Tan solo mía

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Entra y se sienta en el sofa, y me observa y ríe.

- Porque no te has arreglado?.- Se levanta y ayuda a peinarme el cabello.

- No iré madre, no me siento bien, estoy algo indispuesta.- Medio reí.

- Si no te conociera diría que es por otra cosa, dime que pasa?.- Me observa a través del espejo.

- Cuando estuve en el baño, vi a una chica madre, me advirtió que me alejara de Will, me acorralo y de verdad no quisiera acordarme de eso.- Mordí mi labio inferior.

- Alessia.. Cariño estás bien? no te hizo daño?.- Empieza a revisarme.

- No madre, no. Está noche quiero quedarme acá, no insistan en que vaya por favor.- Suspire y la observe.

- Cariño lo que menos quiero es verte sufrir, yo sé que Will te quiere y eres su mayor prioridad, no permitas que esto te dañe las cosas cariño.- Me toma las manos y se sienta.

- No es sencillo, solo necesito procesar todo madre, no te angusties estoy bien.- Reí.

- Eres mi hija, se cuando no lo estás.- Acaricia mi cara, lo que menos quiero ahora es llorar.

- Te amo madre, estaré bien, vayan y diviertansé, yo acá los espero.- Reí y la abrace.

- Se que estarás lista, y por favor cuídate Ali, no podre estar tranquila si esa chica sigue tus pasos.- Suspira y se levanta.

- No te angusties, estaré bien.- La mire y salio de la recamara.

Se que todos querían ayudarme, que se preocupaban por mi, pero solo quiero estar sola, quiero saber analizar lo que está pasando, jamás me había sentido tan mal por algo, como e sacaba la absurda idea de que fueron algo más, o es alguien que solo quiere molestarme, pero me causaba miedo que las cosas se tornaran mal, no quería perder a Will, me levante de la peinadora y me abalance a la cama, de repente oigo un auto en la entrada, ya estaba acá, vestido de traje negro y esa semi cresta que me vuelve loca, lo observaba por la ventana, no quise ver más y me tome por las manos, rayos...

Estela se asoma a la puerta de mi recamara y me ve con ojos entristecidos, entra me da un abrazo, se veía preciosa con su vestido negro, tan sencilla. Me senté en la cama y empecé a revisar el teléfono, Dios que hago, no quiero verlo, está noche no por favor.

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