Veinte; ¿Cita?

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"La vida es demasiado corta para el mal sexo y las malas relaciones. Así que ve a buscar a alguien que te folle bien y te trate como te mereces"


Abro los ojos y parpadeo pesadamente. Me estiro y miro hacia atrás para darme cuenta que estoy sola en la cama en una habitación que era la primera vez que visitaba.

Me incorporo y miro la habitación. Las paredes están pintadas de blanco y solo hay un escritorio y un armario.

Me levanto y miro por la ventana. Me abrazo a mí misma y sonrío un poco cuando recuerdo que tengo una de sus camisetas puesta.

Camino descalza por la habitación y me acerco a su escritorio. Tiene varios libros y miro la estantería que está arriba. Alzo mi mano y mis dedos rozan donde hay una de las orejas de Mickey Mouse.

Tiro del papel y veo las letras de Disney World. Le doy la vuelta y alzo mis cejas con asombro viendo la foto de la montaña rusa, esa en la que salgo horrible.

La puerta se abre y pongo de nuevo la foto en su sitio, nerviosa. Lo miro y él avanza hacia mí. Se pone detrás, coge la foto y vuelvo a mirarla.

— No pude evitar comprarla para reírme.

— Oye —río y le doy con mi codo.

Jared deja de la foto en el escritorio y miro hacia arriba para encontrarme con sus ojos. Él baja su rostro y posa sus labios con los míos.

— Voy a ducharme, he dejado café hecho en la cocina y cosas que puedes comer fuera.

— Vale.

Él me sonríe y salgo de la habitación mientras coge su ropa. No tardo en estar apoyada en la encimera con una taza de café entre mis manos.

Observo la pequeña cocina y jamás me hubiera imaginado que terminaría desayunando aquí después de pasar la noche con él.

Dejo la taza de café en la encimera y cojo una magdalena. La llevo a mi boca para morderla y escucho un ruido. La puerta.

Adam no tarda en estar en la puerta de la cocina mirándome sorprendido al igual que yo, que aún tengo la magdalena en mi boca.

— Vaya, hola. Pensábamos que estabas aún dormida en tu habitación.

Saco la magdalena de mi boca. — No se lo digas a Sarah.

Adam sonríe de lado y se apoya en el quicio de la puerta. — ¿Te fuiste anoche?

— Sí.

— ¿Estáis ya juntos? —pregunta.

— No, no —niego con la cabeza.

Jared aparece con la toalla alrededor de su cintura y Adam se aparta de la puerta.

— ¿Quieres una ronda en la cocina? —le pregunta el rubio.

Jared le da en su hombro haciendo que él ría. — No seas idiota —murmura.

— ¿Has terminado? —pregunta Adam.

— Sí.

Adam me guiña un ojo y lo que esos chicos no saben es que no me importaría tener otra ronda en la cocina.

Jared me mira y muerdo mi magdalena por fin. — ¿Secreto?

Asiento y él sonríe de lado. — ¿Adam no se lo contará a Sarah? Son unos cotillas los dos.

Sonrío y Jared se acerca a mí, colocando sus manos en mis caderas. Sus labios presionan los míos y se separa.

— ¿Qué piensas hacer hoy? —pregunta.

Efímero (Devil's Touch) Borrador.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora