Suspiró, asintiendo levemente.— Bien, confío en ustedes...— Salió del vehículo junto con el mayor y el moreno, quienes cerraron sus puertas para que después se escuchara el seguro del automóvil, indicando que la alarma había sido activada.— Vayan primero.

— Tranquilo, amigo.— Se acercó el mayor, dejando algunas palmadas en su espalda que podrían tranquilizarlo.— Son quince años, no es nada y, aparte, han estado conectados desde los diez años, así que no hay nada de qué temer.

Y sin más que decir, Shiro y Lance fueron los primeros en entrar al local, buscando con su mirada al joven de cabellos claros hasta que pudieron verlo, sentado en una de las mesas pegadas al gran ventanal, había sido fácil, era el único con ese color de cabello en el lugar. El moreno ni lo pensó dos veces para acercarse, seguido del mayor, quienes se acercaron a la mesa con una gran sonrisa, tocando su hombro con suavidad para que éste volteara a verlo, sorprendiéndose demasiado ante el parentesco de ambos jóvenes.

— Usted debe de ser Lance, ¿no es así?— Sonrió, levantándose del sillón para estrechar la mano del moreno.— Y usted Shiro, mucho gusto.

— Igualmente, Keith número dos.— Correspondió a su sonrisa, tomando asiento cuando el mayor y el albino lo hicieron.— ¿No te molestes que te diga así? Es que se van a confundir cuando los llame y así.

— No te preocupes.— Negó levemente, tomando la servilleta que estaba sobre la mesa, extendiéndola para ponerla sobre sus muslos.— ¿Dónde está mi hermano? ¿Canceló? Ah, vaya, quería verlo...

— Oh, no, no, no, está...— Y sin terminar la frase, la puerta del local se había abierto, mostrando al azabache con un gesto de pena, haciéndole una seña con sus ojos al albino para que volteara, quién lo hizo, el moreno pudo observar claramente la gran sonrisa que se había formado en su rostro al ver al joven, se quitó la servilleta de sus muslos para correr en dirección a Keith, rodeándolo con sus brazos con cariño y fuerzas, mientras que éste mostraba un gesto de pocos amigos.— Diablos, Keith segundo es demasiado tierno para mí...— Masculló Lance a Shiro, mirando la escena de ambos con atención.