Tan solo mía

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Al colgar llore, tenía que sacar todo lo que sentía, tratar de sentirme que podía tener un momento a solas, que podía desahogarme, no quería que Will me viera así pero a veces me resultaba tan inútil tratar de tener una mascara delante de todo esto, no quería perder a Will, no quería que está enfermedad me quitará a lo único que realmente he querido, de lo cual me he enamorado cada día, que me destruiría por completo perderlo, no quisiera estar en ese escenario de terror, el tenía su fe puesta en mi, era su ángel que valioso privilegio Dios me otorgo para cuidar y velar por ese excepcional y grandioso hombre, que me tenía fuera de mi atmósfera.

Mis padres lejos, Estela era una gran amiga, era todo en gran parte para mi, siempre se mantuvo ahí sin dejar de insistir, es maravillosa, pensaba en toda mi vida, solo falta poco para la tesis, el trabajo va bien, no he podido hablar con la Sra Maryam, pero le había pedido unos días mientras toda está tormenta se calmaba, estaba estresada, pero no dejaría que Will me viera así, tengo que darle fuerzas, tengo que mantenerlo calmado.

Se hizo la tarde, ya casi anochesía, me calme y me quede recostada en la cama, sin darme cuenta me quede totalmente dormida, no pude darme cuenta de cuando sucedio eso. Al abrir mis ojos a la hora, veo a Will sentado en la punta de la cama viendome calladamente y con ojos brillantes, en sus labios se dibujaba aquella sonrisa, me desperte enseguida y trate de peinar mi largo cabello.

- Porque no me despertaste?.- Me levante de un tirón y trate de medio arreglarme.

- Para que hacer eso?, si lucías tan preciosa al dormir.- Me sonríe y me ve fijamente sin decir nada más.

- Estoy toda despeinada, como podría lucir hermosa así?.- Seguía preocupada en mi cabello.

- Eres hermosa, verte reposar tan calladamente, tan quieta no permitió que te despertara, anhelarte es una de las cosas que más me gusta hacer Alessia.- Ríe y se acerca más a mi.

- Ya vienen tus alagos.- Sonreí.

- Son bien correspondidos, dime porque has estado llorando.- En ese instante me miro fijamente centrando sus ojos en mi, como rayos se enteraría? nadie lo sabía, se suponía que estaba sola.

- Como supiste eso?.- Arquee una ceja.

- Entonces es cierto?.- Suspira.

- Dime de dónde lo supiste.- Arquee ambas cejas.

- Estela te vio, se preocupo por ti y me lo dijo, dime que tienes por favor.- Suspira y me observa con mirada profunda.

- No es nada, llame a mi madre y eso me puso melancólica Will.- Suspire y baje la cara.

- Sabes que no es solo eso, confía en mi por favor. no quiero verte así.- Me sonríe y toma mi mano.

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