Capítulo 31 //Parte II//

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Hegel disfrutaba ver como Edwin estaba siendo torturado, pero no le agradaba el hecho de que no dijera nada a pesar de arriesgarse a morir cruelmente por sus manos. Edwin resistía, él recibía descargas eléctricas constantes y sus desgarradores gritos invadían aquel oscuro lugar donde nadie podía escucharlo, pero soportaba eso y mas solo por honrar a la nación que le salvó la vida a él y a los demás. Estaba dispuesto a sacrificarse si era necesario, ya su cuerpo casi no soportaba más, primero fue golpeado hasta casi perder el conocimiento y ahora estaba allí siendo electrocutado, tenía múltiples heridas y quemaduras, su nariz estaba rota y unos de sus ojos amoratado, sin embargo seguía resistiendo y se repetía una y otra vez a sí mismo "resiste" .

-Todo esto lo puedes evitar y permanecer con vida, pero eres muy necio Edwin- decía aquel hombre cruzado de brazos con una mirada que emanaba furia.

-Estoy dispuesto a morir si es necesario... soy... un soldado... Desde un principio... supe que estaba dispuesto a perder la vida en esta misión... pero moriré con honor-decía con el poco ánimo que le quedaba luego de escupir sangre en el suelo.

-Eres un miserable- dijo Hegel con repulsión.

-Al menos... no soy un parásito en la sociedad igual que vos, yo... no traicionaría a quién me salvó la vida, y... usted no me a asesinado porque soy el único que le puede dar información acerca de lo que vos queréis saber.

-Eres muy listo eh- le dijo tomandolo del cabello y mirándolo con rabia, Ed solo le dedicó una sangrienta y maliciosa sonrisa con una leve carcajada burlándose de él.

-Se acabó Hegel... Ya no tienes a nadie, te pudriras aquí junto a tus malditos zombies que no tardarán en entrar por esa puerta.

-¡Eres un idiota!- exclamó con rabia  la vez en que de su pantalón sacaba una especie de Revólver y después de golpearlo en la mandíbula con el mismo le apuntaba a Edwin justo a la cabeza, era un arma láser y si disparaba  Ed sabía que aquel iba a ser su fin.

-Hazlo Hegel, máteme y le aseguro que su tiempo de vida no será muy largo, de igual manera nos veremos en el infierno.

Hegel soltó una maliciosa carcajada.

-¿Acaso me amenazas a mi? Solo mírate, eres un infeliz sin esperanzas... Tus amigos hace buen tiempo que deben de estar muertos y tu no harás otra cosa que hacerles compañía.

Edwin pensó en Kath, pensó en su mejor amigo y todos los demás miembros del escuadrón y se preguntaba si aún estaban con vida, aquella pregunta le carcomía la cabeza. No fue cuando entonces vio a Hegel tomar otra arma y por lo débil que estaba poco a poco perdía el conocimiento hasta que sintió un impacto que lo obligó a cerrar sus ojos.

De pronto todo fue oscuridad... sentí un impacto de lo que pareció ser ¿Una bala quizás? No lo sé, ya no tenía ni la menor idea de en donde recibí el impacto. Me dolía todo él cuerpo, mis costillas las sentía fracturadas y mis músculos desgarrados, sentía mi poco aliento de vida escapar lentamente con cada respiro y supuse que este era mi final, vi mi cuerpo tirado, sin aliento y maltratado, todo era oscuridad y me veía a mi mismo solo en aquella penumbra. Vi a mis compañeros a mi alrededor con sus rostros tristes diciendo cosas que no pude entender, no podían verme, tampoco escucharme, de pronto sentí una extraña sensación en mi ser y una luz blanca iluminada mis ojos, fue como un despertar en un cuarto lleno de luz.

Lentamente abrí mis ojos y veía los rostros de personas quizás hablando, no podía entender lo que decían y ni siquiera los reconocía, portaban vestimentas blancas como una especie de traje. Traté de pronunciar unas palabras, sin embargo me era difícil, un rostro familiar pronunciaba mi nombre, al principio su imagen se tornaba borrosa hasta que poco a poco pude obtener claridad era una niña ¿Alyssa?

-Ed, estás despierto- pude escuchar y ver su sonrisa.

Intenté pronunciar nuevamente unas palabras, pero sentía mi lengua adormecida y el intento fue en vano. De pronto lo que pareció ser quizás algún personal médico, una enfermera, hacía unas cosas que no pude entender por mi falta de conciencia.

De repente recordé los chicos y me sobresalté, debía ir por ellos, debía salvarlos. Intenté recobrar fuerzas y levantarme de la camilla y  solo conseguí caer al suelo entonces noté que tenía varios cables pegados a mi cuerpo y uno por uno traté de arrancarlos.

—HEGEL— grité. Yo estaba muy débil, pero aún así intenté arrastrarme, hasta que un grupo de cuatro personas entraron por la puerta e intentaron detenerme — Dejadme ir, mi escuadrón me necesita, SOLTADME POR FAVOR— les decía con desesperación.

—Cálmese por favor, no intente forcejear—decía una voz femenina.

—Necesitamos sedarlo de emergencia— dijo una voz masculina.

—POR FAVOR SOLTADME, HAY GENTE EN PELIGRO QUE NECESITA MI AYUDA— repetí una y otra vez, pero fue inútil y una vez más perdí el conocimiento.

Despierto nuevamente, veo la misma luz y esta vez Alyssa estaba allí observándome con sus verdes ojos. Me sentía más calmado y creo que hasta podía hablar, pues sentía mis cuerdas bucales hidratadas por alguna razón.

—Hola pequeña ¿Donde están todos?— pregunté con mi voz mas ronca de lo normal.

—¿Dónde están quienes Ed?— preguntó con una leve expresión de frialdad.

—Todos, pues tu hermana Alessia, Tadashi y los demás.

—Muertos.

En ese momento sentí un vuelco en el corazón ¿Acaso ella dijo muertos? Me rehusaba a creerlo.

—Ya es en serio, dime la verdad.

—No estoy mintiendo Ed. Vos milagrosamente has sido el único sobreviviente de la misión. Tadashi, mi hermana y todo el equipo murió.

—Oh Dios mío— expresé con dolor y pude observar como de uno de sus verdes ojos resbalaba una lágrima la cual se aproximó a limpiar inmediatamente.

—Desde que estas aquí he venido todos los días a visitarte, hace un mes despertaste y entraste en un ataque de pánico o algo así y tuvieron que sedarte y no desde entonces vos no  había despertado  otra vez hasta el día de hoy.

Rigor Mortis//La Fiesta De Los Muertos//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora