53. Suaves Recuerdos.

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La ceremonia había tenido su fin con el sacerdote diciendo las pocas palabras más que importantes del día y la unión de los labios de ambos hombres, imagen que recibió los aplausos de los invitados que se habían levantado al escuchar la respuesta positiva junto con los anillos de matrimonio que se pusieron uno al otro, había acabado bien y sin ningún tipo de problemas, y ahora sí vendría la diversión, la gran fiesta que duraría hasta que los invitados aguantaran, en verdad a los dos albinos no les importaba hasta qué hora terminaba todo, el vuelo que tenían para ir hacia su luna de miel era dentro de dos días, no tenían preocupaciones. Lance y Keith se hallaban en una mesa cercana a la gran pista de baile, el moreno no dejaba de contemplar la increíble decoración del lugar, tenía una pequeña sonrisa en su rostro, en cambio el azabache contaba con una copa en su mano, la cual contenía un coctel de Whisky que tenía nombre de Manhattan, este era elaborado con dos onzas de whisky de centeno, una onza de vermú italiano y dos pizcas de bitter de naranja, esta bebida combinaba la armonía más que perfecta entre lo amargo, lo dulce del vermú y lo fuerte del whisky, sinceramente al azabache le gustaba esa bebida, aunque no era tan frecuente en su consumo, le causaba daño el beber demasiado.

— Deja de mirar hacia arriba, por favor, nos están mirando raro.— Regañó el azabache al moreno, dándole un pequeño codazo para que éste pudiera desviar su vista hacia él, frunciendo su ceño.— ¿Qué?

— Lamento hacerme ilusiones cuando nos casemos, Keith.— Suspiró, estirando su brazo un poco para tomar la copa de vino que había pedido en el pequeño bar que había en el lugar, dándole un leve trago a esta bebida.— Mira, son muy lindos juntos, ¿no crees?— Masculló, desviando su mirada hacia la pareja que se hallaba en la pista de baile, danzando un poco acompañados de la música lenta que les habían puesto.

— Me causan diabetes...— Respondió por lo bajo, observando a su hermano con el albino, haciendo un gesto de asco.— ¿Así nos veremos nosotros? Repugnante...

— ¿Recuerdas cuando nos besamos por primera vez en, creo, en tu departamento después de haber tenido una pequeña discusión?— Lo miró, teniendo aun su pequeña sonrisa sobre su rostro, esperando alguna respuesta del azabache.— ¿Recuerdas cuando te me declaraste en ese parque y huiste por miedo?

— Cállate, no estaba preparado.— Resongó con cierta molestia, dejó la copa sobre la mesa para cruzarse de brazos y su vista se desvió hacia otra parte del lugar, ignorando por completo al moreno.— Shiro y Hunk estaban presentes, me causaron nervios y... agh, lo odio.

— Vamos a bailar esta canción.— Decidió al escuchar el comienzo de una pequeña canción un tanto especial para el moreno que quería compartir con el azabache, le había preguntado al hermano de su pareja cuando recién estaban con los decorativos de la fiesta si podría incluir la canción cuando sea el momento indicado, lo cual aceptó.— Ven, no tengas miedo.— Extendió su mano hacia el azabache, ya de pie.

— Bueno...— Rodó sus ojos al no tener otra opción, debía aceptar bailar con el moreno, si lo llegaba a rechazar se sentiría mal consigo mismo, ya le había negado un baile anteriormente en las bodas a las cuales habían sido invitados, pero esta vez era distinto, se encontraba rodeado de sus familiares, si a ellos les podría llamar así, y algunos amigos.

"Tell me the truth, baby girl, who else been with you..." Comenzó de forma relajada y un tanto lenta la canción que el moreno había pedido, "It's gone come to my attention either way, yeah, and I understand..." Continuó la canción mediante la pareja se dirigía hacia la pista de baile al igual que unas cuantas parejas más que se unían, el moreno se detuvo a unos pocos metros de donde el hermano del azabache y su marido se encontraban, posicionó su mano sobre la cintura del azabache, apegándolo a su anatomía con cierta autoridad mientras sentía las manos de su pareja sobre sus hombros, "Baby girl, we all had a past, i'd much rather hear the truth come straight from you..." Proseguía con lentitud, la melodía era más que maravillosa, la mezcla del piano y del dulce violín hacían que la canción fuera la indicada para la ocasión. La mirada de Lance no se desviaba de los bellísimos rasgos con lo que Keith contaba, aunque éste mantenía su vista en el hombro del moreno para evitar ruborizarse, sabía que quería eso en él, algo que no conseguiría tan fácil, al menos eso pensaba Keith; sus piernas se movían con lentitud de un lado hacia otro mientras giraban levemente en el mismo lugar, sentía las pequeñas caricias sobre su cintura, aún percibia la mirada del moreno sobre él, ocasionando que ocultara su rostro un poco en su cuello.

First time kissing a guy. ↪klanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora