Tan solo mía

El sol estuvo reluciente está mañana, me levante y busque mis pantuflas, camine un poco y me senté en la peinadora a verme, mi cabello estaba hecho un asco, y mi cara no lucía nada bien, fui directamente a el baño, hice del numero uno y cepille mis dientes, Salí a buscar a Estela a la siguiente habitación, vivía con mi amiga de la infancia.

Resídiamos en Vancouver, jovenes estudiantes último año en la universidad, Futuras escritoras y grandes socias, debía ir a la  espectacular empresa de contadores, grandes empresarios, trabajaba allí aunque no conocía al dueño de por que casi nunca lo veía, Estela estaría haciendo unas cosas en la universidad esta tarde y nos dividimos las tareas, ya estábamos a punto de graduarnos

Antes de salir, cepille un poco mi largo cabello negro y ver cada día mi piel pálida me molestaba, parecía un fantasma, saque la belleza de mi madre, así dicen, tengo sus hermosos ojos azules claros, su hermosa nariz perfilada y sus labios, esos tan finos y color carmil, si, quizás si me parecía a ella, pero era tan delgada, quizás eso lo herede de mi querido padre, personas ligadas a los grandes negocios.

Salí y camine un poco hacia el corredor para buscar a Estela.

- Buen día, como amaneciste?.- Sonreí y le observe entusiasta, solo poco, tenía una cara tan alegre, tan normal en ella.

- Alessia, que temprano te levantaste, estoy muy bien, harás lo que prometimos hacer hoy?.-  Me sonrío y le mire arqueando una ceja.- Te puedo decir que atuendo tendrás?.

- Si claro,que debo ponerme?, sabes que tengo miles de vaqueros altos y unos cuantos zapatos, siempre utilizo tus vestidos.- Sonreí.- Espero conocer al dueño hoy en una junta o algo.

- Si debería de aparecerse, aunque se rumorea que es todo un magnate joven, que es hermoso y un ser que su cara la tallaron los propios dioses del olimpo- Sonríe.

- Eso ni importa, el dinero me parece demás.- Iré a arreglarme.- Le sonreí y me levante de un tirón.

- Bueno, ponte la falda talla alta, los tacones negros y la camisa manga larga blanca, así lucirás perfecta como cada día, mamá siempre me ayudaba a escoger atuendos.- Me mira entusiasta.

- Vale está bien.- Le volví a ver y sonreí.

Salí a buscar lo que me había dicho Estela, tenía mucha ropa pero no tenía tanta para ocasiones como esas, me metí a el baño a ducharme y luego salí, seque mi cabello, mi cuerpo, me coloque las bragas, la falda y la camisa, me cepille el cabello y de nuevo los dientes, me maquille un poco, e hice un recogido de lado a el cabello, estaba lista, parecía una de esas empresarias solo me faltaba el título.

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