Tan solo mía

- Pensé que eso solo se refería a deseos y más.- Arquee un poco mi ceja.

- Hay muchas maneras de hacer el amor, así se llama, no solo es tocar, no solo es besar.- Ríe.- Está en cada detalle.

- Ya lo has echo con otras mujeres?.- Mordí mi labio inferior.

- Antes de que tú llegaras a mi vida, yo era un hombre desarmado, no me importaba buscar mujeres y estar con ellas, hacía de ellas lo que quería, nunca abuse de ellas para aclarar, pero no tenía frenos, mi vida no tenía volantes.- Suspira y me observa.

- Con cuantas estuviste?, que te llevo hacer así?.- Arquee una ceja.

- Con 4 mínimo, me había aliado con personas que iban dañando mi vida poco a poco Alessia, estuve casi a punto de probar drogas, mi padre fue quien me ayudo a salir de esa vida a tiempo, a penas tenía 20 y me estaba dañando, fui a rehabilitación, me consto alejarme de ese entorno tan dañino en el cual estaba, pero mira como la vida me recompenso, todo se lo debo a mi padre.- Suspira y se tomaba de ambas manos.

- No conocía esto sobre ti.- Medio suspire.- Siento que hayas pasado por eso.

- Somos un libro Ali, no todos te leen por la portada, algunos solo ven lo que tienes, pero no son capaces de leer lo que el libro contiene, todos me ven como el hombre intachable y realmente lo soy, me ha costado llegar hasta esté punto, y no me averguenzo de nada.- Ríe y me observa.

- Lo eres, eres de admirar y eso lo sabes.- Reí.

- Cuando pensaba que la vida no tenía sentido para mi, que solo me basaría en mi trabajo apareciste tú, tú con esa sonrisa sin igual, con esa esencia y naturalidad que me fascino te fuiste metiendo en mi cabeza con total rápides y no lo creía, jamás pensé enamorarme.- Ríe.- Eso no estaba en mis planes.

- Yo tampoco pensaba que el amor llegaría a mi puerta, y apareciste tú.- Le bese la mejilla.

- Fuiste tan idónea, tan única, enamorarme de ti es lo mejor que me ha pasado en la vida, a causa de mi mal comportamiento en mi vida pasada perdí tantas cosas que ahora no me hacen falta, pero la que menos deseo perder es a ti Alessia.- Me sonríe y me abraza fuerte.

- Y no me perderás, porque me rehuso a dejarte ir.- Reía.

- Somos bienaventurados, Dios te hizo para mi, eso es un hecho.- Empieza a besarme por toda la cara.

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