SHAWN's IMAGINES

C.B 🍑

Hoy era una de esas mañanas que daba flojera existir pero no podían quedarse dentro. Maldito pero glorioso sábado. Todo iba bien. No tenías clases pero alguien simplemente no apagó su alarma. Ni siquiera fue un problema porque pudieron seguir durmiendo. Alrededor de las 10 am, el celular de Shawn no paró de vibrar.

C: CAMILA CABELLO ESTÁ AQUÍ
S: ¿DÓNDE ES AQUÍ?
S: ¿QUÉ DICES?
C: en toronto, idiota
S: iDiOtA
S: vale

Dejó de abrazarte para responder, lo que supusiste que era un mensaje pero bastó dos minutos para que sonara otra vez y se escuchara la voz de la persona que Shawn más quería pero que tú, aborrecias.

— ¡Hola bebé!

«Dios, llévatela o te la mando.»

— ¡Camila!

— Abre la puerta, Shawn. Hace frío.

A pesar de que ya no te abrazaba, seguía tumbado a tu lado y desde que por primera vez conociste a su ¿mejor amiga? Supo que Camila y tú no iban a ser capaces de compartirlo. El odio, por no asumir que eran celos, venía de ti hacia ella.

— Espera que al menos me pongo algo.

— Uuuhhhhhh...–y rió.

— No es lo que piensas.

— Yo no pensé en nada.

Y era mentira porque al menos los shorts, los llevaba puesto porque le dio flojera quitárselos luego de que el repartidor de pizza llegara. Lo sentirte acercarse y aquí viene otra vez.

— Amor...

Era una situación un tanto graciosa para cualquier persona externa. El novio rogándole a su chica que por favor pusiera buena cara pero Shawn sabía que eras igual a él. Si algo le molestaba, su cara lo reflejaba.

— Camila esta aquí y...

— Haz lo que quieras, Shawn.

Esa fue tu forma de decirle que se fuera y te dejara sola pero tu mente maquinaba un plan macabro de atarlo a la cama y tirar por la ventana a la chica de la puerta. Extremo.

Pasaron un par de horas y en la sala se oía algo de ruido y risas. Que Shawn esto, Camila no y blah blah blah. La puerta de su habitación hizo ruido. Hace un rato habías despertado y el día pintaba en: estar en cama y mirar american horror story. Esto era tan tipo esas visitas que no quieres bajar a saludar y aunque te mueras de sed, no bajas a por algo de beber solo por no querer verle las caras a esas personas. Esas personas, en este caso, una persona, era Camila. La puerta se abrió sacándote de esa hermosa burbuja del amor psicópata de Tate y Violet.

— Y/n... Babe.... Te traje el desayuno.

— No-...

— No me digas que no tienes hambre. No me moveré hasta que termines de comer.

— Pues te vas a quedar todo el día ahí porque no pienso hacerlo.

— Havana oh na na... Half of my heart is in havana oh na na...

Rodaste los ojos bufando y te volteaste dándole la espalda para seguir con la serie. Pasaron cinco minutos y la promesa de no moverse, parecía ser real pero en realidad, su paciencia estaba como una montaña rusa.

— Shawn, ¿vamos por un milks-... Hola, y/n.

En el marco de la puerta, estaba ella intentando ser simpática pero cada frase que decía, te parecía muy insoportable. ¿Por qué no era mejor amigo de Lauren? Es que no tendría por dónde intentar conquistarla si era bisexual con tendencia a las chicas. Lauren mil veces antes que Camila. Hay malas decisiones y esta amistad.

— Hola, Camila.

Shawn prefería ni voltearse para hablarle a la morena bajita porque en ese momento, era su prioridad. Difícil situación. Una chica con hambre, es más dominable que una mujer odiando a otra y queriendo arrancarle cada centímetro de piel con las uñas.

— ¡Vamos los tres!

— ¿A?

— Por milkshakes. Pensaba que iba a hacer frío pero el clima se dio vuelta. Eso es... ¿Tate?

— Ese es Tate, el AMOR de mi vida. –rodaste en la cama envolviéndote entre las sábanas. Internamente, Shawn estaba que se te lanzaba encima y te agarra a almohadazos por tu actitud tan insoportable.

— ¿No que el amor de mi vida era yo?

— Si Tate existiera...

— Oh. Vale. Lo dejaste clarísimo. Camila, vámonos.

— ih. Vili. Li dijist-...

— Volveré en un rato y espero que dejes de ser... Así. Luego lo hablaremos mejor. Te amo, babe. Cuídate.

SON PUROS CELOS. Si ustedes aman a Camila, ningún problema.