Veía al azabache sentado en la banca cercano a los columpio, donde Lance se encontraba, tomando ambas caderas que sujetaban ese plástico que servía como asiento, llevándolo de atrás hacia adelante con lentitud. Debía admitir que sentía nervios, jamás había sentido algo así en su vida y menos al confesar algo, tal vez Keith lo ponía de esa manera, no era la primera vez que hacía tal cosa en él, aunque en cierto punto sentía miedo, un gran temor a ser rechazado por el joven más deseado entre las mujeres, -después de Shiro, claramente-, no podía ocultar sus nervios y temor con facilidad de Keith, necesitaba tener un tiempo para pensar. Pero un pequeño golpe en su nuca lo sacó de sus pensamientos, causando que volteara hacia atrás, mirando que el mayor lo saludaba detrás de un arbusto, volviendo a esconderse cuando el moreno le correspondió.
- ¿A quién saludas?- Se volteó con rapidez, aferrándose mejor a las cadenas del columpio para no caer hacia atrás, recibiendo una mirada de extrañeza del azabache.- ¿Estás bien?
- Saludaba a un antiguo compañero de universidad.- Mintió, regalándole una sonrisa, mirando que el azabache se inclinaba un poco hacia adelante mientras sus manos tocaban las cadenas, cerca a las de él.- ¿Qué? ¿Tengo monos en la cara o qué?
- Eres pura belleza.- Respondió en italiano, algo que Pidge le había enseñado hace meses, sonriendo levemente para dejar una suave caricia en el dorso de las morenas manos de Lance, volviendo hacia la banca.
- ¿Me la acabas de aplicar?- Alzó su voz, Keith asintió, por lo que Lance mostró un gesto de molestia, sintiendo que quería formar un pequeña pelea de idiomas.- Eso no se vale, no le entiendo lo italiano.- Se levantó, acercándose al azabache con rapidez para después sentarse a su lado, mirándolo.
- Tú iniciaste, y no es mi culpa que seas tan tonto.- Desvió la mirada, cruzándose de brazos con un poco de molestia al escuchar el leve tono de moreno, bufeando.
- Keith, no hay que empezar una pelea, estamos muy tranquilos como para eso, por favor.- Le pidió con suavidad, apoyando su mano sobre el hombro del joven, mirándolo con cierta tristeza.- Estamos pasando una tarde de amigos.
- A veces me irritas.- Respondió, decidiendo levantarse para marcharse, pero algo detuvo su ida, la mano del moreno rodeando su muñeca con autoridad.- Suéltame.
- No, ya me harté de esto.- Soltó, levantándose de igual manera para soltar la muñeca de azabache, mirándolo con cierta molestia ante su comportamiento.- Ya me harté de querrer llevar las cosas bien contigo, de pasarla con calma, de charlar toda la tarde sin nada de peleas ni estupideces, pero ahora me doy cuenta de siempre inicias cuando digo un pequeño comentario de algo. ¡Jamás puedo estar tranquilo contigo! ¡Eres de lo peor, Keith!, ¿no te das cuenta que te puedo abandonar por tu estúpida personalidad?
- Lance...- Murmuró, apretando sus labios suavemente para bajar su mirada.
- No, cállate, ya no quiero escuchar tus súplicas para perdonarte, me harté y punto.- Lo miró, en el fondo le dolía decir aquellas palabras, pero en verdad le había molestado que siempre Keith anduviera peleando con la ante el más mínimo comentario que se le escapaba.- Yo me iré, jódete.- Se giró para después marcharse hacia otro punto del parque u otro lugar que se le diera la gana.
Keith alzó su cabeza, mirando como se alejaba más y más el amor de su vida, era consciente de que está vez sí lo había arruinado por su personalidad, pero esta vez no dejaría que se fuera. Comenzó a correr, subiendo la gran colina por donde apenas iba Lance, acelerando más para llegar y taclearlo por sorpresa, causando que ambos cuerpos cayeran al césped, comenzando a rodar hacia abajo hasta que se detuvieron, Keith reaccionó con rapidez, posicionándose encima de moreno, tomando sus muñecas, acorralándolo.
- ¿Qué demonios, Keith?- Hizo contacto visual con el joven, flexionando una piernas como defensa propia por si se le ocurría golpearlo, frunciendo su ceño.- ¿Te comió la lengua el ratón o qué?
