Tan solo mía

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- Hemos llegado.- Me observa con ojos entusiastas.

- Si, que harás ahora?.- Le mire esperando respuesta.

- Iré a ver que desea mi padre, pero vendré en la noche está bien?.- Sonríe.

- Lo está, por favor cuídate.- Suspire y no quería soltarlo.

- Odio nuestras despedidas pero solo serán unas cuantas horas, sobrevivirás sin mi?.- Ríe entusiasta y juega con su hermoso cabello.

- No seas bromista, claro que podre vivir, eso debería de preguntartelo a ti.- Le medio empuje y sonreía.

- Yo no podría, ahora mismo lo pensaría para alejarme de usted Señorita Alessia.- Muerde ambos labios.

- Porque me miras así?.- Me ruborice y baje mi rostro por un momento.

-  No lo sé, solo no puedo dejar de hacerlo.No quiero que nadie más pueda admirarte.- Me sonríe y se veía tan bello parado ahí fuera del auto.

- La única mirada que necesito es la tuya, no deseo otra.- Me acerque, me alce un poco y bese sus labios.

- Haces eso para tener poder sobre mi no es así?.- Muerde ambos labios.

- Debes admitir que te gusta.- Le guiñe el ojo.

- No tienes idea de cuanto, permiteme irme.- Ríe.

- Yo no te estoy agarrando, puedes irte cuando quieras.- Reía y jugaba con mi cabello.

- Niña traviesa.- Ríe a carcajadas.

Nos miramos por un leve instante y nos despidemos con otro tierno beso, espere a que se fuera y entre a la casa, Estela se escuchaba en la cocina, deje el bolso y fui enseguida a verla, Tenía pantalones de algodón, una franelilla y su lindo recogido en su cabello rubio.

- Alessia, volviste que tal salio todo?.- Me sonríe.

- Todo estuvo bien, le mandaron una larga hoja con las pautas necesarias para la dieta, y su Dr es muy amable.- Sonreí.

- Tú estás enamorada, lo veo cada vez que observo tus ojos.- Me sonríe con ojos entusiastas y alegres.

- Se me nota mucho?.- Suspire y mordí mis labios.

- Diría que bastante Alessia.- Sonríe alegre.

- Es que solo sucedio, es mi Click, esa chispa que me alumbra la vida, que le da color y sentido a todo lo que me rodea.- Reí y tape mi rostro como niña pequeña.

- Ya te flecho cupido, totalmente, pones cara de tonta.- Sonríe nuevamente y me saca la lengua.

- Es la misma cara que pones tú cuando me hablas de Peter.- Reía y me levante a servirme jugo de moras.

- Que cruel, pero tienes razón, lo es, que maravilla, atrapaste al Sr Millonetis.- Saca su lengua y me guiña el ojo.

- Vaya sobrenombre le pusiste.- Mordí mi labio inferior y suspire pensando en todo lo que me había dicho.

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