24. A luz de luna.

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Lance y Keith habían llegado a una especie de centro comercial que se habían topado de camino hacia el hotel en donde se hospedaban, el azabache le había dicho al moreno que quería comprar un traje al igual que él necesitaba uno para estar parejos, aunque no le explicó la verdadera razones de aquella idea, simplemente había aceptado sin rodeos ni preguntas. Al cabo de media hora retomaron su trayecto hacia el hotel, Keith permanecía en su mundo durante todo ese tiempo he habían hecho, simplemente sentía la mirada del moreno en algunas ocasiones, sabía que se encontraba preocupado por su inesperado silencio, pero tenía una buena razón para aquello.

— Sabes, en la noche tenemos que probar esos trajes.— Se escuchó la voz del azabache una vez que Lance cerró la puerta de la habitación por detrás de él, ganándose una mirada de extrañeza.— ¿Qué? No gastamos dinero por nada.

— Lo sé pero, ¿en qué?— Dejó la bolsa que contenía su traje sobre la prueba mesa que había en la pequeña sala de la habitación, dirigiéndose hacia el sofá para sentarse en este mismo, mirando al azabache.— ¿Habrá un evento importante por aquí?

— Uhm, algo así.— Se encogió de hombros, no sabía cómo mentirle al moreno, más bien, no sabía mentir en lo absoluto.— Vi en línea y pensaba en ir, por eso compramos trajes, porque es formal, ¿entiendes?

— Sí, Keith, no tengo retraso.— Sonrió, sacando su móvil al sentir que este mismo vibraba, frunciendo levemente al ver un mensaje que uno de sus contactos le había enviado, contestándole en silencio.— ¿En dónde será?

— ¿Lugar?— Desvió su mirada con rapidez, todavía no se aprendía en nombre del restaurante que, posiblemente, el moreno conocía.

— Sí, un lugar, ni modo que sea debajo de un puente.— Suspendió su móvil, guadándolo nuevamente en el bolsillo de su shorts, levantándose.— ¿Tienes algo? Te noto nervioso.

— No es nada, el calor me afectó un poco.— Una risa nerviosa salió de sus labios, mirando al moreno mientras llevaba su mano frente a su rostro, comenzando a subir y bajarla repetidamente, sintiendo el poco aire que le daba.— Iré a ducharme.

— Iré por comida, pedí hace unos minutos cuando te probabas el traje, así que debe de estar aquí en cinco minutos.— Le señaló la puerta, sonriendo nuevamente.— No tardaré, doncella.

— ¿Por qué todos piensan que soy la mujer en alguna relación? ¿Muevo mucho la cadera o qué rayos?— Se cruzó de brazos, rodando sus ojos ante su pequeño apodo.— ¿Acaso es mi cabello?

— Sí, cualquier hombre te confunde como mujer de espaldas, primor.— Bromeó, aunque el azabache no sabía si lo había dicho como una broma o un dato verdadero, pero se lo guardó, no quería formar una discusión como la de ayer.— Me iré a la recepción.

Se despidieron con un simple "hasta luego" para que ambos jóvenes fueran a su respectivo destino, Keith al cuarto de baño y Lance a la recepción del hotel para esperar la comida que anteriormente había pedido, sin antes llevarse la tarjeta que le permitía el acceso a la habitación. Al llegar al lugar, se dirigió hacia la sala de espera o descanso que el hotel tenía, tomando asiento en uno de estos para sacar su móvil, siendo algo de distracción mientras esperaba al hombre que traería la comida.

— Ahí está.— Murmuró una mujer de cabellos oscuros recogido en una coleta, teniendo gafas oscuras mientras observaba a moreno desde lejos, en un punto donde no podía mirarla.— ¿Ya le avisaste a nuestro señor?

— Claro que sí, ¿qué me crees?— Respondió la joven de cabellos anaranjado que la acompañaba, cruzándose de brazos.— Me dijo que mañana llega y que lo viéramos en el aeropuerto como a las diez de la mañana. Aunque sigo sin entender los asuntos que tiene por hacer aquí, digo, no hay nada importante aquí, ¿o acaso le llamó la atención ese niño? Es atractivo pero, ¿no tiene novio?

First time kissing a guy. ↪klanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora