- Pero no hagas más esto sin saberlo antes.- Arquee una ceja.
- Lo pensaré.- Ríe y se baja del yate y me observa para luego estrecharme su mano y bajarme, en serio era súper bello el yate, blanco con azul y esas siglas de su nombre como para que me olvidará a quien pertenecía está damisela en peligro.
- Mañana después de la tesis paso por ti para ir a que conozcas a mis padres.- Me ríe y de repente veo que empieza a sudar y su semblante cambia. Me angustie.
- Que pasa? porque estás así?, te sientes mal?.- Lo mire preocupada, en ese instante Reik sale corriendo rápido hacia dónde estábamos y Will cae al piso, lo toque y estaba muy caliente, sus ojos se tornaron en rojo y sus labios se volvieron blancos. Reik lo tomo delicamente y me lance al suelo a ver que sucedía no entendía nada, estaba complementamente temblando a rápidez, mi corazón bombeo a millón y empecé a llorar nuevamente.
- Disculpe Señorita Coluccio, debo llevarmelo.- Me observa con angustia y yo no quería dejarlo solo.
- Reik no, espera, no puedo dejarlo no ahora por favor necesito ir con él.- Seguía llorando y no quería soltarlo, Will me observaba de manera débil y apretaba ambos labios con sus dientes .
- Señorita Coluccio, dejeme llevarlo a casa, necesitamos llamar a el Dr Dubrow ahora, se está complicando.- Se levanta y marca al teléfono.
- No Reik no me movere de aquí, no entiendes que no puedo dejarlo.- En ese instante mire a Will y no entendía porque estaba tan caliente y le dolían sus estremidades, sudaba pero a la vez estaba tan caliente, me desespere.
- Por favor hablame, que sucede? no me iré de aquí sin ti.- Le mire con lagrimas en mis ojos y no podía contener la calma, en ese instante veo a Peter llegar y sale corriendo del auto junto con Estela, yo seguía lanzada en el piso.
- Will, hermano que tienes.- Will se retorcía del dolor, solo me observaba a mi mientras que Estela me sostenía tratando de calmarme, en ese instante llama con una voz débil a Reik.
- Llevala a casa, por favor Reik no dejes que se vaya sola, no quiero que me vea así.- Seguía retorciendose y suspiraba, por momentos me veía tan débilmente y le vi llorar.
- Señor.- Asintió con la cabeza y se dirigio hacia a mi.- Señorita Coluccio por favor acompañeme.
- No puedo irme, no quiero dejarlo solo sin saber que le sucede, necesito estar con el Reik por favor.- Lloraba sin parar y le suplicaba mientras que mi corazón pedía a gritos por estar a su lado.
- Señorita Coluccio tengo ordenes por favor no insista lo siento, el estará bien.- Suspira y me toma la mano.
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Tan solo mía
Teen FictionTenerte, siempre, de ahora en adelante, y para la eternidad. Aventurate a leerla.