SHAWN's IMAGINES

like this ⇨

Miami, FL.

S: este no es el final para nosotros
Tú: lo es

Entre Sandy y Carla, se dedicaron a animarte después lo de Shawn. Lo que nadie esperaba era que el dichoso chico, había viajado hasta tu actual ciudad solo para tratar de mantener una charla decente. El timbre sonó.

- ¡Sandy, abre tú!

- ¡Espera que dé propagandas!

- ¡Las dragqueens no se van a ir, la persona de la puerta sí!

Miraste por sobre la pantalla del portátil. Carla amaba comprar ropa por internet y de a poco, desde que viniste a refugiarte aquí, te fue contagiando la adicción.

- ¿Está y/n?

Ella volteó a mirarte con cara de sorpresa. Ni siquiera preocupación pero la que sí tenía mal temperamento, era la chica que le abrió la puerta. Sí. Sandy. Bajaron rápidamente al primer piso para evitar que ella abriera la boca.

«Wooow...»

Shawn no era Shawn. Bueno, era él pero no al que se acostumbraba a ver.

- Ehh... Si nos necesitas, estaremos arriba.

Las hermanas desaparecieron escaleras arriba. Volteaste a mirarlo y todo aquello que te dedicaste a construir en él, ya ni estaba. Seguridad y confianza eran humo.

- ¿Podemos hablar?

- Lo estas haciendo.

- Digo... Mhm... Afuera. Aquí no me siento en...

- Vamos, Shawn.

Respeto. Eso era lo que le tenías y le debías. No dudabas de sus sentimientos después de lo que posiblemente haya hecho sino que ponías en duda su capacidad de razonar. Que si sabía lo que era correcto.
Afuera de la casa, estaba aparcado un coche y Shawn caminó hacia allá por lo que le seguiste y se subieron. Bien, era un lugar público pero también, privado.

Desde que se montaron al coche, estaban en silencio y lo rompiste.

- Te escucho.

Suspiró.

- Te desconozco. Si me tratas con tanta frialdad, no seré capaz de hablar.

- No pidas que lleve un mismo trato que antes. Que te lama los pies. No, Shawn. La cagaste. Tuvimos una de las mejores relaciones a pesar de lo que los demás decían. Fuimos en contra y tú, fuiste un maldito egoísta.

- Sé que lo que hice no tiene justificativo. Sé que perdí el carril. Sé que te perdí...

- No. No me perdiste. Perdiste lo nuestro. Lo único que siempre alardeaste de estar orgulloso.

- Yo... No tengo... No encuentro las palabras para decir lo terrible que me siento. Miserable. Mamá me ha dado apoyo pero sé que no merezco nada de nadie. Si alguien debe ser consolado de los dos, eres tú.

- Te conocí siendo alguien tierno, adorable y gracioso.

- Era un niño cuando nos conocimos.

- Oh, cierto. Es cosa de hombres ser infiel.

- Tampoco me refiero a eso. Solo no me recuerdes lo que hice. Te amo. Me amas. Sé que podemos-...

- Me amo más a mí misma antes que te ame a ti.

Fue ahí cuando lo de "no hay peor enemigo que alguien que amas", cobró sentido. Cada palabra que decías, calaba profundamente en él, en sus sentimienros y conciencia. Sabía que no eras de decir cosas solo por hacerte ser la víctima. Tenías razón en cada una de las cosas que reprochabas y... Eso le dolía.

- Lo he perdido todo como el grandísimo hijo de puta que soy. -golpeó fuertemente el timón haciéndote pegar un saltito.

- No te odio porque no podría hacerlo. No pienses en eso. Tampoco creas-...

- Lo haces sonar todo tan fácil como si yo fuera el único que perdió algo esa noche. Me pregunto, ¿de verdad me amabas?

- Lo hice más de lo podría llegar a haberte mostrado pero... Shawn, si el tiempo nos quiere otra vez juntos, esto, simplemente va a ser un mal momento. Amo que hayas venido para querer hablarlo pero solo necesito un poco de espacio.

— Te lo daré. Te daré todo lo que me pidas pero solo júrame que no vas a dejarme de lado.

— ¿A qué te refieres?

— Que vas a ignorarme cada vez que te escriba o que pretenderás que nunca nos conocimos o que solo soy uno más en ésta tierra.

— No lo haré. Voy a estar allí para ti... Eso no lo olvides nunca.