Rigor Mortis//La Fiesta De Los Muertos//

Capítulo 17

Aquella noche Alessia y su hermana menor se quedaron dormidas en uno de los tres cuartos de la cabaña, mientras que Erick el padre de ambas se quedó acompañando a su esposa.

Él estaba acariciando el rojo cabello de la mujer con el rostro lleno de tristeza, él sabía que ella no iba a sobrevivir y que estaba muriendo, ella se quedó dormida unos instantes, pero en unos momentos después empezó a vomitar sangre coagulada de la boca y Erick tenía su camisa blanca manchada por el líquido color carmesí oscuro que emanaba un asqueroso hedor putrefacto.

***

Esa noche Alessia despertó y no podía conciliar el sueño, ella sentía un mal presentimiento, pero lo ignoraba ya que consideraba un hábito el no poder dormir bien en las noches, lo cual era la causa de las ojeras que habían bajo sus ojos.

-Ale...- susurró la niña.

-¿Por qué no estás dormida Alyssa?- respondió con una pregunta a su hermana menor.

-No tengo sueño, y además no dejas de moverte- dijo la pequeña, y era cierto. Alessia se cambiaba de posición muy a menudo por el insomnio que padecía cada noche, solo que hoy al tener a su hermana menor compartiendo su cama era un poco mas complicado.

-Ah, entonces trata de dormir. Mañana puede ser un día un poco pesado.

-¿Por qué lo dices?- preguntó la niña con curiosidad.

-No lo sé...- respondió Alessia en un susurro mirando pérdidamente el techo.

***

Al día siguiente Norma amaneció muerta. Erick antes de salir aquella fría y nublada mañana en eso de las 6:30 am despertó a la mayor de sus hijas y le dijo lo que había ocurrido.

-Papá... ¡No puede ser! Lo siento mucho- respondió con asombro y un poco de lastima a ver el esfuerzo que su padre hacía al contener tal emoción de tristeza.

-No te preocupes hija.

-¿Papá? ¿Qué ocurre?- interrumpió la pequeña aún somnolienta pasando su pequeño puño por uno de sus ojos para disipar el sueño. La niña tenía puesta una pijama rosa con unicornios por todos lados y el pelo revuelto.

-Les digo que a partir de hoy las cosas les resultaran un poco difíciles. Les pido que sean muy fuertes- les decía su padre.

Erick tomó el cadáver para ir a sepultarlo lejos de allí, y las chicas se quedaron dentro de la cabaña por orden de el.

-Alyssa... ¿Qué te pasa?- preguntó la mayor observando el rostro de preocupación de la infante, la cual tenía un peluche con forma de gato blanco y rosa en sus manos.

-Nada- respondió con una lágrima bajar por su mejilla apretando el peluche.

-Alyssa si quieres que todo salga bien procura confiar mas en papá y en mi, ya Norma se ha ido- le dijo pendiendose de rodillas para estar a la altura de su hermanita mientras la miraba fijamente a sus verdes ojos que siempre tenían una expresión de tristeza.

-Ale... Yo... Si quería un poco a Norma, y yo no quería que se convirtiera en ángel igual que mamá, ahora papá estará solo otra vez y triste.

-Alyssa olvida eso, fue sólo un accidente y creo que te has dado cuenta de lo que está pasando.

-Es que... No quiero ver a papá triste de nuevo hermana.

-Papá estará bien, y estará mejor cuando dejes de estar lloriqueando.