Capítulo 22

12 5 0
                                    

El pánico se había apoderado de mi, mi frente había comenzado a sudar y mi corazón a palpitar, ni siquiera podía concentrarme en apuntar a un lugar fijo. Mis manos temblaban y al parecer Beatríz también tenía problemas. No había de otra en esta situación... Teníamos que ir con los demás y sacarlos de aquí a como de lugar, mas aun por el hecho de que andamos con una niña y es nuestra responsabilidad mantenerla a salvo, ya que obviamente por si misma es imposible que pueda defenderse al ser tan indefensa e inocente.

-Beatríz debemos salír de aquí, hay que buscar a los demás e irnos a un lugar muy alejado de esta condenada ciudad.

Ella asintió mientras corríamos.

***

Tad se mantenía haciendo la guardia cuando el sonido de unos disparos se escucharon acompañados de un par de gruñidos, gritos y pasos.

-¿¡Maldición que estará pasando alla!?- susurró Tad mientras fruncía su ceño y empuñaba la espada.

-Creo que los atraparon- dijo Alessia en un hilo de voz sintiendo un mal presentimiento que la invadía.

-Mantengan la calma, aunque me muero por saber que está pasando allá yo no puedo dejarlas a ustedes  aquí a su suerte...

En ese momento el asiático se alarmó al ser interrumpido con el grito de la niña que señalaba a una de esas criaturas y sintió como el corazón le palpitó fuertemente al ver aquel zombie caminar hacia ellos con la boca ensangrentada y sus ojos se veía una frialdad y sed de sangre.

***

Ed...

Al llegar encontramos a Tadashi con la katana ensangrentada y Alessia abrazando a su hermanita mientras temblaban un poco, ambas con la ropa salpiqueada de sangre y un cuerpo decapitado frente a ellos.

-¿Qué demonios pasó?- pregunté con el ceño fruncido.

-Yo estaba observando que ningún zombie se acercara, pero me distraje un poco y olvidé mirar atrás. La niña en un momento soltó un grito de terror y cuando me di cuenta... Un zombie estaba tratando de asesinarla, Alessia no es muy buena con la puntería y los nervios la hacían fallar, entonces tuve que actuar de inmediato decapitando al zombie- dijo el asiático mientras sacudió su katana para limpiar la sangre que en ella había.

-¿No la mordió cierto?- preguntó Beatríz frunciendo el ceño.

-No- respondió Alessia aun abrazando a la pequeña mientras sollozaba.

-Tenemos que salirnos de aquí, pero ahora, no somos nosotros cinco, hay dos personas pesonas más ahora en este lugar.

-¿Quienes?- preguntó Tad con curiosidad.

-Un negro y una rubia- respondió Beatríz.

-Eso sonó racista- le dije mirándola seriamente.

La pelirroja rodó los ojos por el comentario.

-¿Y donde están ellos?- preguntó Alessia.

-Pues... Supongo que aun están aquí en la tienda. Es fácil reconocerlos, están vestidos de negro igual que Beatríz.

-Dejemos la conversación y salgamos de aquí- dijo Beatríz interrumpiendo.

Todos asintieron y empezaron a correr con sus armas en mano y mirando hacía ambos lados.

Alessia ya no confiaba en si misma para proteger a su hermana y eso le dolía, por su nerviosismo casi veía a su única familiar viva morir frente a sus ojos, y si eso sucedía ella jamás se lo iba a perdonar.

Al salir del lugar Ed vio a la chica rubia y a su amigo caminar detrás de ellos y antes de subir a sus vehículos se detuvieron.

-¿Vendrán con nosotros?- pregunté.

-¿A dónde irán para saber si podemos seguirles?- preguntó la rubia cruzándose de brazos mirándole fijamente con la respiración agitada y el viento jugando con su rubia melena.

Antes de que yo pudiera hablar Alessia tomó la palabra y dijo:

-Mi padre tenía una cabaña cerca de un lago a pocos kilómetros de aquí y... Mi hermana y yo estábamos refugiadas allí, creo que por ahora es un lugar seguro porque está un poco alejado de la ciudad, nosotras salimos por comida y algunas cosas y a ellos los encontré en el camino- planteó Alessia.

-¿Están ustedes con su padre?- preguntó la rubia.

Alessia de pronto no pudo responder la pregunta en ese momento, sus ojos se cristalizaron y un nudo se le formó en la garganta. Ed notó la situación y le puso una mano en el hombro, ella asintió y la chica rubia entendió que no debió hacer esa incómoda pregunta.

-Yo... Conozco un lugar mas seguro, es una casa enorme que está a cinco kilómetros de aquí- interrumpió el compañero de la chica para romper la la pequeña tensión que se estaba formando.

-Lo que haremos será lo siguiente: pasaremos esta noche en la cabaña de Alessia y mañana iremos a donde el dice- dije mientras hacía un ademán para evitar una posible discusión o un mal entendido.

-Según tengo entendido, los lugares con altos muros suelen ser los mejores- añadió Tad.

-Si con algo de suerte encontramos algún avión o una embarcación que esté dispuesta a ayudarnos, podemos viajar a uno de tantos castillos que hay en el continente. Ya saben que si de muros se trata, una fortaleza medieval es perfecta- dijo Beatríz.

-Ahora bien... Cambiando de tema les diré que ya somos un equipo, debemos permanecer juntos y cuidarnos la espalda unos a otros olvidando rencores u otros motivos si queremos sobrevivir- dije mirando a Beatríz como principal.

-Mas vale que Subamos a los vehículos de prisa- dijo la rubia señalando a unos muertos que se aproximaban.

-Alessia, permiteme conducir tu vehículo- le dije de prisa antes de que ella se subiera al asiento del conductor.

-¿Qué?- dijo mientras me miraba irónicamente con sus verdes ojos.

-Por favor dame las llaves, yo conduciré, así podrás estar cerca de tu hermana que de seguro se siente más asustada que nosotros y la entiendo, sólo es una niña- le dije casi rogandole para convencerla.

-Tienes razón- dijo ella dandome las llaves.

-Ven con la niña y sube al nuestro- dijo la rubia.

-Alessia, es lo mejor... yo iré con Tad y Beatríz, tu puedes irte con ellos.

-Esta bien- asintió y subió al asiendo de atrás junto a su hermanita sin forcejear, ya que su estado de ánimo no era para menos.

-Primeramente les sugiero que se abrochen los cinturones- dijo aquel chico de piel morena.

-Papá ahora es un ángel ¿cierto Alex? ¿Él nos cuidara de los monstruos hermana?- preguntaba la pequeña mirando a su hermana.

-Así es- le dijo tomando su pequeña mano con ternura y dedicándole una media sonrisa a la pequeña.

Rigor Mortis//La Fiesta De Los Muertos//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora