Capítulo 34

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Decidimos empacar todo a prisa para abandonar el lugar no mas antes posible. Entramos todo tipo de cosas necesarias en los vehículos que luego Tad  estaba llenando el tanque del vehículo.

Estando todos afuera a punto de salir fuimos rodeados por un montón de vehículos oscuros idénticos al de Steve. De inmediato nos pusimos en alerta, menos Alessia quien tenía a su pequeña hermana tomada de la mano.

Un vehículo automático de última generación de esos que no necesitan conductor se aproximó y se detuvo, de el salió un enorme y corpulento hombre de piel morena y en la cabeza una calvicie que lo hacia ver muy rudo.

En ese instante sus hombres nos apuntaron con armas y nosotros hicimos lo mismo a excepción de Tadashi quién sostenía su katana con firmeza con ambas manos.

Aquel hombre se acerco con una sonrisa llena de malicia y dos agentes detrás de el.

-¡Vaya! ¡Qué sorpresa! Yo pensaba que mi hijo tenia mejor mejor  gusto para elegir  a sus amistades- dijo Hegel con sarcasmo y desprecio en el rostro.

-Papá...- pronunció el mientras bajaba su arma lentamente mientras su pulso no dejaba de temblar.

-Steve, Kath... Ustedes no debieron traicionarme así, pero no seré tan cruel con ustedes. Mejor acabemos con este teatro y regresemos a casa- dijo abriendo los brazos esbozando una extraña sonrisa.

-Ellos no irán a ningún lado Hegel- dije con molestia.

-Ed callate- susurró Alessia asustada y con su hermanita delante de ella protegiéndola con sus brazos.

-¿Pero que te crees pedazo de basura? Si no me equivoco eres  latino ¿Cierto? pero tienes todos los rasgos de un español- dijo el refiriéndose a mi con desagrado.

-Sí, lo soy- respondí.

-Yo no seguiré mas con esto. Steve vámonos de aquí. No entiendo como ustedes pueden estar aliados con la creadora del virus RVC- dijo Hegel refiriéndose a Kath, pero ella en ese momento fue rodeada de miradas que la hacían sentirse en en momento mas incómodo de su vida, era muy obvio que la miraran, ella era la única científica del grupo y la única que estuvo trabajando con Hegel.

En ese momento Steve caminaba hacia su padre lentamente.

-¡Steve no!- dijo Kath en voz baja.

-Kath, es hora de irnos a casa- le dijo mirándola haciéndole un gesto guiñándole uno de sus ojos, entonces ella estuvo de acuerdo con seguirle la corriente a su amigo.

-Está bien...- dijo la rubia bajando su arma y caminando junto a Steve.

-Maldita seas Kath- murmuró Alessia sintiéndose traicionada por la que por un momento pareció ser su amiga.

-Estúpida mal parida- bufó Beatríz con enojo al ver lo que estaba ocurriendo.

-Hermano, ellos son unos traidores- dijo Tad a mi lado.

En ese momento se escuchó un bramido infernal acompañado de fuertes pisadas y uno que otro quejido que solo anunciaban la desgracia, ya conocía ese bramido, solo podía ser  la misma bestia diabólica que nos atacó en la carretera.

-Maldije hacia mis adentros, ya no hacía falta adivinar de que se trataba. Yo no podía pensar en la situación de Kath en este momento, sentí que mi corazón se estrujo como una bola de papel al ver como ella se iba al lado del maldito de Hegel.

En ese instante Alyssa soltó un grito al ver una horda de zombies aproximarse, creo que el olor de tantas personas los atrajo, pero lo peor venia detrás, los muertos solo eran el menor de los problemas.

Rigor Mortis//La Fiesta De Los Muertos//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora