RUN.

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Fue una visita no tan planeada pero sí iba a costar un poco convencer a todos de que vayan. A Shawn lo podían llevar con mentiras ya que ni se enteraba cuando le decían la verdad o no. Jack estacionó la camioneta y el engañado se asomó por la ventana.

 Jack estacionó la camioneta y el engañado se asomó por la ventana

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- ¿Qué hacemos en Everland?

- Venimos a pasarla bien.-todos bajaron y esperanzados de que Shawn también lo hiciera pero este en realidad se acurrucó en el asiento, se puso la capucha del hoddie cruzándose de brazos, listo para dormir. Matt le tocó la ventana.

- No voy a bajar. Yo ahí no entro.-se quería quedar de amargado pero nadie se lo iba a permitir. Entre los chicos, abrieron la puerta y, a la fuerza, lo bajaron y le pusieron la alarma al coche.- No sé porqué la gente es masoquista. En ése lugar hay zombies, sangre y cosas muy creppy.-el grupo de alrededor de ocho personas, incluyéndolos, caminaban a la entrada.

- Eres un dramático. Piensa que esto es the walking dead.

- No me gusta esa serie.

- American Horror es mejor.

- Tampoco, pero si tengo que escoger entre historias macabras y gente muerta caminando... Me quedo con la primera.

- Solo... Shawn, deja de ser amargado.

- No quiero gritar.-se quejó metiendo sus manos a los bolsillos delanteros de su buzo.- Mínimo se quedo difónico por los chillidos que mandaré.

- Todos vamos a gritar. Piensa que es una terapia de shock.

- La terapia se puede ir a la mierda. Prefiero morir en la ignorancia a ver cosas feas.

No paró de quejarse pero sin embargo cuando les dieron las indicaciones de cómo encontrar los banderines dentro de la casa del terror, ya parecía más animado.

Solo había que buscar tres banderines y el que salga último, pagaba la cena.

La puertas se abrieron y las parejas comenzaron a caminar lentamente tomando uno de los cuatro caminos.

Shawn caminó unos diez pasos y regresó casi corriendo. No gritó por en fin.

- Te espero en la salida. -murmuró tratando de pasar en el minúsculo pasillo.

- No voy a perder por tu culpa. Vamos.

*

- ¡Aléjate!¡Shawn, pareces una niña!¡Voy a perder el juego!-soltó un grito, casi apegándose a ti y a la pared.

- No me importa perder. Ahora, no.

Por culpa de Shawn, no encontraron ningún banderín y los pocos que agarraron, se cayeron cada vez que él se asustaba, agarraba tu mano y salía corriendo, contigo. Al final, debían posar para la foto final. Mal todo.

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SHAWN's IMAGINESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora