"Seduce mi mente y puedes tener mi cuerpo. Encuentra mi alma y soy tuya para siempre"Me quedo callada porque estoy reaccionando a lo que me ha dicho. Y no sólo que le importa el interior, si no que me quiere.
Nadie me lo había dicho, bueno, Dominic Knepper cuando teníamos doce años, y fue mi primer beso, si es que se le puede llamar a juntar los labios un beso.
Mi corazón estaba bombeando tan fuerte que apenas podía escuchar mi propia respiración. No sabía si Jared esperaba una respuesta de vuelta, pero se la di.
- Yo también -digo-. Y no me importa que tengas pinta de macarra.
Jared sonríe y sus manos se ponen sobre mis mejillas para después besarme. Recibo gustosa su beso y él se levanta. Me echo hacia atrás en la cama y gateo hasta quedar en la almohada.
Jared se quita los zapatos y no tarda en estar a mi lado. Nos ponemos de lado y seguimos besándonos, con calma, abrazados, disfrutando del momento.
Me había sentido especial cuando Jared me ayudó en aquella discoteca, me había sentido especial cuando tenía su mirada sobre mí, aunque un poco nerviosa también, y ahora me sentía especial porque le gustaba.
Porque ni Giselle, ni Karen, ni nadie había conseguido conquistar al chico tatuado. Sin embargo, yo había hecho con mi indiferencia, mi sarcasmo y mi cara de pocos amigos, conseguir su toque, el toque del diablo.
...
Jared está tumbado en la cama mirando su móvil sólo con su bóxer puesto. Yo tengo el cuaderno entre mis piernas y estoy dibujando los tatuajes que tiene en su cabeza, ahora puedo dibujar bien su perfil, sobre todo porque tiene los labios entre abiertos.
- ¿Te dolió? -Paso una mano por su cabeza tocando una parte del mandala.
- Sí, como el infierno.
- ¿Y por qué lo hiciste? ¿No era demasiado?
Sus ojos se posan sobre los míos y me encanta que tenga tanta paciencia para que dibuje sus tatuajes a la perfección.
- Quería ser diferente, me pareció buena idea a esa edad. ¿Cómo vas? -Pregunta.
Giro el cuaderno y él lo coge. Muerdo mi labio mientras él observa el dibujo y alzo una ceja cuando me mira. Sus labios se curvan en una sonrisa dándome a entender que le gusta.
- Eres completamente una artista, ni el tatuador ha dibujado tan bien mis tatuajes.
Me río y me agacho para posar mis labios con los suyos gentilmente. A pesar de ser de madrugada, ambos seguimos despiertos y no quiero irme a dormir hasta que no termine.
Llevaba tiempo queriendo terminar el dibujo y no dormiré hasta que le de los últimos retoques. Obviamente, Jared se queda dormido con el teléfono en su pecho y no puedo evitar sonreír mientras dibujo el piercing que tiene en su nariz.
Levanto el dibujo y lo observo, satisfecha, muy satisfecha. Después de quitarle el móvil y ponerlo en la mesita de noche, me levanto de la cama con cuidado para no despertarlo y dejo el cuaderno en el escritorio junto con el lápiz.
Cierro las cortinas y cuando me giro Jared está incorporado un poco y mirando hacia mí.
- ¿Vas a dormir ya? -Pregunta con voz ronca y un ojo medio abierto.
- Sí.
Apago la luz y me meto en la cama. Jared ya se ha cubierto con las mantas y él abre un brazo invitándome a que duerma junto a él. Me apoyo sobre su hombro y beso su mandíbula antes de acomodarme y abrazarme a él.
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Efímero (Devil's Touch) Borrador.
Teen FictionÉl era malas noticias. Su piel era arte, cubierta de tatuajes. Era todo lo que me dijeron que debía mantener alejado. Y aun así, me encontré en sus brazos. Él era intimidante y distante conmigo. Cada uno de sus movimientos me llevó a la locura y aun...