40. Flashback II [Keith]

1.1K 127 60
                                    

Keith Kogane cuenta con tres años de edad, no tenía ni la menor idea de la vida, cada cosa era nuevo para él y el aprendizaje no tardaba en llegar a su mente. Su frágil cuerpo se encontraba encorvado, recargado en la esquina de una habitación totalmente oscura, los gritos inundaban sus oídos, sus pequeñas manos trataban cubrir estos para evitar seguir escuchando esas personas que discutían a cada cinco minutos, las lágrimas no tardaron en deslizarse por sus mejillas. Aterrado. Pánico. Miedo. Cosas que su persona comenzaba a sentir, se sentía acorralado por el odio de los mayores, no quería seguir estando ahí, quería salir de ahí lo más rápido posible, huir de las sucias manos de aquellas personas.

- ¡Ese niño es para Jhonny!- Se escuchó, un escalofrío recorrió el cuerpo del pequeño azabache al escuchar esas palabras.- ¡Es su cliente, no el tuyo!

- ¡El acuerdo era que ese mocoso estaría con todos!- Una punzada en su corazón.- ¿Sabes qué? Tomemos a ese niño y lo encerramos en la habitación con varios, ¿te parece bien? Así ganamos más dinero y no nos ocupa todo el día.

- Siempre pensé que eras un buen esposo.- Sonrió la mujer de cabellos caoba, acercándose al hombre para dejar un suave beso sobre sus labios, separándose para que su vista se clavara sobre el pequeño cuerpo del azabache, sonriendo con malicia.- Keith, cariño...- Se comenzó a acercar poco a poco, notando que la frágil anatomía del menor comenzaba a temblar a medida de que disminuía su distancia.- Te llevaremos a un lugar donde te la pasarás bien...

- No...- Murmuró, encogiéndose de hombros, creyendo que son eso estaría a salvo de las manos de esas personas.- No quiero... Me lastiman...

- No te van a lastimar esta vez, cariño, lo harán con delicadeza...- Se puso de cuclillas una vez que se detuvo frente al menor, llevando su mano al cabello del pequeño, acariciándolo con delicadeza para poder calmarlo.- Tu mamá te protegerá...

- ... N-no...- Se negó nuevamente, haciendo un pequeño movimiento con su cabeza para que la mujer quitara su mano de su cabello, funcionando.- Quiero irme... S-son malos...

- No me salgas con mariconadas, para algo te adoptamos.- Se acercó el hombre, alejando a la mujer con suavidad para después tomar al menor del brazo con brusquedad, levantándolo repentinamente.- Escúchame bien mocoso, nosotros te dimos este hogar y me parece una falta de respeto que nos lo pagues de esta manera, ¿entiendes? Nosotros no trabajamos y nos rompemos la espalda en vano para que nos salgas con estas estupideces. ¿Quieres comer? Tienes que cooperar, ¿entendido? O yo mismo te llevo a la fuerza.

- ¡No quiero!- Tomó el valor suficiente para mirarlo a los ojos, escupiéndole en la cara, negándose rotundamente a volver a esa habitación, su cuerpo le dolía desde hace semanas.- ¡No eres nadie para obligarme!

- Eres un hijo de puta...- Murmuró el hombre entre dientes, limpiando su rostro para después mirar al menor con molestia, dándole a entender lo furioso que se encontraba con un sólo gesto.- Quise ser bueno, pero no quisiste.

- ¡No, no, por favor, no!- Pidió ayuda al momento en que el hombre comenzó a dirigirse hacia aquella habitación donde pasaba eternos infiernos encerrado con la compañía de algunas personas desconocidas que sólo tenían en propósito de dañar su persona.- ¡No quiero volver, no!

- ¡Cállate!- Alzó su voz el hombre, dejando al pequeño azabache en el suelo, dándole después una bofetada, causando que su cabeza se ladeara ante el impacto.- ¡Cállate ya, me tienes hartó, Keith! ¡No llores, maricón!- Una segunda bofetada, las lágrimas del menor no dejaban de salir con libertad, sintiendo cómo su persona y alma se quebraban poco a poco.- ¡No saldrás hasta que acabes!

