Esto que estaba haciendo me iba a desgarrar el alma por completo, dejarlo sería la bala que atravesaría mi corazón, estaba entre la espada y la pared, saber que podría perder al hombre que quiero me estaba matando, estaba tan molesta de que el no supiera que decisión tomar, quizás esto era lo mejor, mis padres estaban en medio, pero como podría vivir con la idea de que Will esta con alguien más? Dios mío no, no quería perderlo, no quería que siguieramos discutiendo lo que más quería era lanzarme a sus brazos y no soltarlo por nada del mundo.
El Dr Dubrow entra sonríente y trate de secar mis lagrimas pero era inútil se nos notaba, Will estaba sentado lejos de mi con ambas manos juntas puestas en su barbilla, yo estaba en la cama tratando de respirar para poder hablar, Will me observaba a cada momento trataba de evitar verlo, pero era imposible, le sonreí al Dr y lo vi atentamente.
- Mis pacientes favoritos.- Ríe.
- Hola Dr, como está.- Le medio sonreímos y luego nos miramos nuevamente.
- Bien chicos, ahora bien Alessia, veo que ya la herida está completamente lista, tu semblante está perfecto, todo va muy bien, eso me alegra en gran magnitud, Will tus examenes están perfectos, por favor sigue con el cuidado, te lo pido.- Suspira y Ríe.
- Si Dr, estaré al pendiente no lo dude.- Suspira y ladeaba su cabeza un poco.
- Gracias Dr, por estar al pendiente de mi, espero verlo pronto.- Reí pero poco.
- Vale chicos, los quiero.- Ríe y se voltea para irse.
- Nosotros a usted Dr.- Le medio sonreíamos.
Quedamos en silencio por un tiempo, quite las cobijas de mi cuerpo, y trate de bajarme de la cama para ir hacia el baño a ducharme, pude caminar bien y entre, al sentarme en el inodoro llore desconsoladamente, suspiraba y trataba de calmarme pero era imposible, quite la ropa poco a poco y entre a ducharme, luego cepille mis dientes y seque mi cuerpo, en el baño estaba un bolso, quizás estaría algo de ropa allí que Estela haya traído para mi, busque un mono de algodón, una franelilla azul cielo, y mis pantuflas, claramente las bragas. peine mi cabello y pinte un poco mis labios, me acomede bien la camisa para no lastimar mi herida, se veía bastante bien, salí y el seguía ahí, conservaba la mirada plasmada en el suelo, la alzo, me miro y suspiro mordío ambos labios y cubrió su rostro con ambas manos, lo sentía llorar, jamás lo había visto así.
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Tan solo mía
Ficção AdolescenteTenerte, siempre, de ahora en adelante, y para la eternidad. Aventurate a leerla.