Tan solo mía

3.6K 134 10
                                    

Me observo, abrió mis piernas y empezo a pasar su lengua cerca de ellas, rayos que sensación, apretaba las sabanas, cuando de repente me agarro desprevenida y rozo su lengua por mi sexo.

- Oh, Dios.- Suspire.

- Confía en mi.- Me observo y seguía perdida en una nube de deseo.

Seguía haciendo lo suyo mientras que me sacaba a mi de mis cabales, aguantaba, sentía que quería estallar, paro por un instante, cuando logro volver a mi realidad veo como quita su vermuda negra, y queda en calzones, me observaba sin perder sus ojos de los míos, lucía serio y a la vez feliz, me preparaba para la embestida, dejo caer sus calzones y cayo suavemente en mi cuerpo, no podía creer todo lo que estaba viendo, quedo a mi frente, se elevo un poco y tomo su miembro y me estaba preparando para lo que me venía, Dios mío.

- Dolera un poco.- Me sonrío y me miro fijamente mordiendo ambos labios.

Al instante trataba de penetrarme, cerré mis ojos y pegue un leve grito, aún no lograba llegar a su curso, esto me estaba doliendo, sentía como si me estuviesen reventando por dentro, respire y seguía apretando las sabanas.

- Ya casi princesa, calma, no te muevas.- Volvió a mirar y volvío a incrustar con más dureza su miembro en mi, no podía, no aguantaba, pero trataba de soportar, no sabía que esto pudiese doler tanto.

- Me duele.- Suspire y una lagrima cayo por mi rostro.

- Lo sé mi amor, no te lastimare, quiero estar dentro de ti.- Volví a apretar mis labios y cerre mis ojos para agarrar más respiro, aprete las sabanas y volvío a penetrar, rayos termina de entrar, de repente sentí como pudo lograr su cometido, me sentía perdida, lastimada allí abajo, me observo fijamente, acaricio mi rostro.

- Lista?.- Quedo quieto, viendome y sonrío.

- Lo estoy.- Se movio de adentro hacia afuera, con rapidez y a gran velocidad, vaya sensación, me tomaba por ambos hombros con fuerza y respiraba agitadamente, me movía a su ritmo, lo hacía cada vez más y más fuerte.

- Santo Dios.- Suspire y aprete ambos labios.

- Te gusta?.- Me veía y lo observe fijamente.

- Si.- Seguía constantemente sin parar.

- Cuanto anhelaba esto princesa.- Suspira.

- Ah.- Solte un gemido leve y lo observe.

- No te lastimare, me escuchas?.- Seguía acariciando mi rostro y me obsequia un beso.

- Eso lo sé.- Medio reí, sin fuerzas.

Sin darme cuenta, me elevo y quede encima de el, sabía que tenía que tratar de hacer mi trabajo, pero como? Dios.

                                                      196

Tan solo míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora