"Cuanto más en armonía estás con el flujo de tu propia existencia, la vida más mágica llega"Camino a casa feliz porque me han regalado un coche y puedo moverme sin necesidad del transporte público o alguno de los chicos.
Había pensado que Jared se iría en el momento en el que cerrase los ojos. Despertarme y verlo dormido a mi lado me había sorprendido mucho. Sabía que no pensaba quedarse porque ni siquiera se había quitado los zapatos, pero entonces ¿por qué no habia salido de casa cuando volvió y me vio dormida?
Ese pequeño gesto mantenía viva la esperanza de que él quería quedarse esa noche conmigo.
No sabía si por lastima o porque en realidad le gustaba, pero me había hecho volar por toda la casa verlo allí.
— ¡Grace! —su voz hace que me gire asustada porque no me espero verlo corriendo hacia mí.
Se ha cambiado la ropa y se ve fresco, como si hubiera dormido diez horas. Sin embargo, mi rostro está pálido, tengo ojeras y no hablemos del labio.
— ¿Qué ocurre?
— Me he dejado la cartera arriba.
— Oh, vale.
Sigo andando y él se pone a mi lado. Saco las llaves del bolso y no tardo en abrir la puerta.
— Te han comprado un bonito coche —dice.
— Es genial —respondo.
Jared me mira alzando una ceja. — ¿Qué dijimos de la palabra genial?
— Oh —río un poco—, lo había olvidado —paso una mano por mi lado—. Ya no te molestaré más después del gimnasio, podré volver a casa sola.
Las puertas del ascensor se abren y entramos.
— Bueno, echaras de menos mi música —dice.
— Las pocas veces que ponías la radio, sí. No solías ser muy agradable.
— ¿Yo? ¿Qué hay de ti?
Lo miro. — Se llama simpatía selectiva. No eras digna de tenerla. Si le damos al ocho —pulso el botón—, quizás podamos subir algún día.
Las puertas se cierran y miro de reojo a Jared. Su mandíbula definida, sus piercings, su cuello ancho lleno de tatuajes, su nariz y... su ojos, que ahora están mirándome con intensidad.
El ascensor se zarandea y pongo una mano en la pared. — Se ha quedado parado —informo, aunque eso ya lo sabe.
Jared gruñe y golpea todos los números que se encuentran en el ascensor. Ruedo los ojos y me apoyo en la pared.
— Que le des golpes no va solucionar nada.
Él me mira y su mirada de depredador no me asusta en absoluto. Ni siquiera me intimida porque me ha mirado tantas veces así que es algo normal. Le da al botón de la campana y saco mi móvil para comprobar si tengo cobertura. Nada.
— Funcionará de un momento a otro, ¿no? —él me mira y me encojo de hombros.
— Eso espero.
— De acuerdo, toca esperar.
— Ajam.
Jared se acerca a mí y su mano no tarda en estar en la comisura de mis labios. — ¿Te duele? —pregunta.
— No —niego con la cabeza—, ahora mismo no.
Él no separa su mano y me quedo mirando sus bonitos ojos azules, fundiéndome en su mirada como si no existiera nada más. Su rostro se acerca al mío y mi boca se abre un poco dispuesta a recibir sus labios.
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Efímero (Devil's Touch) Borrador.
Teen FictionÉl era malas noticias. Su piel era arte, cubierta de tatuajes. Era todo lo que me dijeron que debía mantener alejado. Y aun así, me encontré en sus brazos. Él era intimidante y distante conmigo. Cada uno de sus movimientos me llevó a la locura y aun...