SHAWN's IMAGINES

Gelato is cheaper than a therapy

Sábado 09:34 am

Shawn aún dormía placidamente y lo que nadie sabía era lo muchísimo que costaba no hacer ruido para no despertarlo porque si eso pasaba, iba a hacer muchas preguntas. El uber ya estaba afuera y simplemente te despediste con un beso en su frente.

La misión fue un éxito.

Horas más tardes, casi a la atardecer, volviste a casa y la primera cosa que se le pasó en la cabeza a Shawn fue "¿con quién se fue?" ya que solo te dirigiste a dormir.

Domingo 08:00 am

Esta vez Shawn fingía estar dormido y esperó hasta que te fueras. Con su pijama-no-pijama, tomó su coche y te fue más o menos persiguiendo hasta llegar al mismo lugar que tú.

— Así que... Ice cream warehouse. ¿Trabaja?

Esa misma tarde, cuando el cielo se estaba tiñiendo de tricolor, el jeep negro aparcó a un lado de la calle y segundos después, Shawn cruzó. Había clientes pero ya todos estaban con su respectivo helado.

— ¡Max! ¡Max la semana pasada casi se le declara a y/n!

— Es un misterio su vida amorosa. ¿Segura que no eres lesbiana?

— ¡Sh! –las hiciste callar por dos motivos. No querías que anduvieran los clientes escuchando lo que pasó en la pizzería la semana pasada y, Max ya no era Max. Era tomate Max.

— Hermano, ellas saben que era una apuesta.

— David, si te callas.

— Nuevo cliente. Dashia te toca. –dijo Alexandra abriendo un poco el pequeño círculo que se había formado. Dashia la miró mal pero inmediatamente se alegró por el guapo cliente que le tocaba atender pero el guapo cliente andaba mirando a esa personita que trataba de esconderse entre sus amigas y los dos chicos.

— Hola, bienvenido a ice cream warehouse. ¿Qué desea llevar?

— Hola... Ehmm... –Shawn dejó de mirarte para ver la variedades de helados en el congelador. Quería escoger algo pero no le gustaba la que lo atendía.— Disculpa... La chica aquella... La de camisa rosa clarito, ¿la puedes llamar?

Cada empleado usaba un color distinto de camisa en tonos pasteles.

— Oh, sí, sí. –Dashia guardó sus post-it color verde y se acercó al grupo.— El chico guapo quiere que y/n lo atienda.–susurró como si fuera un secreto muy muy confidencial.

— Ay, no.–eso fue lo primero que dijiste y las dos chicas te miraron con los ojos muy abiertos.

— Si y/n no quiere atenderlo, puedo hacerlo yo.–Max se ofreció y Dhasia con Alexandra le golpearon en el pecho diciéndole "tú eres estúpido o eres estúpido". David hizo un gesto de apoyo moral y fuiste a atender al cliente.

— ¿Debo poner una queja en el libro de reclamos por la tardanza y la falta de educación de sus empleados por andar cuchicheando?

— Te odio.

— Con lo que yo te amo. –sonrió.