Tan solo mía

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Que hermoso es, creando sobrenombres, jugaba con los nuestros Aliwill? que hermoso! me encanto, sonreía al escucharlo, cada día estaba más enamorada de el, siempre pasabamos nuestro tiempo juntos, reíamos, siempre estábamos bien, el mundo caía a nuestro alrededor y sin embargo siempre buscamos motivos para tratar de ser felices, eso era lo ideal, que fuesemos así, que nadie podría borrar todo lo que sentíamos el uno por el otro, lo quiero como mi compañero de vida, me acepta tal cual como soy, jamás he sufrido ofensas de su parte, es lo mejor que Dios creo y puso en mi camino, definitivamente estuvo destinado siempre para mi.

Mientras que estuviesemos juntos, no nos hacía falta ninguna cosa más, simplemente la felicidad de saber que somos uno, es esa alma que la mía necesita para sentirse completa, que sería de la vida de mis padres? no encontraba las palabras para decírle lo que me estaba sucediendo, por lo menos el Dr, dijo que el peligro había pasado, no podría imaginarme ahora danzando por los hermosos pasillos y puentes del cielo, sonaba algo fantasioso, pero era tan creyente a esas cosas, a veces era muy radical.

Estela se había fugado con Peter al parecer, dijo que saldría a buscar unas cuantas cosas y no ha vuelto, niña traviesa, como le gusta buscar y tentar al peligro, es toda una pervertida, tendré que decirle que me de la receta de sus trucos, amiga como ella ninguna otra, era mi otra mitad, eso era! mi vínculo de personas siempre fue corto, pero creo que prefiero calidad a cantidad.

No teníamos noticias algunas sobre el paradero de Chelsea, que estará tramando esa mujer?, suspire y seguía disfrutando de la compañía de mi preciado Aliwill, rayos! suena lindo, en serio me encanto, no pensaría que Will hiciera cosas como esas, pero conmigo era todo lo contrario, siempre tan único, tan real y con espíritu libre cuando se refería sobre mi.

- Mi Aliwill necesita comer.- Reía y saca su teléfono móvil.

- Que hermoso suena, tu Aliwill.- Reí.

- A quien le perteneces?.- Me mira fijamente.

- A ti.- Reía.

- Eres?.- Ladeaba su cabeza y me observa.

- Tuya.- Le mire fijamente.

- Tan.- Me observaba y mordía su labio inferior.

- Solo tuya Sr Autoritario.- Mordí ambos labios.

- Esa es mi niña.- Me besa en los labios y me observa fijamente.

- Eso que haces me descontrola, lo sabes?.- Reía y sabía bien que me ruborizaba.

- Me encanta cuando haces eso.- Me guiña el ojo izquierdo.

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