- No.- Habló después de cierto tiempo en silencio, y había una explicación para eso, admiraba la belleza del moreno con unas cuantas hojas provenientes de césped.- Lance, he estado guardando esto durante mucho tiempo y... me cansé, necesito decirte esto ya o ya.- Pausó, tomando unos segundos para continuar.- Desde que te conocí he comenzado a sentir algo por ti, Lance, tu hermosa piel morena, tus bellísimos ojos que parecen un océano sin fin dónde puedo perder si no traigo una brújula conmigo, tu dulce y atractiva voz que causa tanto en mi interior. Me gustas, me encantas Lance. Sé que es raro, pero es verdad, me gustas como no te imaginas y jamás había sentido esto en alguien, sé que mis palabras no tienen coherencia justo ahora porque estoy nervioso y mi mente está en blanco por tu maldita culpa.- Siguió mirándolo, viendo que su gesto se suavizaba conforme sus palabras.- He llorado por ti cuando estuviste mal en esa camilla por haberme salvado mi vida, sigo sin saber cómo devolverte eso, no sé cómo, pero lo haré pronto. Quiero que te quede claro que me gustas mucho, desde hace años siento esto por ti y mi corazón cuando te ve se acelera más que Pidge al ver una tienda de tecnología... Ya no sé qué decir y...
- Shh...- Silenció al joven, cubriendo la mitad de sus labios con su dedo índice, elevando poco a poco su rostro, dejando que sus finos labios se entreabrieran para probar los labios de azabache.
- No puedo.- Lo alejó, todo el valor abandonó su cuerpo al tener el rostro del moreno tan cerca.- Olvida todo, olvídate de mí. Tú me odias, yo te odio, así es la vida.- Habló con suma rapidez mientras se levantaba para después huir de ahí con rapidez, dejando al moreno con severas dudas sobre el estado emocional de Keith, también lo había dejado con cierta dolor punzante en su corazón.
- ¿¡Qué pasó aquí!? - Se escuchó la voz de Hunk a los lejos mientras que Lance apoyaba su cabeza en el césped, cerrando sus ojos para expander ambos brazos a los costados de su cabeza, suspirando con tristeza.- ¡Iban muy bien!
- Lo sé...- Le respondió, realmente triste por lo ocurrido en esos momentos, suspirando de forma pesada para levantarse con ayuda de Hunk, sacudiendo sus prendas.– ¿Qué le habrá pasado? Estaba muy cerca de besarlo y se va.
– Está nervioso, la inseguridad le ganó.– Habló Shiro, quitándose la gorra para ponersela a Hunk, acercándose después al moreno para poner una mano sobre su hombro.– Iré a hablar con él, no te preocupes, tú ve con Hunk a otro lugar. Te avisaré.
*
Cada paso hacia que los nervios del azabache aumentaran, al parecer el tener a Shiro frente a él y caminando e un lado a otro no era lo más relajante en el mundo. Cabizbajo, jugaba con sus manos, teniendo la sudadera que le pertenecía al moreno entre sus brazos, teniendo la dulce y atractiva loción que Lance utilizaba a diario, debía admitir que era de sus favoritas porque describí al moreno en un simple aroma: extravagante y coqueto; dejó de escuchar los pasos del mayor, sintiendo ahora su vista sobre él, aumentando sus nervios.
– Deja de mirarme.– Afirmó, apegando la prenda del moreno a su cuerpo.– No sé qué me pasó ahí, tal vez tenía miedo y decidí huir... Quería besarlo, pero mi cerebro envió la orden equivocada y quedé mal con él... No quisiera verlo durante un buen tiempo hasta que me relaje...
– Bien, ya quise escuchar lo necesario.– Llevó ambas manos hacia su cintura, suspirando.– Sea la decisión que tomes, estará bien para ti. Te tienes que tranquilizar un poco porque esto que pasó no es fácil de digerir. Supongo que de igual manera no quieres hablar con ninguno de nosotros, ¿verdad?– Keith asintió.– Correcto, nos vemos luego, Keith, espero que te recuperes en unos días.– Y se despidió con un abrazo del azabache para después dejarlo completamente solo junto con su paranoias mentales.
Wu, dos capítulos en un día, es algo nuevo en mí, pero quería dejarlos con regaló porque en esta semana no creo poder actualizar hasta el sábado en la noche o domingo en la madrugada, i don't know.
Los amo y pasen linda noche ❤
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First time kissing a guy. ↪klance
Fanfiction- ¿En verdad es la primera vez que besas a un chico?- Preguntó el moreno, mirando al joven con el ceño fruncido, quien asintió tímidamente. - Me gustó que fueras tú el primero.- Confesó, causando que las mejillas del moreno tomaran un color rojizo...