Habíamos parado, me sacaron del auto y el Dr Dubrow sale corriendo con unas enfermeras, me montan en una camilla y solo pensaba en querer dormir, quizás así el dolor cesaría un poco.
- Dr Dubrow, por favor ayude a mi novia, está mal hérida.- Suspira y se abalanza más hacia a mi.
- Haremos todo lo que esté en nuestras manos, deje que la llevemos a emergencias.- Lo ve en expresión débil.
- Puedo entrar, necesito estar con ella, por favor Dr.- Lo ve fijamente.
- Debes esperar en la sala Will, te mantendre informado, todo estará bien, manten la calma.- Mientras sentía las ruedas de la camilla, era como si disfrutara un poco de tener algo de tranquilidad.
- Ven Will, esperemos.- Veo que se alejan y suspire por un instante.
Acaso debía morir?, esté sería el momento indicado en el cual mi vida terminaría, vi como mi vida se cruzo en un abrir y cerrar de ojos, todo se cruzo, la imagen de Chelsea no podía borrarse de mi mente, estaba aterrada, indefensa y me sentía frágil, no quería dejar a Will, no ahora se que me necesita pero no sabía si me destino era este o pasar toda una vida a su lado.
Sentí las horas en el quirofano largas, sabía que me pondrían todo tipo de cosas, la anestecia si es algo complicada, en un quirofano el más importante es el anestesiólogo, abrí un poco mis ojos y estaba aun en esa sala blanca, con sus miles de artefactos, la mesa plana, la correa en cadera para estabilizar el cuerpo,almohadas entre piernas, sabía que todo Dr debía de lavarse las manos antes de tocar mi hérida, el Dr Dubrow era muy limpio en esos aspectos, si sentía que me dolía los bordes de la hérida,
sera que hubo perforación?, esa era la pregunta del millón, veía gases estériles, me quede con ojos impasivos, veía todo esto y me sentía angustiada, rayos si que me dolía por completo el abdomen, al verlo estaba un poco cerrado, no lo habían suturado del todo, no estaba nadie, cerraba mis ojos por momentos y me descontrolaba, en serio me dolía demasiado esto, no aguantaba primera vez en mi vida que sentía un dolor tan desagradable, Chelsea estaba acabando con mi vida.
Caí de nuevo en un sueño profundo suponía que era la misma anestesia que me ponía así de débil, al despertar estaba en sala de emergencias, buscaba a Will o a alguien por mis lados pero no estaban.
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Tan solo mía
Teen FictionTenerte, siempre, de ahora en adelante, y para la eternidad. Aventurate a leerla.