Capítulo 12

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Envueltos en un aprieto los tres hombres que acompañan a Beatríz se hallaban disparándole a aquellos seres amantes del canibalismo. Beatríz quiso ahorrar municiones y decidió correr al vehículo para salvar su vida ya que veía que disparar no servía de nada.

-¡Esto parece el mismo infierno!- expresó Rick cuando al abrir la puerta del conductor fue sorprendido por un muerto viviente, el cual de inmediato le disparó a la cabeza terminando con su existencia esparciendo sus sesos en la acera confundiéndose con la lluvia.

-¡Apresurense!- dijo Beatríz haciendo un ademán.

Rick, Jhon y Beatríz entrarom al vehículo rápidamente y el otro sujeto llamado Clarens se estaba aproximando para entrar junto con sus compañeros, pero Beatríz le pidió a Rick que acelerara. El sujeto quedó corriendo detrás del vehículo pidiéndole a Beatríz que se detuviera, pero en vez de eso ella sacó su pistola y le disparó justo en medio de la cabeza, dejando aquel hombre caer de rodillas mientras que aquellas personas iban a devorarlo como si fuese carne fresca en medio de la noche lluviosa llena de pánico.

Las bestias pronto empezaron a desgarrar en cuerpo sin vida de Clarens, arrancándole la piel desesperadamente y sacando sus vísceras mientras otro mordisqueaban sus estremidades.

-Pobre Clarens,era un buen hombre- dijo Rick mientras conducía, pero no podía detenerse, el no iba a desobedecer una orden de su líder aunque le costara la vida de uno de sus amigos a pesar de que le doliera un poco.

-Eres peligrosa e insensible Beatríz, no te importó matarlo- expresó John mirando hacia atrás para ver a esas desgarradas personas comerse el cuerpo de Clarens.

-Tuve mis motivos para asesinarlo, Clarens no era el tipo de persona que parecía ser. Ahora les diré algo a ustedes... Nunca intenten desobedecerme, o actuar de manera informal con lo que somos. Sus vidas las manejo yo, depende de ustedes si quieren seguir respirando ¿Está claro?- expresó de manera regia mientras observaba que Rick tragaba un nudo en su garganta y su semblante estaba endurecido, su vista estaba puesta fijamente en el camino ya que Beatríz sabía que el no se iba a atrever a mirarla a los ojos.

***

Alessia estaba en la sala de su hogar tranquilamente hablando por chat en su smartphone, mientras que su padre estaba sentado en el sofá viendo la TV y su madrastra se limaba las uñas con un gesto en su rostro de no importarle nada.

-Alessia ¿Podrías buscarme un vaso con agua cariño?- preguntó su padre.

Ella asintió sin decir nada y se fue a la cocina para buscarlo.

Eran las 10:30 pm y a estas horas la pequeña Alyssa estaba dormida en su habitación. Alessia tomó el vaso y abrió el refrigerador para sacar el agua y hecharla en el dicho vaso. Cuando iba de regreso a la sala ella vio por la ventana a varias personas correr despavoridas por la calle.

-¿Qué demonios le sucede a esas personas?- preguntó mentalmente mientras miraba por la ventana frunciendo su ceño.

-¿Alessia ya olvidaste traerme el agua?- preguntó su padre sacándola del pensamiento al ver que se tardaba un poco.

-Ah, lo siento papá. Aquí tienes- le dijo mientras se apresuraba y le daba el vaso con agua.

-Cariño escucho gente correr ¿Acaso sucede algo?- preguntó la madrastra de Alessia mientras miraba por la ventana desde el sofá.

-No lo sé Norma- respondió el mientras se encogía de hombros en señal de que no le importaba lo que estaba sucediendo.

-Algo no anda bien- dijo Alessia en voz baja mientras se acercaba a la ventana y corría las cortinas un poco para observar con detenimiento.

-Alessia ve a dormir hija, mañana sabremos que pasó- le dijo su padre con la voz cansada.

-Papá las personas están gritando, quiero salir a ver si hay algun incendio- respondió mientras me giré a mirarlo.

-Deja que los bomberos se encarguen niña, igual esta lloviendo... Si es fuego no se propagara tanto- dijo su madrastra con ironía tratando de estar deacuerdo con su marido. Una mujer de cabello color rojo oscuro que le llegaba a los hombros y de piel blanca con leves pecas en el pecho.

Alessia soltó un suspiro mientras bajaba su rostro y su corto cabello se movía hacia delante.

-Esta bien, me iré a dormir.

-Debes descansar bien para que esas ojeras desaparezcan de esos lindos ojos hija mía- le dijo su padre.

-Esta bien papá, buenas noches- le dijo ella subiendo las escaleras con la cabeza cabizbaja.

En ese momento un hombre de apariencia extraña entró por la ventana rompiéndola en mil pedazos de vidrios por doquier, Alessia y sus padres se alarmaron ante la situación y de inmediato Norma soltó un grito de horror al ver la apariencia de aquel hombre empapado de sangre y con sus extremidades mordisqueadas.

Por el mismo lugar entró uno mas, pero mirando fijamente a Alessia quien apenas iba por el tercer escalón hacia arriba, pero al ver la agresividad de esos seres se hecharon a correr por el pánico cuando uno de ellos empezó a gruñir mostrando sus ensangrentados dientes y esa mirada muerta.

Alessia sintio el miedo apodersrse de ella y subió rápidamente las escaleras y su padre iba detrás. Norma se dislocó el tobillo mientras subía y su esposo la ayudaba a continuar, pero esas cosas se estaban aproximando y los tres entraron al cuarto de Alyssa por ser el que estaba mas cerca y ya la puerta por suerte nunca estaba cerrada. Al entrar encontraron a la niña llorando frente a la ventana de su habitación.

En el momento en que iban a cerrar la puerta aquellos seres la golpeaban con fuerza y tenían el brazo de Norma sujetado, la mujer gritaba de pánico mientras su esposo hacía lo posible por soltarla de aquella bestia con forma humanoide y de piel gris.

-¡Sueltala Maldito!- dijo el hombre con el rostro enrojecido por la fuerza que hacía.

-¡Dios mío! ¡No quiero morir! ¡Erick ayudame!- gritaba la mujer a la vez que sentía a la criatura halar su brazo.

-¡Norma resiste! ¡Oh Dios ayudame!.

-¡Papá!- gritó la niña con su aguda voz.

-¡Alyssa calmate!- le ordenó su hermana quien tenía el brazo humedecido de lágrimas provenientes de los verdes ojos de la pequeña.

-¡Alyssa quedate ahí!- le dijo el padre de ambas mientras aun forcejeaba.

Alessia abrazaba a su hermana mientras la pequeña no dejaba de llorar, pero los esfuerzos de Erick fueron en vano, aquel muerto viviente mordió el brazo de su actual esposa haciendolo desangrarse mientras la mujer soltaba un grito de dolor  y en una maniobra peligrosa logró cerrar fuertemente la puerta mientras el hacía lo posible para que ellos no entraran a la habitación y al cerrar na puerta ellos siguieron golpeándola por unos momentos.

-Oh Norma, lo siento mucho- dijo Erick observando la enorme herida brotar sangre.

-E...rick, me duele mucho- decía con la voz cortada y escuchando aun los golpes en la puerta acompañados de gruñidos.

-No te preocupes amor, pronto te llevaré al hospital. Estarás bien- dijo el mientras ponía su mano en las mejilla de su esposa la cual tenía su rojizo cabello despeidado y el retiraba unas mechas de su rostro.

Rigor Mortis//La Fiesta De Los Muertos//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora