- Disculpame si te hago sentir incomodo.- Mordí mis labios y lo observe.
- No estoy incomodo, que pasa Ali? porque tiemblas?.- Me acaricia la cara.- Ahora tenía que temblar, niña tonta.
- Es algo llamado nervios.- Reía.
- Que sientes?.- Me observa y sonríe.
- Sentir?, creo que todo un zóologico dentro de mi.- Sonreíamos.
- Pues coincidimos en eso.- Ríe.
En ese instante me observo fijamente con aquellos ojos azules claros y le mire, mordí mi labio inferior, se pego más a mi y me fue acercando mi cara a la de él, suspire y quite un poco mi cabello de mi rostro, en ese instante me beso al principio era dulce y tierno luego se convirtió en un beso con total pasión, me tomo por la cadera y me abalanzo hacia el roce mis manos alrededor de su cuello y apretaba su cabello, por un leve instante me observo sin decir nada, volvió a besarme tan apasionadamente que sentía su respiración agitada.
Tropezamos con la puerta de la ducha y sonreíamos, me apreto hacia él y rozaba su nariz con la mía, a los mínutos me baja detenidamente y quede delante de él, me apego con su mano izquierda, me observo de nuevo sin decir nada y le mire.
- Porque me observas así?.- Reí.
- Porque en este preciso instante quisiera tomar una ducha con usted Señorita Alessia.- Sus ojos brillaban sin parar.
- Es en serio?.- Me ruborice.
- Lo es, pero no pasará nada a menos que me lo permitas.- Ríe.- Si te soy sincero, me estoy controlando en este preciso instante.
- No sé que responder ante esto que me estás proponiendo.- Sonreía.
- Como hago para no perder el control de mi cuando te toco? te rozo, te siente o te acaricio?, es inevitable no sentir aquellas ganas de tenerte en otro ámbito mi querida niña.- Suspira.
- Acepto.- Sonreía.- duchate conmigo.
- Es en serio esto? no lo pensarás, no quiero obligarte a nada Alessia.- Arquea una ceja.
- En serio.- Le mire.
- Niña traviesa.- Sonríe, en ese instante vuelve a tomarme y entramos poco a poco a la ducha, me miro con aquellos ojos azules impactantes y suspiro, quito el cabello de mi rostro, lo hacía con aquella delicadeza, me susurra*.
- No sucedera nada más que esto, quiero ser yo quien te admire, quien te toque, quien te posea y haga de ti lo que quiera, me perteneces.- Ríe y me hablaba al oído.
- Lo soy.- Sonreí.
- Rayos, malditasea me tienes loco Alessia.- Suspiraba el olor de mi cabello.
111

ESTÁS LEYENDO
Tan solo mía
JugendliteraturTenerte, siempre, de ahora en adelante, y para la eternidad. Aventurate a leerla.