Keith no abandonaba la habitación donde descansaba Shiro, no habían llegado a ningún hospital, el azabache decidió que era mejor llegar directamente al departamento del hombre para que pudiera descansar como era debido, aparte que Lance y Keith se habían puesto de voluntarios para cuidar del hombre, mientras que Pidge y Hunk se irían a su casa a la mañana siguiente. Todos dormirían ahí, junto a Shiro. El moreno despertó al sentir un leve peso sobre sus piernas, era la joven castaña que se había quedado dormida con su computadora portátil en sus muslos, suspiró, comenzando a moverse con suavidad para levantarse de ese sofá, bostezando para dirigir su vista hacia Keith, frunciendo levemente el ceño al verlo aún despierto al lado del mayor.
– Keith, ¿no piensas dormir?– Preguntó con suavidad, acercándose al mencionado para apoyar su mano sobre el hombro del joven, mirándolo con una cierta tristeza.– Está dormido, no te preocupes, por favor.
– Vamos a hablar en la azotea.– Respondió en bajo después de estar en silencio algunos segundos, mirando al moreno con una leve sonrisa a la vez que éste asentía con la cabeza, alejándose del azabache para tomar su sudadera favorita para después salir de la habitación del mayor, esperando al joven en la puerta principal del departamento.
*
Sus ojos se mantenían en el cielo oscuro decorado con pequeñas estrellas y la bellísima luna grisácea que desprendía un brillo no muy similar, el azabache columpiaba sus piernas de atrás hacia adelante, manteniendo sus manos en el borde del edificio al igual que el moreno, aunque él se hallaba de pie, en una zona un tanto lejos del borde al tenerle miedo a lo que podría causar un pequeño error al levantarse. La brisa de la noche era un tanto fría, pero lograba transmitir tranquilidad, sumando el silencio que reinaba toda la ciudad al ser las tres de la madrugada. Lance bajó su mirada hacia Keith, admirando los hermosos mechones de cabello oscuro que se movían al compás del suave viento que hacía, causándole una leve sonrisa al ver que éste se giró levemente al sentir que lo miraban, admirando un ángulo perfecto del azabache para después acercarse con lentitud, deteniéndose detrás de él para rodearlo con sus brazos del cuello, dejando un suave beso sobre su cabeza.
– ¿Qué haces?– Preguntó Keith un tanto extrañado por el comportamiento del moreno, quien se alejó un poco al ver que se movía para ponerse de pie, frunciendo su entrecejo. Pensaba que a Lance le pasaba algo extraño o era el simple hecho de que jamás había tenido ese tipo de contacto, cariñoso y tierno, con alguien.– ¿Así se siente?
– ¿Se siente qué?– Alzó levemente una ceja, sin tener la más mínima idea de lo que decía.
– Que alguien te quiera tal y como eres.– Una cosa que caracterizaba y distinguía a Keith de los demás era su actitud un tanto amargada y para nada social, junto con un gesto de tener pocos amigos. Nunca había sido bueno ni tenía el interés de establecer un lazo de amistad, aunque los cuatro jóvenes habían sido la excepción al ser buenas personas con él, personas que lo aceptan como es.– Se siente bonito, sabes.
– ¿Por qué dices eso?– Lance sentía curiosidad del porqué decía aquello, desconocía por completo el pasado del azabache, excepto lo ocurrido con sus padres y familiares, con los cuales ya no tiene ningún tipo de contacto y tuvo que salir adelante por su propia cuenta.
– Nunca había sentido algo así en mi vida, ni siquiera con personas de mi familia. No soy así ni de hacer amigos o interesarme por alguien, pero contigo... creo que tuve muchísima suerte, no creí que me correspondieras, Lance, siempre te vi como un mujeriego y no tenía esperanza de nada, que sólo me veías como un amigo más en tu lista de amistades en vez de la lista de tus nuevos amores.– Suspiró, bajando la mirada para girar su anatomía, elevando su cabeza para volver a mirar aquellas estrellas.– Ahora entiendo porqué a todos les gusta sentirse querido, porque es algo inexplicable y te sientes visible al mundo, ves todo de diferente manera y...
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First time kissing a guy. ↪klance
Fanfiction- ¿En verdad es la primera vez que besas a un chico?- Preguntó el moreno, mirando al joven con el ceño fruncido, quien asintió tímidamente. - Me gustó que fueras tú el primero.- Confesó, causando que las mejillas del moreno tomaran un color rojizo...