El menor suplicó y suplicó mediante llantos y gritos, cosa que el hombre ignoró por completo, volviendo a tomarlo del brazo con brusquedad para abrir la puerta de aquella habitación, lanzando al menor dentro de esta sin piedad alguna y cerrar la puerta, sacó una pequeña llave, adentrándola a la perilla de esta para girarla hacia la izquierda, cerrándola, sacando la llave para después ocultarla en sus prendas. Los gritos del menor no se dejaban de escuchar, esos llantos de dolor inundaban la mente de los mayores, los sonidos de placer por parte de los desconocidos causaba que su pena por el menor disminuyera, imaginándose el dinero que recibirían por eso.

Las horas pasaron como si se tratase de un humor expandiéndose por el cielo azul, opacando ese color azul que una vez tuvo vida, Keith se hallaba en el frío suelo de la habitación, teniendo una posición fetal, sus lágrimas no paraba de salir desde hace tiempo atrás, todo su cuerpo le dolía más de lo imaginado, su mente se encontraba distorsionada, no quería asimilar las cosas malas que le habían pasado, no quería tener imágenes asquerosas de esas personas. Las dos personas mayores abrieron la puerta, iluminando al pequeño cuerpo que no dejaba de temblar y sollozar, el hombre únicamente sonrió con malicia y su mujer se quedaba mirando al pequeño.

- Ya cierra la boca.- Se quejó el hombre, acercándose con cierta molestia al escuchar que los llantos habían aumentado, hartándolo.- ¡Ya!

- Me duele...- Se quejó, abrazándose a su mismo, encogiéndose en su lugar a medida que sentía la presencia del hombre más y más cerca.- M-me quiero... ir...

- Te llevaremos de nuevo al orfanato, eres muy llorón para esto.- Rodó sus ojos al escuchar al menor, acercándose para tomarlo del brazo con un tanto de fuerza, alzándolo sin previo aviso.

2 años después.

El sonido que el tacón causaba contra el duro suelo frío de los pasillos resonaban por el lugar a causa del gran silencio que había a esas horas del día, específicamente las seis de la mañana, ningún menor se despertaba a esas horas y menos Keith. La huesuda mano de la mujer se apoyó en la perilla de la puerta en donde dormía con tranquilidad el azabache, abriéndola con lentitud, teniendo una tierna imagen del menor con sus párpados unidos y la mitad de su rostro oculta por la cálida manta, se acercó con lentitud y cuidado de no ocasionar tanto ruido, tampoco quería despertar al pequeño albino, gemelo del azabache.

- Cariño...- Llamó la mujer en un tono suave y dulce, moviendo con suavidad el hombro del menor para poder despertarlo.- Despierta, te tengo una gran noticia, dulzura...

- Hm...- Renegó, frunciendo levemente su ceño para ocultar su rostro por completo con la manta, suspirando.- Es temprano...- Se quejó, sabía la hora que era al no escuchar ningún sonido proveniente de sus compañeros por los pasillos, ni siquiera risas o quejas.

- Vino una familia y te quiere ver...- Sonrió levemente al ver que el menor descubrió su rostro con rapidez al terminar su frase, viendo cómo en su rostro aparecía una pequeña sonrisa, sabía que estaba feliz por escucharla.- Anda, ponte una sudadera y vamos...

- Así iré.- Su sonrisa aumentó, descubriéndose por completo para bajarse de la cama con una gran felicidad en su interior, abandonando la habitación en cuestión de segundos seguido por la mujer, quien reía por lo bajo al ver la actitud del menor, algo que jamás había visto en eso años que estuvo ahí.

Su sonrisa no desaparecía por nada en el mundo, saltaba de felicidad conforme se dirigía hacia la habitación específica donde las personas hablaban un poco con el menor que querían adoptar, hasta que llegó, los nervios lo apoderaron de inmediato y sus huesos temblaron, aunque tuvo valor par abrir la puerta, mirando a una mujer de cabellos oscuros siendo rodeada por un hombre de cabellos blancos y al lado del padre se encontraba un joven de algunos diez años de edad, quien le sonrió al azabache al momento de verlo en la entrada.

Keith sintió una chispa en su interior.

Keith sabía que su vida cambiaría y que podría olvidarse de aquello que noche tras noche lo atormentaba.

Keith Kogane sería feliz por primera vez en su vida.

N/A: No tengo nada que decir, me muero de sueño :c, pero es como un bonito bonus uwur

Ah, y, creo que me tardaré un poco en publicar el siguiente capítulo, no he hecho un proyecto que no pidieron hace dos meses y, como mexicana que soy, dejo todo hasta lo último jsjsjs, no me juzguen :'v

PD. ¿Consejos para conquistar a una chica, please?:c L@ amaré.

First time kissing a guy. ↪klanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora