Tan solo mía

2.7K 112 1
                                    

Todo se estaba convirtiendo en Chelsea, Chelsea y más Chelsea Hooking, pero esperaba que pronto me mejorara súper rápido y hablaría personalmente con ella, me quede allí porque obviamente no podía moverme, ni menos caminar, pareciera que todo esto lo fuese hecho a proposito, eso me molestaba, estaba algo angustiada porque no quería que Will enfrentara a esa mujer él solo, Estela se mantuvo conmigo todo ese rato así como lo estuvo Scoot, ya no quería otro guardespaldas, ya me estaba acostumbrando a él y tener a otro reemplazo sería pérdida de tiempo así que mantuve la calma, me trate de acostar en la camilla porque aún no me habían pasado a la habitación, y trataba de esperar a Will.

Quería saber como iba todo respecto a esa mujer, Conversaba con Estela, me hacía reír, estaba feliz de que le estuviese yendo bien en su relación con Peter, los Sres Collins supuestamente venían pero imaginaba que llegarían con Will de una vez, quería ver a la Sra Cielo, a la Sra Maryam, saber como se encontraban, extrañaba a esas personas tan cercanas a mi.

- Necesito saber como va todo.- Suspire.

- Estás demasiado impasiva, trata de respirar niña.- Muerde su labio inferior.

- Vale vale tienes razón.- Suspire.

- Scoot.- Mira hacia la puerta.

- Señorita.- La ve fijamente.

- Baja a la cafetería y compra dos chocolates.- Ríe.

- Señorita Estela, no puedo dejar a Alessia sola, no quiero que se repita lo que sucedió, puede ir usted.- Suspira y la mira.- Lo siento, mi prioridad es cuidar a la Señorita Alessia.

- Tienes razón Scoot, lo siento, por favor pendiente iré a comprar yo.- Se levanta y ríe.

- Acá te espero, no digo que vaya el porque obviamente tiene ordenes de Will.- Suspire.

- Lo sé Alessia, el Sr Millonetis y sus ideas.- Me saca la lengua.

En ese instante sale de la sala de emergencias y me quede sola, cerre mis ojos por un instante, y espere muy tranquila, vi que eran las 8,las 9 y demás y no sabía nada sobre Will. En serio detesto esperar tanto, eso me hacía enfurecer, cuanto más se tardaba para conversar con esa mujer?, Estela había llegado con el chocolate y se sienta y me lo da, me sonríe y si que estaba rico, al esperar como una eternidad veo llegar a mi dulce y preciado príncipe, pero no fue con sus padres, entra y me sonríe sentandose a mi lado.

                                                             151

Tan solo míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora