CAPÍTULO XIV (parte 1)

1.7K 272 54
                                    

Luego de pasar un puesto de control establecido por los Templarios, lo que consistía básicamente en una barrera contra seres sobrenaturales, Luc bajó de la camioneta con su habitual elegancia sigilo; pero desde el momento en que se habían dado cuenta que Violeta los abandonó, tanto Eric como Susan no le quitaban los ojos de encima. Parecía que en cualquier momento se fuese a esfumar con el viento... sus suposiciones no estaban del todo alejadas de la realidad.

La idea estiró en una curva burlona la comisura de sus labios, y LeBlanc tuvo el ligero impulso de arrojarlo sin piedad contra el auto que pasaba por la calle. Pero era solo un impulso para intentar apaciguar su humor, ya que jamás se atrevería a hacer eso, incluso si el escuálido joven era mitad demonio; porque su parte humana era tan mortal como ella.

-No te sientas tan satisfecho contigo mismo, en cuanto abras el archivo haré que me lleves a Violeta...-. Erick parecía estar de tan mal humor como su compañera. La menor de los Cábala se había puesto en un riesgo totalmente innecesario, sin contar que lo despojó del control de la situación... no llevaba eso con facilidad

El pilar levantó ligeramente la cabeza, ya que en su caminar normal era llevarla gacha, y la oscuridad de sus ojos se posó sobre el detective. No hubo palabras, insinuaciones, ni siquiera un cambio en el gesto que resaltaba sus facciones de manera tentadora; una mera sombra en el paisaje... pero el reto crepitaba en el aire como electricidad.

Susan entrecerró los ojos mirando de uno a otro. La bravuconería de Morgan parecía casi ofensiva ante el chico, un abuso de autoridad por su parte; pero la cautela silenciosa de Luc, era una como una broma privada de la que querías saber. Se preguntó quién ganaría en un verdadero duelo de poder, porque a pesar de que sus movimientos parecieran tan opuestos, ambos estaban trabajando para un fin común; no obstante, soltó un suspiro resignado y avanzó hacia el edificio. Al parecer, no importaba la especie, a los machos les gustaba competir por demostrar quién era el alfa...

Cuando finalmente se adentraron, las explicaciones que tuvieron que dar por su presencia fueron relativamente pocas; obviamente Eric ya se había hecho cargo de todo avisando de antemano el motivo de su visita y lo que necesitaban. Luego de un registro básico, del que por supuesto el semidemonio se libró con sus trucos escapistas sin siquiera ser notado, los pasaron a los tres a una pequeña sala de juntas, donde les llevarían los documentos para que los pudieran revisar en privado.

Tener un puesto alto podía ser una ventaja, pero tener tras de ti una organización tan grande y fuerte como Los Caballeros Templarios, obviamente otorgaba increíbles beneficios.

-No pongas tan mala cara Susan...-. Espetó Eric, después de terminar de dar las indicaciones a los otros miembros de su grupo. Estaban allí como oficiales, su otro trabajo siempre oculto. -Las influencias algunas veces son necesarias...-. Terminó con una sonrisa salvaje mientras cerraba la puerta a su espalda

Ella le dio una mirada afilada cual chuchilla, y después se sentó tratando de no fruncir el entrecejo. Tal vez a quien debió aventar en la calle, era a este y no al otro.

-Los pretextos nunca sobran en el lenguaje de los perezosos...-. Sentenció levantando una de sus cejas con una pizca de socarronería, y algunas gotas de ira

El detective soltó una sonora carcajada, y retiró una silla para poder sentarse a la cabeza de la rectangular mesa, con la vista de nuevo fija sobre Luc. Todavía no podía asimilar que él hubiese hecho desaparecer a la chica frente a sus ojos.

-Supongo que sabes que ella viene de una familia muy bien acomodada...-. Comentó con un tono casual que no encajaba del todo con su postura tensa. -A pesar de eso nunca usó su apellido para escalar en el trabajo. Un total desperdicio ¿No lo crees?-. Luego de que les dijera las condiciones de la exorcista en el camino, no había logrado sacarle una sola palabra más. Era como tener un maldito fantasma con ellos, y se le estaba agotando la paciencia...

El tercer pilar tenía un codo recargado sobre la base, y su barbilla se apoyaba en la mano; parecía que estaba a punto de quedarse dormido por aburrimiento fatal. Entonces bostezo y se movió para poder tomar el celular del bolsillo frontal de su sudadera; apenas había levantado un poco el aparato para poder leerlo, cuando lo hizo desaparecer entre sus dedos.

-Si...-. Respondió esta vez con una actitud más interesada. El detective se había movido de su lugar, pero antes de que hubiese alcanzado a arrebatarle el aparato, él ya lo tenía oculto de nuevo. -Uno debe usar lo que esté a su alcance para sobrevivir

Eric estaba a punto de contestar, cuando su propio celular comenzó a sonar. Al ver el número en la pantalla, algo en su interior se removió con inquietud. Se trataba de uno de los oficiales que estaba en el grupo que vigilaba al mayor de los Cábala.

-¿Todo bien?-. Preguntó sin saludos. Tras unos segundos, las facciones de su rostro se deformaron presas de la furia. -Deja ver si me aclaro...-. No estaba gritando, pero su voz sonaba como el choque de dos piedras. Áspera y dura. -Daniel se escapó. Solo. Sin Pandora, ni... Mika...-. Le costaba soltar el nombre de ese niño tan a la ligera, igual que batallaba con el del otro ángel, David, y más aún con el del demonio. De hecho, a ese prefería no nombrarlo... -Búsquenlo. Vamos para allá...-. Colgó y azotó el aparato con más fuerza de la necesaria contra la mesa. -¿Esto también era parte de su plan?

-No...-. Contestó Luc con total singularidad. -Pero son hermanos, no debería de extrañarle...

-A mí no me extraña...-. Soltó Susan con verdadera irritación. -Deberíamos darnos prisa, al menos Violeta tiene a sus pilares, pero él ha estado solo por... ¿Cuánto hace que se fue?

-Eso no importa...-. Cortó el semidemonio. -Vuelvan a tomar asiento, y esperemos en preciado silencio por nuestros papeles...-. Anunció con exagerada educación, evidenciando el sarcasmo. -Si logró escaparse de la vampiresa y un ángel, qué les hace pensar que ustedes podrían encontrarlo. Seremos mucho más útiles aquí, siguiendo el plan original...

La gran cantidad de palabras que salieron de su boca, provocaron una pregunta importante en los pensamientos de Morgan ¿Lo preferían en plan fantasmal, o parlanchín? El fantasma era mejor, definitivamente.

Como si hubiese sabido lo que estaba por ocurrir, una mujer irrumpió en la sala luego de un toque ligero y casi inexistente en la puerta.

-Aquí está lo que pidió detective...-. Dijo dejando la gruesa carpeta en la mesa, entre Luc y Eric. -Si necesita algo más, solo háganoslo saber. Compermiso-. Y salió de inmediato

-Ven...

El semidemonio sonrío como si acabara de ganar el premio mayor, y estiró la mano para alcanzar los papeles, ignorando por completo el aura tensa que emanaba de sus acompañantes. No obstante, en cuanto sus manos alcanzaron su objetivo, un resplandor se desprendió como una bomba de luz. Una con la forma de una estrella. 

***********

No diré mucho, solo que ahora sí, viene lo bueno *-*

Nos leemos pronto. 








ALMA MIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora