57. Más amistades.

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El reloj digital del móvil del moreno daban las cinco con treinta y dos minutos de la tarde y el azabache había salido hace veinte minutos de su trabajo, había llegado a la cafetería en donde Lance y Curtis se encontraban, habían tenido tiempo suficiente para planear el pequeño plan que el moreno había sugerido horas antes. La puerta de la cafetería se abrió, mostrando al azabache con un gesto malhumorado, al parecer no le había ido bien en el trabajo y se notaba en su gesto y manera de caminar hacia la mesa en donde ambos se encontraban, tomó asiento al lado del moreno, teniendo su mirada en el suelo con cierta frustración, después de unos pequeños segundos en silencio Keith decidió sacar su móvil, desbloquéandolo y comenzando a mover su pulgar en distintas partes de su pantalla para después mostrarle esta misma a su pareja, quien tomó su móvil con delicadeza para leer lo que le enseñaba.

— ¿Es en serio?— Se sorprendió bastante ante la información que Keith le acababa de revelar, devolviéndole su móvil después de haberlo bloqueado nuevamente, lo miró con cierta extrañeza y molesta.— ¿Cómo son capaces de bajarnos de puesto?

— Pusieron el dedo de que nos fuimos a la camioneta, pero lo hicimos porque te habían lastimado, o sea, ¿no tienen consciencia? Habían lastimado a alguien del equipo y es más que obvio que no te podía dejar y continuar con el plan.— Guardó su móvil en el bolsillo de su chaqueta, cruzándose sus brazos al seguir molesto con lo que el jefe le había dicho y el contrato que lo obligó a firmar horas antes.— Un aeropuerto, no me jodas, ¿qué haremos ahí? Absolutamente nada.

— Bueno, últimamente hay mucho tráfico de cocaína por aquí y como somos los más cabrones, pues a los mejor por eso nos quieren ahí.— Era un buen punto, ambos hombres eran excelentes en lo que hacían, hasta pudieron atrapar al jefe mayor de una de las mafias más polémicas de los últimos años.— No te enojes, podemos hacerlo.

— Buen punto, Lance.— Sonrió levemente al pensar aquello, tomándose unos segundos para mantener un contacto visual con el moreno hasta que desvió su mirada hacia el pelirrojo, quien mantenía su vista clavada sobre la pantalla del computador portátil.— ¿Qué haces, zanahoria?

— Tésis para mañana en la noche.— Respondió sin quitar su vista del portátil.— Lance me ayudó un poco con un tema que no entendía, es muy inteligente.— El primer paso está hecho, pero aún así el pelirrojo se sentía un poco incómodo al tener que fingir algo que no era.

— Mi segundo nombre es cerebrito.— Al moreno le encantaba demasiado lanzarse flores a sí mismo por cualquier cosa, algo que le molestaba un poco al azabache, era demasiado egocéntrico en algunas ocasiones.— Curtis es un buen hombre, mientras te esperábamos me contó sobre su vida y los miles de viaje que hizo, ¿sabes que fue a Alemania? Vaya, quisiera haberlo conocido en ese tiempo para estar con él, es cool viajar para allá.

— Podemos viajar nosotros dos en nuestras vacaciones, solamente debes pedírmelo y consigo los boletos de avión.— Entrecerró sus ojos ante el comportamiento extraño del moreno ante el pelirrojo, su atención se posicionó directamente sobre el brazo de su pareja, ya que éste hizo un pequeño movimiento. Suspiró con cansancio, bajando su vista hacia la superficie de la mesa, elevando un poco su mano para hacer caer, intencionalmente, el cubierto al suelo.— Ups, qué torpe, se me cayó.— Fingió una pequeña sonrisa para después hacer un poco su silla hacia atrás y guiar su torso por debajo de la mesa.

— Deja de tocarme ahí...— Susurró el pelirrojo al sentir la mano del moreno en la parte interior de su muslo, un tanto cerca de su gran valor.

— No te estoy tocando ahí...— Le respondió de la misma manera para que el azabache no pudiera escuchar aquello, mirándolo.

— Pero siento que me estás tocando el pene...

— Pero no lo estoy haciendo...

— Claro que sí, ya quita tu mano...

First time kissing a guy. ↪klanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora