First time kissing a guy. ↪klance

33. Pesadilla.

Precaución: Si son muy sensibles, saquen sus pañuelos (?)

Sus párpados se separaron de golpe a causa de unos golpes contra algo de metal, haciendo que el moreno parpadeara varias veces para estar en sus cinco sentidos, todo le parecía extraño en esos momentos, se encontraba en una pequeña habitación con una estructura que jamás había visto en su vida, y los golpes seguían, sin dejarlo pensar muy bien el porqué se encontraba ahí. Su vista se posó sobre la puerta, logrando ver los cabellos oscuros del joven a través de una pequeña ventana que la compuerta de metal traía, levantándose de aquella cama con cuidado al mismo tiempo que ambas puertas se separaron, mostrando al azabache con los brazos cruzados.

— ¿Keith? ¿Qué haces aquí?— Preguntó, extrañado al verlo con su traje de combate, bajando la mirada para notar que se encontraba de la misma manera que él en esos momentos.— ¿Qué ocurre?

— Todos te estamos esperando para ir hacia el lugar donde localizamos a Lotor, esto llegará a su fin sí o sí.- Le mencionó, mirándolo con el ceño levemente fruncido.— ¿Estabas durmiendo? ¿Acaso no te recuperaste por completo?

— ¿Recuperarme? ¿De qué hablas?— Se encontraba confundido, pero Keith no tenía tiempo para hacer más preguntas respecto a lo que le pasaba al moreno.— Ah, Lotor, sí, sí, sí, ya voy. Vete, iré en cinco segundos.— Le indicó, recibiendo una respuesta positiva ante sus palabras para volver a quedarse solo en la habitación, sin idea de lo que había ocurrido.

(...)

— ¡Paladines, hora de combatir!— Se escuchó la voz femenina a través de los comunicadores que los cascos de cada joven poseía.— Escuchen, si pudimos derrotar a Zarkon, podemos hacerlo con Lotor, nada y nadie destroza nuestra alma de guerreros. Den todo, paladines de Voltron, el universo cuelga de sus manos.

— ¡Sí!— Respondieron los demás jóvenes al mismo tiempo, quienes mantenían sus manos sobre ambas palancas con las cuales controlaban a sus respectivos leones, siendo así el comienzo hacia la nave del albino de tez morada, quien los esperaba con ansias acompañado de su equipo, el mejor del universo.

— Lance, no te quedes atrás.— Indicó Shiro al notar que el león azul no se encontraba con ellos.

— Tengo miedo a morir, Shiro.— Confesó, recibiendo un suspiro de tristeza por parte del mencionado, llegando a un costado del león rojo que conducía Keith.— Lo siento, ¿está bien? Pero no quiero morir a esta edad.

— Nadie quiere, Lance.— Habló la menor de todos, quien mantenía su frente en alto a pesar de tener en mente el gran riesgo que corrían al enfrentarse a la nave de Lotor, la nave fue creada con el mismo asteroide con el que el Rey Alfor creó a Voltron.— Lotor puede ser igual que fuerte que nosotros o más de lo que pensamos, así que no nos hagamos ilusiones sobre que ganaremos, no es seguro ni hay probabilidad.

— Lance, por favor, Pidge tiene razón.— Keith se unió a la conversación, ejerciendo fuerza mientras miraba a su costado, sintiéndose mal por el moreno, entendiendo a la perfección lo que sentían sus compañeros, porque él se sentía igual que los demás paladines.— Somos un equipo, somos una familia. Ganamos juntos o morimos juntos.

— No quiero decir nada o lloraré.— Se escuchó a Hunk con un tono desanimado.

— Escuchen, amigos, sé que esto puede ser difícil, pero daremos lo mejor contra él para derrotarlo y así obtener la paz en el universo, después de eso volvemos a nuestro hogar y, como se lo prometimos a Allura, siempre estaremos ahí cuando alguien necesite a Voltron.— Decidió hablar Shiro después de largos segundos en silencio, y aunque fueran pocas palabras lograron motivar a sus compañeros.— Somos una familia y jamás nos daremos la espalda. ¿Están listos?