Tan solo mía

- Bueno chicos, me iré, Alessia mejorate, Will por favor cuídate.- Ríe y se levanta detenidamente.

- Gracias Dr, así sera.- Reí.

- Vale Dr, hasta luego.- Suspira y le dedica una leve sonrisa.

Al salir, quede pensante, Will me observaba sin perder sus ojos de los míos le mire arqueando una ceja, salte a su lado y le abrace fuerte, sonreía y nos observabamos sin quitar nuestros ojos de un mismo punto, seguíamos anhelandonos, reíamos sin necesidad de palabras, sin tener algo que decir o que hacer una mirada nos complementaba, todo esto que estaba viviendo era lo mejor que me estaba sucediendo ante otras muchísimas cosas, sentir que acariciaba mi rostro, mi cabello y todo lo que implicaba era una de las mejores sensaciones de toda mi vida.

Que haría si lo perdería? como me sentiría si no pudiese tenerlo? no quiero que Will se vuelva indispensable en mi vida, pero eso es lo que necesito, es lo deseo, no quiero herirnos si no estamos juntos, era la mejor historia de mi libro, el mejor niño que podría hacerme perder la cordura por completo, no quería perderlo, no quería dejarlo ni en un solo instante, él era todo aquello que necesitaba para sentirme completa, sin que nada me pudiese faltar, no tenía ojos para nadie más que no fuera esté hombre que llego a mi vida para cambiarla completamente.

Oigo a Estela que se acercaba a la recamara y Will y yo seguíamos como niños ríendo y abrazados sin soltarnos.

- Vale, vale interrumpo?.- Ríe sin parar.

- Hola Señorita Writh, me disculpa pero no pienso soltar a mi niña.- Ríe y me obsequia un beso en la mejilla.

- Hola Estela te extrañaba no habías subido.- Reí.

- No quiero interrumpir nada, que tiernos se ven primera vez que los veo tan acurrucaditos.- Ríe y nos guiña el ojo.

- Usted cree Señorita Writh?.- Ríe y me aprieta cada vez más.

- Will deja las formalidades, ya deberías de decirme cuñada.- Arquea una ceja.

- Lo eres, pero deberías de saber que así siempre te he llamado desde que te conocí Señorita.- Me observa entusiasta y luego la observa.

- Will no tiene apodos para nosotras Estela.- La mire sonríente.

- Se ven tan bellos juntos, creo que vomito arcoíris cuando los veo, pero Alessia es mía antes que tuya.- Le guiña el ojo y ríe.

- No, no Señorita, Alessia es mía, tan pero tan solo mía, ya tú pasaste a segunda plana.- Ríe libremente.

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